Cap#9 Miedo

10 6 0
                                    

- De verdad vives aquí?

- Si, humilde, ¿no? - dijo con tono presumido. Caminamos a la puerta de entrada y nos estaba esperando su madre, la recordaba perfectamente.

- Bienvenida, tu debes ser Amaia, ¿no? Noah habla mucho de ti.

- Madre...- ella sonrió y el rodo los ojos.

- Entren. - la casa era aún más hermosa por dentro, no tenía idea de que Noah era una persona tan adinerada, se veía tan humilde y que pensé que tenía una vida más o menos como la mía. - Wow, que te paso en ese labio, querida? -

- La muy torpe se tropezó y cayó al suelo. - mintió Noah despeinándome un poco.

- Ven, te pondré una cremita que te ayudara con eso. - Me dirigió a lo que parecía ser la sala del hogar (la de mi casa cabía 6 veces en esa). Abrió una gaveta y sacó un pequeño frasco, se dirigió a mí y con mucho amor me colocó un poco de crema en mi labio. - Puedes sentarte, Amaia, aun no acabo de preparar la cena. -

- Cena? - me dirigí a Noah una vez su madre se fue. Él sonrió

- Sabia que si te invitaba a cenar dirías que no. -

- Porque diría que, ¿no? Quedamos en conocernos- aseguré

- Ven, siéntate a mi lado, Mariposa. - dijo, accedí y me sente a su lado. El me tumbo un brazo por encima y comenzó a sóbrame el pelo.

- Noah, tu madre puede vernos. - dije en voz baja

- Y eso que? - sonrió y me acercó mucho más a él.

-  Tu madre es muy linda. - comente mientras recostaba mi cabeza de su pecho. 

- Lo sé, es la mejor.

- La mía...

- Shh, tranquila, me di cuenta de toda esa noche en el hospital. ¿Hay un motivo para que ella sea así?

- Mi padre murió hace cinco años. Ella quedó totalmente traumada. Fue un accidente fatal, el cuerpo de mi padre se hizo pedazos. Ella no debió ver esa escena jamás. Era su esposo, el padre de sus tres hijos, el amor de su vida, su sueño. Al perder su sueño, se volvió loca, entró en vicios, se le olvido lo que es el amor de madre, sobre todo conmigo. He creído que es por dos razones: soy la hija del medio o porque no me parezco a él. Mis hermanos son la viva imagen de mi padre, pero yo soy muy parecida a la familia de mi madre, ojos azules, pelirroja, blanca. Mis hermanos son morenos y de cabello negro como mi padre. 

- Entiendo, no hay nada que peor que perder un sueño.

- Has perdido alguno?

- El único sueno que tengo eres tú, y no creo que te haya perdido, estas recostada de mi pecho. 

                                                                                             ~Noah~

 Me sentía el hombre as millonario del mundo. Y no porque vivía en una mansion, sino porque tenía a mi hermosa mariposa recostada de mi pecho.

 Mi madre nos llamó desde la cocina para que fuéramos a comer. Nos pusimos de pii y nuestras miradas chocaron. Sus ojos azules me observaban con confianza. Caminamos hacia el comedor y mi madre ya tenía todo listo.

- Gracias, madre- le dije, y como de costumbre, besé su frente.

- Gracias, señora...

- Nora, puedes decirme Nora. - le interrumpió mi madre. Amaia le sonrió y procedió a sentarse a la mesa. Mi madre se fue a comer a su habitación para darnos 'privacidad' que nadie le pidió, pero bueno, así es ella.

MARIPOSA- La luz de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora