Cap#6 Francis

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                                                                                         ~Amaia~

Admito que estar a su lado se siente bien, y ese es el problema, no quiero sentirme bien al lado de un chico, la última vez que me sentí bien con uno terminé hecha mierda. En este mundo he aprendido que estar solo es la mejor opción, aunque duela. El mejor ejemplo de eso es el mismo Noah, sufre a diario, pero el miedo a experimentar el dolor de la soledad no le permite salir de ese círculo de idiotas.  Y si, la soledad duele, pero luego te acostumbras a ese dolor y comienzas a verlo como un hogar. 

Cuando el cacas me fue infiel, arruinó todo lo bueno de mi vida. Mi dignidad (le rogué), mi autoestima se fue al piso, mi confianza desapareció, mi felicidad murió y junto con ella mis ganas de vivir. Pude haberme quitado la vida hace mucho, pero eso si que me haría ver como cobarde y podré ser muchas cosas, pero cobarde jamás.

                                   ~~~~~~
Al otro día me levanté temprano como siempre pero seguía tan avergonzada por lo que paso anoche que decidí faltar a la universidad para no tener que ver a Noah.
Fabián se había ido a trabajar porque aún no comenzaba con sus nuevos estudios, Miranda ya estaba en la cocina haciendo cupcakes y mi madre estaba trabajando (Francis le dió empleo en la fábrica)
Bajé a la cocina  donde Miranda tenia todos sus regueros de repostería y abrí la nevera que por primera vez después de mucho tiempo estaba llena. Agarré un queso, un jamón, una hoja de lechuga y me preparé un sándwich con un pan riquísimo que encontré en la mesa. Miranda se veía tan felíz que tuve que animarme a preguntar .
-A que se debe tu felicidad, Miranda?
- Que no sabes? El lunes próximo, se dará apertura a la panadería y repostería "dulces besos"
- Tuya?
- Si!!- gritó con emoción de niña de cinco años recibiendo la muñeca que quería en navidad. Sonreí pues, a pesar de todo, sabía que Miranda tendría futuro en eso pues sus postres y bizcochos siempre quedaban riquísimo. Aunque solo para dañarle el momento, Fabián y yo decíamos que estaban asquerosos aunque por dentro sabíamos que era lo más rico que habíamos probado en años. 
Como de costumbre,  me fui a comer al sofá mientras veía la tele, y en eso, Francis llega.
- Buenos días, Amaia- le ignoré. - Porque no fuiste a la universidad hoy?
- Estoy cansada, anoche no conseguí el sueño. Tu porqué no estás en tu prestigiosa fábrica de millonarios ?
- Anoche noté desde afuera que la ventana de tu habitación estaba rota. Pensé que querrías arreglarla así que me quedé para y trabajar con ella hoy, quería darte la sorpresa cuando llegaras de la universidad. - Realmente si deseaba arreglar esa ventana, la rompí bajo un ataque de ansiedad y desde ese día se metía el agua y pequeños insectos que no me dejaban en paz.
- Gracias,  Francis. - dije en voz baja un poco avergonzada por mi mal carácter con él. Él solo sonrió y siguió su camino hacia mi habitación.  Francis era el típico hombre que hasta su pijama valía millones. Siempre vestía bien y sus autos siempre estaban relucientes sin una sola mancha. En los días que llevaba aquí, noté que trataba muy bien a mi familia, sobre todo a mi madre, la trataba con delicadeza e intentaba entender su situación.  Tal vez Francis no era tan malo. Es solo que, el hecho de que llegara a nuestras vidas tan de repente y completamente ebrio, me hizo dudar de él.  Ya no tenía de que quejarme, bueno, eso sin contar a su sobrino Cain. Aún no le contaba sobre el baile a Francis así que creí que ahora sería un buen momento.
Me levanté del sofá después de haber terminado mi sándwich y me dirigí a mi habitación. Allí lo encontré sacando apenas la ventana rota con delicadeza para no romperla aún más.
- Francis- le interrumpí
- Ah, hola Amaia, se te ofrece algo?-
- No, bueno si, es sobre la cita con tu sobrino.- Él no respondió nada y solo me hizo un gesto como de <continúa hablando>
- Ese día, es el baile de bienvenida de la universidad, no quisiera perdérmelo y perder una oportunidad de hacer amigos- mentí - Crees que habrá forma de cancelar la cita?-
- Cancelarla? No.- QUE!? - Pero tal vez si pueda posponerla. - bueno, ya es algo.
-Am, claro, me parece genial entonces. Gracias.- concluí y me fui de la habitación para que él culminara su trabajo.  Mientras caminaba de nuevo a la sala, oí sonar un teléfono así que me apresuré a llegar. Era el teléfono de Francis, se lo iba a llevar pero justo llegó un mensaje y me mató la tentación de leer.

{ Señor, ya tenemos la medicación que pidió. Su plan va como lo habíamos acordado }

Medicación? Plan? En donde vivo, medicación es otra palabra para 'drogas'. Obvio no me quedaría sin saber la información,  noté que su teléfono estaba desbloqueado, así que entré al chat y comenze a leer para saber de que se trataba ese plan.

                                                                           ~chat~
               
                                                                                                                 {Ya me casé con ella}

{Seguimos con el plan?}
          
                                                                                                      {Si, mientras más rápido ella esté fuera, mejor}

¡¿QUE DIABLOS ESTOY LEYENDO?!

- Amaia. - Mi corazón se congeló, mi respiración se agitó. Era la voz de Francis, no quería darme vuelta, escuchaba sus pasos acercándose a mí y sentía cada latido de mi corazón como golpes en el pecho. - Se te ha perdido algo? - preguntó desafiante. Por suerte, me dio tiempo de salir del chat y apagar el teléfono antes de darme la vuelta hacia él.

- No, Francis, estabas recibiendo una chamada de un tal Dave. Justo ahora iba a llevarte el teléfono. - mentí intentando calmar mis nervios. No dijo nada y solo me arrebató el teléfono de las manos con furia. Sacó de su bolsillo una caja de cigarrillos, me ofreció uno, lo acepté por cortesía y él se retiró. 

Jamás había fumado, ni si quiera se cómo hacerlo, pero lo encendí y me sente en el balcón de la casa a intentar fumar. No podia borrar de mi mente esas palabras que había leído. <mientras más rápido ella este fuera, mejor>. Se refería a mi madre? A mi? A Miranda? No sé, pero no se quedaría ahi, iba a hacer todo lo posible por descubrir que ocultaba ese maldito y así sacarlo de nuestras vidas, bueno, al menos de la mía. 

MARIPOSA- La luz de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora