~Un Amor Artificial~ Caine x Reader

[7] El Campamento

Ya caía la noche, y T/N regresó a su habitación. Cerró la puerta, caminó hasta su cama, y se acostó.

Estaba cansada, aunque no había hecho nada en realidad. No era cansancio físico, sino mental, se había estresado un poco ese día.

Pero bueno, al menos se había reconciliado con Caine.

Aquel momento que tuvo con él en la mañana, se quedó grabado en su mente, y ahora no podía dejar de pensarlo.

Estaba confundida, ¿por qué estaba sintiéndose así?, lo único que él hizo fue abrazarla, o mejor dicho, corresponderle su abrazo. ¿Por qué no podía parar de pensar en eso?, eso también pudo haberlo hecho cualquiera del grupo, y hubiera sido normal; pero no, algo no la dejaba dejar pasar eso, y no sabía qué exactamente.

Pero esperaba que no fuera lo que temía.

Al salir de su espacio liminal, se dio cuenta que, a su lado estaba estaba el peluchito. Lo tomó, y lo abrazó, para luego cerrar los ojos y caer en un profundo sueño.

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(Alerta: sangre, agresión, ataque violento)

Un pasillo muy extenso se encontraba frente suyo, tan extenso que no alcanzaba a divisar el final del mismo. No recordaba como había llegado ahí, pero el sitio estaba en muy mal estado.

Millones de cuadros en las paredes, con imágenes distorsionadas y colores mezclados, estas paredes estaban agrietadas, con humedad y el color desgastado, dando la ilusión que había pasado mucho tiempo.

T/N no conocía el lugar, pero parecía ser una versión distorsionada del pasillo en donde estaban los dormitorios en el circo.

Caminó a paso lento a través del corredor, con algo de miedo. Sus pasos se sentían pesados, le era complicado levantar sus pies, como si algo la estuviera atrayendo al suelo.

El camino se hacía eterno, sin fin. Sentía sus piernas cansarse, pero no podía detenerse, algo se lo impedía.

De repente, notó algo al final del pasillo, una figura, que rápidamente huyó sin poder verla bien.

Ya no quería avanzar, pero no se podía detener. En cada paso que daba, sentía que la consciencia que tenía de su entorno se desvanecía lentamente; su mirada estaba fija en el fondo del corredor, no la podía apartar o mover siquiera.

Por el rabillo del ojo, vio como las paredes se volvían cada vez más rústicas, con una textura de madera, como si se hubiera transportado a otro lugar completamente distinto.

Sin entender como o porqué, el pasillo se transformó lentamente en un bosque, y fue entonces cuando pudo ser capaz de detenerse.

Se agachó y tomó aire, y miró su nuevo entorno. Era de noche, todo estaba muy oscuro, pues los grandes árboles tapaban la poca luz que la luna le daba.

Sintió algo detrás suyo, pero cuando se dio la vuelta, no había nada.

- ¿Hay alguien ahí? -Preguntó en dirección a los arbustos.

Todo se quedó en silencio, un silencio sepulcral que le provocaba terror. Sentía que algo estaba por suceder, algo muy malo. Creyó escuchar voces, como sollozos, idénticos a los que la habían atormentado en su otra "experiencia".

- T/N... -La llamó una de las voces susurrantes.

Un escalofrío recorrió su cuerpo entero, e hizo que se congelara ahí mismo.

Era la voz de Pomni.

Con un poco de dificultad, retrocedió temblando de espaldas, pero entonces, chocó con algo, provocando que se volteara al instante.