07: sleepingbeing

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Volver a la normalidad fue tan sencillo que solo hizo que se le oprimiera el corazón.

La primer semana después del viaje escolar fue como vivir bajo una tormenta salvaje sin indicios de salir.

Jungkook había faltado dos veces y apenas y le miraba. Parecía mas molesto de lo común, había tenido un par de riñas con los maestros y uno que otro compañero. No parecía él mismo, y lucía un aspecto espantosamente desastroso.

Taehyung había tenido que persuadirlo para que no fuera y se entrometiera, amenazandolo con decirle a Seokjin.

Eso calmó su necesidad. Solo un poco.

La segunda semana el dolor emocional se convirtió en dolor físico. Fue entonces que todos se dieron cuenta, Seokjin lo notó al instante.

— Respira Minie, te prometo que esto pasará.

Jimin se retuerce nuevamente cuando sus músculos pulsan extrañamente, como si los estuvieran rasgando.

Mentía.

No había nada que pudiera detenerlo y lo sabían. Su lobo estaba sufriendo y poco a poco acabaría con su cuerpo. Y estaba asustado, tanto que empeoraba el dolor.

Tres días agonizando y el dolor simplemente crecía. Ya casi no podía dormir por las pesadillas y la manera en que sus pulmones se negaban a recibir oxígeno comenzaba a inquietarlo.

Seokjin lo acomoda boca arriba en su regazo mientras su madre vuelve a pasar un paño húmedo por su rostro y cuello. La bruma de la fiebre lo ha abatido tan duro que no está seguro de lo que dicen, de lo que hacen a su alrededor.

Ahoga otro gemido cuando una punzada increíblemente dolorosa se instala en su pecho.

Quería que acabara.

Deseaba nunca haberse enamorado de Jungkook. De una ilusión inexistente. De creer que todo sería miel sobre hojuelas.

Hay un ruido ensordecedor que le quita el aliento. Y poco tarda en asimilar que ha salido de su garganta. Tiene aferradas las uñas contra el brazo de su hermano mientras vuelve a retorcerse con los músculos tirantes, casi arrancándole la piel.

Pero Seokjin no se queja en ningún momento.

Como el perfecto hermano que siempre ha sido, soporta su opresivo agarre y el incesante ruido de sus sollozos en agonía.

Luego se desmaya sobre sus brazos.

La próxima vez que abre los ojos, lo primero que hace es gemir con la garganta rasposa. La sentía seca, como si hubiera estado soportando la sed por mucho tiempo.

Se levanta en los codos tratando de recordar dónde diablos estaba. Las sábanas se sienten pegajosas bajo su cuerpo, y la ropa empapada es simplemente incómoda.

Solo reconoce su habitación cuando el ruido del difusor lo asusta y el agradable aroma de mango y piña envuelve el lugar.

Está solo. Le vuelve a doler el corazón.

No quería estar solo.

Se le llenan los ojos de lagrimas y no puede ocultar los sollozos. Su lobo apenas y se hace presente, apenas siente su esencia y cómo lucha por si quiera moverse en su interior.

Estupido lobo.

Se había condenado a sí mismo por un capricho.

Dos toques en la puerta lo sacan de su mente confusa. Ni siquiera responde cuando Seokjin se invita por si solo al interior. Sus ojos preocupados le parten el alma, nunca había disfrutado ese sentimiento de nostalgia que emanaba el alfa cuando lo veía mal.

I LOVE YOU! soulmate kookmin #2 Saga SoulmatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora