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El ambiente que antes era cómodo y cálido ahora se encontraba incómodo y gélido.

El castaño soltó un suspiro antes de darle explicaciones a su prometido, de hecho, ni siquiera sabia que explicación daría, después de todo él tampoco sabia que estaba pasando.

─ Yo... ─ hizo una pausa para pensar lo que diría sin molestar a su prometido ─ vine a una fiesta con Chuuya ─ soltó finalmente esperando que el más alto no le cuestionara más.

─ Lo sabía, ese chico siempre anda alrededor de ti como si fuera un insecto, nos vamos ahora ─ dijo mientras tomaba del brazo al castaño.

Osamu no protestó, solamente dejó que el más alto lo llevará dejando atrás a un muy confundido Ranpo.

Ambos subieron al auto del mayor. El camino a casa fue bastante incómodo y aunque parecía tranquilo Osamu sabia perfectamente que esa discusión no iba a terminar tan sólo así, obviamente la verdadera discusión comenzaría al llegar a casa.

Después de 5 minutos ya se encontraban entrando a casa. Al entrar por completo el sonido de la puerta siendo azotada alarmó a Osamu. Ahí estaba otra vez, la faceta que su prometido tanto ocultaba y sólo se la mostraba a él, lastimosamente.

─ Bien, ahora me dirás todo y por qué estabas a punto de besarte con el imbécil ese ─ dijo tomando asiento en el sofá y cruzando los brazos.

─ Ya te lo dije ─ con nerviosismo trató de evitar más preguntas.

─ No te hagas idiota Osamu, sabes muy bien lo que pasará si no me dices la verdad, así que evitame la pena de cumplir con mi palabra ─ soltó fríamente con un tono de amenaza.

Al escuchar eso al castaño le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo; lo sabía, sabía perfectamente lo que pasaba cuando hacía enojar al mayor. Aún tenía cicatrices tanto mentales como físicas de lo que sucedió aquel día en el que se dió cuenta finalmente del tipo de persona que era su prometido.

─ Fedya, sabes perfectamente que yo jamás te sería infiel, sabes todo lo que luche para tenerte junto a mi ─ sus manos y voz temblaban mientras pronunciaba aquellas palabras.

─ No te pedí que me dijeras si me serías infiel o no, te pedí que me explicaras por qué demonios estabas con aquel hombre ─ paso una mano por su rostro tratando de calmarse.

─ Él sólo estaba ayudandome. Un alfa trató de tocarme y él me ayudó ─ dijo finalmente esperando que la discusión terminará ahí.

─ Oh, entonces solamente porque te ayudó ibas a besarlo, vaya, que conmovedor ─ dijo burlón mientras aplaudía.

Osamu se tensó un poco, a su prometido no le había importado el hecho de que un alfa lo había acosado, solamente le importaba el porque estaba tan cerca de Ranpo.

─ Bien, solamente no te arrepientas después, recuerda, hiciste mucho para tenerme a tu lado ─ caminó hacia la salida para finalmente irse dejando al castaño solo en el departamento.

Osamu simplemente se sentó en el  sofá abrazando sus piernas. Aún no entendía porque aquel chico dulce y amable que tanto persiguió se había convertido en uno arrogante y posesivo. Lo odiaba.

Los rayos del sol entraban por el gran ventanal que tenía Osamu en la sala de estar, al parecer después de lo de la noche término durmiendo en el sofá

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Los rayos del sol entraban por el gran ventanal que tenía Osamu en la sala de estar, al parecer después de lo de la noche término durmiendo en el sofá.
Estaba cómodamente dormido a pesar de que la luz exterior entraba, hubiera seguido así si no fuera por el sonido de un celular que lo sacó de su profundo sueño.

Perezosamente se levantó para responder la llamada.

─ ¡Imbécil! , ¡¿en dónde demonios te metiste?! ─ se escuchó del otro lado de la línea haciendo asustar al castaño por los gritos del otro.

─ Ugh, Chuuya idiota, te dije que si algo me pasaba quedaría en tu conciencia ─ contesto algo enojado.

Al escuchar eso, el pelinaranja rápidamente se alertó.

─ ¿Te hicieron algo?, oh Osamu en serio perdoname, estaba muy tomado ayer ─ decía preocupado lo cual alegraba un poco al castaño, al menos alguien se preocupaba por él.

─ Un alfa imbécil me estaba molestando pero Ranpo-san me ayudó ─ dijo tratando de calmar a su amigo.

─ ¿Eh?, ¿quién demonios es Ranpo? ─ se escuchó la voz confundida del ojiazul haciendo recordar a Osamu que no le había hablado sobre él.

─ Ranpo es el hijo de Fukuzawa-san lo conocí hace poco ─ contesto el castaño mientras preparaba su café.

─ Oh, está bien, entonces ¿él te llevo a casa? ─ pregunto esperando que fuera así.

─ ¿Mmm? , nop, Fedya estaba ahí y me trajo a casa ─ trataba de ocultar su tristeza hablando como siempre pero obviamente su amigo notaba que algo no andaba bien.

─ Ese imbécil te hizo algo ¿cierto? ─ dijo con un tono molesto.

El castaño iba a responder hasta que sintió como alguien le arrebataba el celular.

𝘾𝙖𝙨𝙪𝙖𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙  ⦅𝑺𝒐𝒖𝒉𝒆𝒌𝒊⦆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora