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Mis hombros pesaron haciéndome detener mi caminar y mantener mi equilibrio. Las pequeñas manos de Wonbin rodearon mi cuello y sus piernas mi cadera.

-¡Wonbin no hagas eso! ¡Me asustaste!—llamé su atención agarrando sus piernas.

Sentí el aire caliente cercas de mi oreja, tragué saliva mordiendo mi labio.

-Anton necesito hablar urgentemente contigo. —su voz fue tan baja y seria que lo observé de reojo.

-¿Ahora? Se acabará el pan de melón. -bufé.

Bajó de mi espalda sonriendome, observó a todos lados percatandose que nadie nos pusiera atención, tomó mi mano fuertemente guiándome a un salón lejano de todos.
Dentro de éste, caminó a la puerta viendo que nadie estuviera cerca y la cerró detrás suyo.

¿Por qué tanto misterio? ¿Tan serio era lo que tenía que decir?

-¿Y bien? ¿Qué es ese algo urgente y serio? —crucé mis brazos.

Parecía preocupado, indeciso, caminaba de un lado a otro y así se mantuvo durante minutos.

Se acercó a mí tomando mis hombros y tomó un gran bocado de aire.

-Necesito que me preñez, por favor -soltó de golpe. —No necesito que te hagas cargo de él, yo me encargaré de cuidarlo y educarlo a mi manera, lo único que necesito es tu semilla en mí -junto sus manos cerrando los ojos.- ¡Por favor, por favor, por favor!

Parpadee varias veces queriendo procesar lo que me estaba diciendo ¿preñar? ¿cuidarlo? ¿semilla?

Abrí mi boca un poco confundido.
-Dímelo todo pero ahora más lento, hablaste tan rápido que no pude procesar lo que dices —Lo tomé de sus hombros viendo directamente sus ojos. -Y apurate que tu aroma me está empalagando -cubrí un poco mi nariz.

El aroma de Wonbin era algo asi, ¿cómo explicarlo? Azúcar. Azúcar con mucha diabetes, una combinación de azúcar de caña con azúcar glass, con todas las combinaciónes de azúcar pero con un ligero aroma a chocolate de avellana, ese último me encantaba.

Él trago saliva y de pronto el cuarto se llenó de féromonas de un omega asustado. Palmee su espalda para tranquilizarlo y soltar féromonas protectoras, con eso sentí que lo ayudó ya que poco a poco disminuyó.

-Necesito que me hagas un cachorro.

Tardé segundos en procesarlo.

-¿Estás bien? ¿No te sientes enfermo?—Toqué su frente pero no tenía fiebre.

-Hablo en serio no te estoy pidiendo que nos casemos o algo así, solo que me des un cachorro -frunció su boca jugando con los dedos de sus manos.

-¡Eso es peor! ¡Un cachorro! -despeine mi cabello —¿Por qué me estás pidiendo ésto?

-Sé que es muy confuso para ti pero, esto me ayudará para más adelante -susurró sin verme a la cara. —Lo único que quiero es que me des un cachorro y te lo pido a ti porque te tengo la suficiente confianza para hacerlo.

- Sabes que estoy con Karina -fruncí la boca.

-No te estoy pidiendo que seas mi alfa, sólo que me des un cachorro. -rodó los ojos. —Anton por favor, ella no se enterará. —volvió a juntar sus manos en forma de súplica.

-No lo haré ¿de acuerdo? —caminé a la puerta para irme y rápidamente Wonbin siguió detrás mío.

-Anton por favor, mis padres me castraran para toda la vida si no consigo un alfa que me preñe. Nadie quiere a un omega feo, tonto y débil cómo yo.

A PUPPY? WontonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora