𝘾𝙖𝙨𝙪𝙖𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙 ｟𝑺𝒐𝒖𝒉𝒆𝒌𝒊｠

06

Rápidamente volteo en dirección de quien le había arrebatado su teléfono, iba a reprochar pero al ver la cara de su prometido quedo plasmado.

─ No le hice nada, deja de meter tus narices en donde no te incumbe. Osamu es mi prometido, eso significa que en unos meses será mi esposo por lo que te pido que te alejes de él ahora mismo si no quieres que yo te saque de su vida a las malas ─ soltó fríamente para finalizar la llamada.

El castaño simplemente se quedó ahí, sin saber que decir, estaba completamente perdido en sus pensamientos. Al ver la cara de Fyodor rápidamente supo lo que pasaría, deseaba no estar en su hogar ahora mismo.

Rápidamente al salir de su trance corrió directamente hacia la puerta pero ni siquiera logró llegar a la sala de estar. Fyodor lo había tirado al piso ocasionando que se diera un golpe en la cabeza.
Aturdido aún por el golpe trato de levantarse pero no lo logró, finalmente antes de caer inconsciente escuchó algo que lo dejó helado.

Me voy a divertir mucho contigo Osamu.

..

Chuuya corría lo más rápido que podía hacia la casa de su amigo. Sabía que algo andaba con la relación del castaño desde el día en que llegó a su hogar en la madrugada con sus ojos hinchados y algunos raspones. Estaba preocupado, si ese imbécil le hacía algo no se lo iba a perdonar.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que no supo en que momento chocó contra alguien ocasionando que cayera al piso. Al levantar la mirada sintió que su corazón se tranquilizaba un poco más al ver al padre de su amigo frente a él.

─ Chuuya-kun, ¿estas bien?, deberías prestar más atención al camino ─ dijo ofreciendo su mano al más bajo para que se levantase.

─ O-Oda-san, Osamu... ─ dijo tratando de hablar, su voz no salía aunque quería.

Sakunosuke al oír el tono de voz del menor y el nombre de su preciado hijo se alertó ─¿Qué pasa con mi hijo? ─ pregunto tratando de sonar tranquilo

El chico que estaba detrás del mayor rápidamente también puso su atención en la conversación del ojiazul y Oda.

─ Fyodor, no puedo hablar mucho, le pido que me siga por favor. ─ dijo suplicante haciendo preocupar aún más a los mayores.

Poco a poco sus ojos se abrían. Al abrirse por completo pudo divisar a alguien sobre él por lo que rápidamente trato de huir pero el dolor en todo su cuerpo lo detuvo. Dolía tanto que simplemente dejó que el otro siguiera con lo que hacía.

Embestida tras embestida, sentía tantas náuseas, sentía que su cuerpo no le pertenecía. Sabía que los forcejeos serían inservibles por lo que se quedó sin hacer nada. De a poco sentía su cuerpo débil y sus ojos se volvían a cerrar, y antes de que eso pasará vio como la puerta de la habitación se abría con brusquedad. Finalmente todo se encontraba oscuro, nuevamente cayó inconsciente.

Solamente deseaba que al despertar todo haya sido un mal sueño y que su prometido nunca se hubiera convertido en el causante de sus pesadillas.