Cap#23- Líos

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                                                                                          ~Amaia~

Las horas en la sala de espera parecieron eternas. Mi mente estaba llena de preguntas y temores, pero el solo hecho de tenerlo a mi lado me ayudaba a mantenerme fuerte. Finalmente, una enfermera salió y llamó mi nombre.

- Puedes pasar a ver a tu madre ahora. Está despierta y preguntando por ti. - me informó una dulce enfermera

< Preguntando por mí? >

 Me levanté rápidamente, con el corazón latiendo con fuerza. Él me dio un apretón en la mano, dándome la fuerza que necesitaba para enfrentar lo que estaba por venir.

- Estaré aquí esperando. Todo va a estar bien. - me dijo Noah y besó mi frente

- Gracias.

Seguí a la enfermera por los pasillos blancos y fríos del hospital, tratando de prepararme para lo que encontraría. Cuando llegamos a la habitación de mi madre, respiré hondo antes de entrar.

La vi acostada en la cama, con vendas alrededor de su torso y moretones en su rostro. Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando me vio, y supe que algo terrible había sucedido.

- Mamá...

- Amaia... gracias a Dios estás aquí.

Me acerqué a su cama, tomando su mano entre las mías. Sentí las lágrimas correr por mi rostro, pero intenté mantener la calma.

Estoy aquí, mamá. ¿Qué pasó? ¿Dónde está Francis? ¿Quién hizo esto, mamá? 

- Fue... fue Francis. - dijo respirando con dificultad

- ¿Francis? ¿tu esposo?

- Sí... él... él me atacó.

Sentí como si el suelo se desmoronara bajo mis pies. ¿Cómo podía ser posible? ¿Por qué haría algo así?

- Pero ¿por qué? ¿Qué sucedió?

- No lo sé... llegó a casa... estaba tan enojado... dijo cosas que no entendí... y luego sacó un arma. Intentamos calmarlo, pero... no escuchaba.

El horror de las palabras de mi madre me dejó sin aliento. 

-  Mamá, no entiendo... ¿cómo pudo hacer algo así? - sentía que el enojo ya estaba apoderando de mi

 - No lo sé, Amaia... no lo sé. Pero tienes que ser fuerte. 

Acaricié su mano, tratando de consolarla y al mismo tiempo encontrar alguna forma de entender lo que había sucedido.

Vamos a superarlo, mamá. Como papá nos ensenó.

- Sí... tenemos que ser fuertes. 

Me quedé a su lado, sosteniendo su mano, mientras trataba de procesar todo lo que había pasado. Sabía que mi vida había cambiado para siempre en ese momento, pero también sabía que tenía que ser fuerte para mi madre.

Sabía que ese hombre traía algo en sus manos y no era bueno. La conversación que leí ahora tiene sentido, si antes lo odiaba ahora lo odio aún mas. 

Mientras me quedaba al lado de la cama de mi madre, los sentimientos de shock y tristeza comenzaron a dar paso a una ira profunda y ardiente. El hecho de que Francis, su propio esposo, hubiera hecho esto era algo que no podía comprender ni perdonar.

< ¡Maldito seas, Francis! ¿Cómo pudiste hacer esto? ¡Eres un monstruo! > pensaba con enojo

El odio crecía dentro de mí, burbujeando y amenazando con desbordarse. Recordé todos los momentos felices que habíamos compartido, todas las promesas de cuidarnos el uno al otro. Todo eso ahora parecía una mentira cruel.

MARIPOSA- La luz de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora