[19] La Antártida 2.0 (2/3)

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Una brisa gélida golpeó las espaldas de los humanos, quienes después de caminar por horas, se encontraban exhaustos y casi sin esperanzas de hallar aquel destino.

Pomni cayó de rodillas en cuanto decidieron pausar el viaje y sentarse a descansar. No había algún tipo de asiento allí de todas formas. Sólo la fría, desesperante, interminable y blanca nieve. Definitivamente no era de sus aventuras favoritas.

- ¿Cómo se encuentran, chicos? -Habló Ragatha, buscando con la mirada a cada uno de sus amigos.

- No muy bien... -T/N contestó, mientras ayudaba a Pomni a ponerse de pie.

Un silencio inmuto los congeló un poco más, pero era claro que todos pensaban lo mismo. Incluso T/N, ella no podía negar que estaba un tanto molesta con Caine en ese instante.

- Todo es culpa de Caine -El rencor de Pomni interrumpió ese mutismo, dándole voz a los pensamientos de los demás-. Siempre tiene la culpa de lo que nos pasa, es una máquina descerebrada sin ninguna clase de escrúpulos...

- No deberías hablar así de él -Como de costumbre, T/N trató de tranquilizar las cosas. No solía aceptarlo, pero realmente le disgustaba cuando alguien se refería despectivamente a Caine. Después de todo, gracias a él ahora se estaba recuperando de las memorias de su oscuro pasado; le estaba profundamente agradecida por eso-. No es su culpa, fuimos nosotros quienes debimos decirle que no estábamos de acuerdo en el mismo momento de la reunión.

- Vaya, ¿Cuántos regalitos debió haberte dado para que lo defiendas de esa manera, T/N? -Murmuró el conejo, aunque sabía que probablemente no debería estar haciéndolo. No después de "prometer" guardar silencio. Como sea, tampoco le importaba mucho. No era como si fuera la primera vez que mentía.

T/N se giró y le lanzó la mirada amenazadora más letal que jamás había visto. Le era una desgracia darse cuenta de que lo había intimidado por un momento, sin embargo, inmediatamente sacudió la cabeza y se giró al lado opuesto, colocando su sonrisa confianzuda de vuelta.

T/N suspiró, le frustraba demasiado todo lo que pasaba. Y efectivamente pelear con Jax no era la opción más prudente. 

- Lo siento tanto, muchachos... no quería que las cosas terminaran así... -Sus ojos se tornaron tristes inesperadamente, y en su afán de no mostrarse débil ante ellos, se sentó en el suelo glacial, girando la cara al horizonte nevado mientras cruzaba sus brazos.

Ellos prefirieron dejarla sola, sabían que era lo que seguramente la podría aliviar más que cualquier frase de consuelo. Aunque por supuesto sí le reprocharon a Jax, reclamándole silenciosamente porqué había dicho eso en ese momento tan inoportuno. Y por supuesto que a él le dio igual.

Pero mientras ellos reclamaban, T/N permanecía contemplando el extenso camino lejano, a la vez que disolvía sus pensamientos.

Aunque en realidad lo único que lograba ver era una densa brisa de nieve, que pronto, poco a poco, fue calmándose hasta dejarle la vista despejada.

Y entonces, de entre esa fina ráfaga restante, una figura lejana apareció. Al notarla, T/N se puso de pie y se inclinó tratando de identificar aquella extraña revelación. Tras observar con más detenimiento notó que se trataba de una gran roca, sospechosamente posicionada en medio de dos árboles de pino. Encontró ese hecho muy raro, por lo que llamó a Ragatha y a los demás para que lo vieran ellos mismos y oír qué opinaban.

Ellos concordaron con ella, por lo que decidieron acercarse al objeto y examinarlo.

- Mmm... no veo algo que nos pueda ayudar a saber qué es esto -Dijo Ragatha, dando vueltas por la zona.

~Un Amor Artificial~  Caine x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora