01: coexisting

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— Jimin ya basta.

— No estoy haciendo nada.

— Exactamente – Su amigo resopla — No has hecho nada por seguir viendo a Jungkook.

Jimin se sonroja cuando su amigo dice aquello no tan bajo como hubiera querido.

Pero tenía razón. Iba más de media hora de la clase y su mitad del trabajo estaba en blanco porque no podía quitarle los ojos de encima al chico sentado al fondo del aula.

Un chico que apenas sabía sobre su existencia.

— Perdón.

— A estas alturas decir perdón no soluciona nada. Odio cuando me recuerdas que vivo rodeado de personas mitad animal.

Jimin observa a Taehyung unos segundos. El chico llevaba alrededor de tres meses saliendo con su hermano mayor, incluso si se había resistido, el lazo entre ellos dos había sido demasiado potente como para que pudieran ignorarlo.

Todavía recuerda las horribles noches de Seokjin, su hermano, casi muriendo debido a que estaban rechazando el lazo. Jimin nunca había estado tan asustado por su hermano, nunca había estado tan asustado de su propia naturaleza.

Seokjin se había encargado de crear un mundo simple para él y sus hermanas. Era el único alfa dentro de una familia de cinco, donde los otros cuatro eran omegas.

Jimin no era un experto en muchas cosas, a sus diecinueve años apenas comenzaba a experimentar lo que Taehyung llamaba una adolescencia normal.

Apenas comenzaba a salir, a salir sin la presencia de Seokjin para resolver cualquier problema por insignificante que fuera. Antes de Taehyung, su hermano controlaba cada aspecto de su vida, incluyendo el amoroso.

Taehyung llegó desde la ciudad decidido a mostrarle todas las cosas divertidas que se había estado perdiendo. Como era un humano, no tenía cuidado con muchos aspectos como los que los híbridos debían tener y eso había sido el detonante para que Seokjin lo aborreciera al primer instante en que los presentó.

Verlos juntos ahora era un poco confuso, y hasta cierto punto envidiable.

Jimin envidiaba la forma en que se miraban el uno al otro. La manera en que sus pupilas se dilataban y se oscurecían, brillaban de alguna forma inexplicable, desprendiendo el amor que sentían por el otro

Él quería eso.

Amor incondicional. Deseo desbordante. Una locura descomunal y apasionada.

Y lo quería con Jungkook.

El chico era un alfa zorro con un humor desagradable. Apenas se hacía presente en las clases, prefiriendo hundirse en su teléfono que mantener una conversación con alguien real.

Tenía unos preciosos ojos dorados cubiertos por pesadas pestañas rojizas, una bonita nariz grande y unos labios rosados que hacían contraste con su piel porcelana. La forma en que su cabello rizado le caía a los costados brillaba cuando el sol lo encontraba, goteando un color rojizo marrón salvaje.

La mayor parte del tiempo parecía morirse de sueño, con bolsas bajo los ojos y unas ojeras oscuras que solo profundizaban su mirada dura.

Era precioso, y aterrador.

Jimin solo había podido observar desde lejos, acercarse era algo peligroso. Una vez tuvo la suerte, si quiere verlo de esa manera, de quedar en su equipo para un proyecto; Jimin había estado tan emocionado al creer que sería su oportunidad de oro.

Bueno hubo todo, menos oro y suerte.

Jungkook había repartido el trabajo para no tener que reunirse y cuando Jimin intentó hacerle ver que al trabajar juntos sería mejor, el chico casi le estampa un puñetazo en el rostro.

I LOVE YOU! soulmate kookmin #2 Saga SoulmatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora