14: homerun

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Bueno enfrentarse a Jungkook había desencadenado una serie de eventos alucinantes que le dieron un par de orgasmos durante la siguiente semana. Si había pensado que su hambre acabaría allí, simplemente incrementó su deseo como un incendio forestal.

Era cuestión de tenerle de frente para que su lobo se inclinara ofreciéndose de la manera más obscena posible e incitándolo a comportarse a la par de sus instintos. Lo más sorprendente de todo era la increíble fuerza de voluntad que mostraba en cada uno de sus arranques de calor.

En cuanto se le trepaba encima se las arreglaba para manejarlo bajo su cuerpo y hacerlo llegar con sus dedos.

¿Por qué prolongarlo? ¿Cual era su objetivo con esto?

Estaba harto de pensar. Harto de estar desesperado. Y muy harto del horrible calor que lo había acompañado toda la mañana, como si estuviera incendiándose; eso solo podía significar una cosa y no estaba realmente seguro si estaba listo para pasar su celo obligándose a no abusar de su alfa.

Su aroma estaba esparcido como ondas que podía notar en el aire. Seokjin se había ido a casa de Taehyung en cuanto notó el cambio en el ambiente, un tanto reacio al imaginar lo que podía llegar a suceder. Si supiera que Jungkook no había hecho más que contenerse de seguro estaría saltando de felicidad.

Jimin se retuerce sobre la cama cuando una oleada agresiva de calor le recorre el cuerpo. Nunca había sentido tanto calor, realmente se estaba quemando allí sobre las sábanas; sudando mares y experimentando un dolor explosivo en el vientre bajo. Por más que apretara los muslos el cosquilleo simplemente crecía y crecía.

Aguantando un gemido se arrastra a la orilla hasta alcanzar el teléfono. Deslizando el pulgar en la pantalla para desbloquearlo, navega entre sus contactos buscando el nombre de la única persona que deseaba estuviera allí.

Cada tono de espera lo impacienta, jadeando contra la bocina sintiéndose extremadamente sensible y acalorado. Cuando el timbre por fin se corta, la voz de Jungkook provoca un temblor feroz de su cuerpo, golpeando su pene con tanta fuerza que casi estuvo al borde de perder la consciencia.

Gimiendo, solo pudo murmurar una cosa:— Por favor.

Es consciente del momento exacto en que se le corta la respiración al chico. No hay respuesta, ni hay aviso simplemente la línea queda colgada allí, justo con su desesperación.

Sin fuerzas para volver al centro de la cama se inclina contra sus rodillas aliviando un poco de la tensión entre sus muslos. Rápidamente se arrepiente de la posición cuando inevitablemente el lubricante natural de su cuerpo escurre fugaz empapándolo como nunca antes.

Era incomodo pero estaba listo para que algo entrara, siendo consciente de las contracciones impacientes. Estaba a nada de arrancarse la ropa cuando el aire cambió drásticamente, las feromonas dulces y hostigantes colapsando su sistema nervioso.

Jungkook llegó.

De verdad estaba allí. La poca cordura que lo había sostenido a la realidad flaquea cuando escucha las pisadas apresuradas en el pasillo. La puerta se abre con un golpe seco y finalmente puede dejarse ir cuando la habitación se inunda del olor del alfa.

Lo llama con súplicas acomodando el cuerpo en picada, alzando las caderas con las piernas separadas gime de nuevo apenas notando que el habla se ha ido. Su lengua pesada cayendo fuera de su boca liberando miles de quejidos, como su única manera de comunicarse.

I LOVE YOU! soulmate kookmin #2 Saga SoulmatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora