- 6 meses después-
~Amaia~
Al fin, el día que tanto esperaba, mi primer día como universitaria. Era obvio, elegí el horario de clases más largo para estar lejos de casa. Entro todos los días a las 8 de la manana y salgo a las 6:30 de la tarde. ¿Qué bendición no? No era que amaba estudiar, si no que odiaba estar en casa, escuchar la miserable voz de Marguet (mi madre), Fabian y Miranda mis hermanos. Soy la hija del medio...así que soy obviamente, la odiada y olvidada. Desde que mi padre murió mi madre se volvió loca y las cogió en mi contra. Pero bueno, que se puede hacer, a pesar de todo, me da techo y comida, no puedo quejarme al 100. Cuando llegué a mi primer salon de clases, había pura niña de mami que se creían la gran cosa, esas que te miran de arriba a abajo y te juzgan con la mirada. Estoy tan acostumbrada a chicas tan estúpidas que la verdad me da igual. Pero en este caso, había un grupo de tres chicas que no dejaban de mirarme y reírse y la verdad ya me tenían un poco incomoda, tanto que ya deseaba que llegaran las 11 para poder ir a almorzar. Esas chicas me daban espina de que harían de estos cuatros años una mierda.
11:00am
Me senté tranquila a comer, un arroz que no se veía para nada apetitoso, pero era lo que había después de todo. Justo cuando iba a meter el primer bocado mi boca alguien me interrumpe.
-Hola- levanté la vista y enseguida lo reconocí, ¿el chico del hospital, como es posible que venga a la misma universidad? Decidí fingir que no lo conocía.
- ¿Mm, disculpa te conozco? -
-Lo siento, creí que me recordarías, soy Noah, el chico del hospital- claro que se quién eres, pero no me importa. - Puedo sentarme? - no se ni para que me preguntó porque se sentó sin yo responder.
-Nunca me dijiste tu nombre-
-No preguntaste- respondí tajante.
-Adivino, no quieres hablar conmigo, quieres estar sola y odias a los muchachos. - Levante la vista y lo mire directamente a los ojos. ¿Tan fácil de leer soy? - Bueno, me voy con mis amigos. - añadió mientras se ponía de pie. -Y disculpa, no quise incomodar-
-No te vayas- que mierda Amaia porque dices eso? - Osea, puedes quedarte si quieres, no me incomodas. Parecía que justo estaba esperando esas palabras pues se sentó sin quejas y me sonrío.
- Entonces? -
-Amaia...soy Amia Allen. - le respondí mientras jugaba con la comida que tenía en mi bandeja.
- Porque no querías decirme? - preguntó.
-Porque preguntas tanto? - le respondí. Noté en su mirada que lo incomodé así que le pedí disculpas. Solo me miró a los ojos y sonrió. Tenía una sonrisa hermosa de verdad.
-Y tus amigas? -
-No tengo, me gusta estar sola-
- Como puede estar sola una chica tan linda-
- Linda? Ja, necesitas revisar tus ojos- no negaré que su comentario me puso nerviosa. Pero no quería parecer una chica fácil y menos que hoy día ningún chico era fiel y honesto.
- Cabello rojizo, ojos azules, pecas...Eres hermosa chica. Pero bueno, si dices que no, pues no lo eres entonces. - Ambos nos reímos y me sentí bien. Decidí hablarle, pero en ese momento llegaron unos chicos cool a la cafeteria que se robaron la atención de todos, junto a ellos, las tres miserables de la clase pasada. Se dirigían a mi mesa y me fije que se acercaban a Noah.
-Ey!! Noah- Noah se levantó y los abrazó, parecían ser sus amigos, nuevamente las chicas me miraron raro, pero ni me importó.
-Les presento a Amaia, una amiga- amiga? ni te conozco.
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MARIPOSA- La luz de mis ojos
Roman d'amourNOAH CREÍA QUE JAMÁS ENCONTRARÍA EL AMOR HASTA QUE SE CRUZÓ CON LOS OJOS DE AMAIA. AMAIA CREÍA QUE NADIE LA VERÍA CON AMOR HASTA QUE SE ENCONTRÓ CON ÉL. Sus caminos se cruzaron en un hospital que resultó ser el comienzo de una larga y hermosa histor...