Bajo al infierno solo por recuperarlo y vivió en el purgatorio tan solo por alcanzarlo. Años fueron lo.que le arrebataron.
Severus tardo más de una década en llevar a cabo su plan. Pero lo consiguió y saco a Sirius de Azkaban, vivo.
Pero logro lo im...
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—¿Por qué? ¿Por qué te volviste uno de ellos?
La voz de Sirius sonaba abrumada, Severus no se atrevía a mirarlo. Con su brazo ya cubierto, se mesó los cabellos.
—Hay mil respuestas para esas preguntas, pero básicamente fue por ti. Si eras mortífago, debía haber alguien de ellos haciendo algo por sacarte y yo quería ser parte. Si no lo eras podía encontrar pruebas de tu inocencia. Pero eso ya era parte de mi plan, no de mis motivos– Severus encendió otro cigarrillo y Sirius se acercó a él, necesitaba de su tacto y de su contacto para mantenerse en pie.
—Mi vida no fue fácil Sirius. Mi padre era un alcohólico que nos masacraba a golpes a mi madre y a mí desde que tenía uso de razón. En Hogwarts mi vida no mejoró demasiado.
—Gracias a mí…
—No, Sirius no. Tal vez parezca tonto, pero creo que aunque me hiciste muchas cosas, no fuiste un verdugo, no era una figurilla de cristal que no pudiera aguantar la presión, me mantenía alerta y cree hechizos, me diste valor para defenderme de Tobías. Aunque era inútil, mi madre era dependiente de él, nunca quiso dejarlo. Cuando él terminó por matarla… pude darme cuenta de que si no me defendía yo sería la siguiente nota roja. No hablo de esto, no me gusta porque es algo que he dejado atrás. Soy quien soy, tome malas elecciones.
—¿Cómo saliste de eso? ¿Qué te ayudó a ti…? ¿Qué fue lo que salvó tu vida y no la de Regulus?
—Es complicado. Yo aún les servía y Regulus… él estaba tratando de encontrar una manera de salvar a su hijo y a Lucius. Nadie abandona el lado del Señor Oscuro así como así, Sirius. Nadie.
—Entonces… ¿Cómo es que tú…?
—Yo aún soy su más leal y valioso mortífago– dijo como si eso le quemará.
Sirius apretó sus brazos alrededor del cuello de Severus y el pocionista lo sostuvo con suavidad, atesorando a la persona más valiosa que tenía y amaba.
—¡Merlín! Tú… tú… ¡Oh Godric! Eres tan jodidamente valiente…
—No lo soy. Ese es Lupin. Yo solo hago lo que puedo por expiar mis malas decisiones, Sirius. Pero nunca podré, nunca acabaré de pagar mis números rojos. Solo debo ser capaz de salvarte a ti y esa te juro será una recompensa.
Sirius lo besó, lo besó con dulzura, sintiendo más respeto por ese hombre que por ningún otro, su vida estaba al borde del abismo y aún así, solo le interesaba salvarlo.
—Debí hacer esto en Hogwarts– dijo el animago poniendo su frente contra la de Severus, sosteniéndose el uno al otro. —Gracias por decirme.
