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Final Parte 4

Me senté frente a una mesilla, el sonido de los pájaros alegraban mis oidos, el sonido de las hojas cayendo de los árboles y el tono blanco de las paredes traían paz. Sohee y Seunghan se mantenían unos metros atrás teniendo en brazos a la primogénita cachorrita de la familia Lee.

Mis manos sudaban tanto, las restregué sobre mis rodillas suspirando, estaba nervioso, muy nervioso. Hoy visitaría por primera vez después de 2 años a mi madre, había olvidado poco a poco cómo era su rostro, ya no recordaba y aunque de alguna forma sonara cruel, eso me mantenía tranquilo.

La puerta del cuarto se abrió, dejando entrar a dos enfermeros y una cabellera castaña recortada hasta arriba de los hombros, sus ojeras y palidez la adornaban, entró sorprendida viéndome, sólo lamí mis labios y mi boca se secó.

Después de tanto tiempo, estaba viéndola aquí.

-Veo que ya tienes a tu cachorrita- susurró observando a Sohee y Seunghan en un sofá mesiendo a Sohyun. -También veo que estás marcado.

Toqué mi cuello sintiendo la marca de Antom e inconscientemente sonreí, amaba tanto la marca que adornaba mi cuello. Ella tocó su cuello sin quitarme la mirada.

-La mía sólo es una cicatriz, sólo eso.- Era neutral, todo se encontraba neutral y el ambiente causaba miedo. -¿Por qué dejé de sentir a Chanyeol? ¿Por qué no ha venido a visitarme?- sus ojos se cristalizaron, sintiendo un nudo en su garganta. -Nada de ésto hubiera pasado... No me importaba si el era un alfa al igual que yo- deslizó una de sus lágrimas. -Yo lo amaba... Cuando te tuve intenté amarte...- tragó saliva. -Siempre quise hijos, intenté ser una buena madre y darte amor, pero al final del día siempre terminaba odiandote.

Mi corazón se comprimió, contuve el aire en mi pecho y mordí mi lengua. Me miraba de una forma que no sabía cómo expresar, debido a que eran tantas emociones que causaba miedo.

Su respiración comenzó a acelerarse, comenzó a desordenar su cabello nerviosa y jaló mechones, logrando quitar algunos, fue algo que me dejó shockeado, su mirada de terror de dirigió hacia mí y mi mandíbula tembló.

-Tú me ensuciaste, me llenaste de putrefacción- levantó la voz aterrada. -Todos los días me duchaba desesperada tratando de quitar ese olor a mierda en mí, pero era imposible por que tú estabas ahí- mordió sus uñas agitada. -¡Debí abortarte y no hacerle caso a mi madre!- golpeó la mesa varias veces y segundos después cambió su semblante observándome sería.

-No he dicho nada desde que me senté aquí y ya me heriste- alcancé a decir con un semblante y tono decepcionado, evitando soltar lágrimas. -Yo quería saber cómo te encontrabas pero cada vez te pudres más.- solté entre dientes.

-¿Desde cuándo intentas lastimarme?- sonaba triste. -Creí que sólo te tenía a ti, creí qué éramos un equipo, creí que me amabas.- sollozo. -¿Ya no eres el bebé de mamá?

Bajé la mirada después de mantenerla tanto en ella, amaba a tanto a mamá que verla en este estado me destruía y peor aún, que me confundiera con mi padre.

-Chanyeol estaría aquí si no estuvieras vivo, estaríamos juntos en nuestra burbuja amándonos sin ser rechazados y aislados- murmuró. Puso su mirada en mí, levantándose y tirándose al suelo en posición fetal. -¡Vete! ¡Vete y jamás vuelvas! ¡Jamás vuelvas, me ensuciaras!- observó sus manos con terror y gritos desgarradores salieron a flote. -¡Eres un asqueroso, te odio!

El personal médico entró tratando de calmarla, ya que sus gritos aterrorizaban y me sentía en una película de terror. Suspiré quedándome en el mismo lugar, tratando de convencerme de que lo que decía era mentira. Observé a un enfermero, mirándome indeciso.

A PUPPY? WontonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora