✧12!

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Shotaro

Acaricié en círculos mi gran estómago, soltando un suspiro, tiré mi cabeza hacia atrás, dejando caer todo mi peso en el sofá de la sala, resoplando.

—¿Por qué siento feromonas tristes?— Desvié mi mirada rápidamente hacia la entrada de mi hogar.
—¡Yuta!— Me levanté cómo pude para acercarme a abrazar a mi hermano mayor.

Corrió a abrazarme sin lastimar mi estómago. Yuta había ido a Estados Unidos para estudiar en la universidad ya que había obtenido una beca y de vez en cuando venía a vernos.

—¿Por qué no avisaste que vendrías? Pude haber preparado algo de comer.— Me acerqué al sofá a causa del dolor de espalda que me daba mi barriga.

—Está bien, Shotaro, tú tienes que descansar -dejó sus cosas en el sofá frente a mí. —¿Cómo está tu cachorro? Veo que ya en unos meses das a luz— frunció la boca intentando sonreír.

—Está bien, solo faltan 2 meses y medio —sonreí, no había sido educado para que quedara preñado a mis 18 casi 19 años. Yuta obviamente se decepcionó mucho al saberlo, pero no más que mis padres.

—Esto... —señaló su cuello, toqué el mío dándome cuenta de lo que quería decirme.

—¿Cuándo te marcará?

—Bueno... —bajé mi mirada. —Tal vez, Sungchan está esperando que el cachorro esté por nacer para hacerlo -susurré dudoso, tampoco estaba seguro de si lo haría.

—¿Sabes que mamá te quitará a tu cachorro si no estás marcado? No quiero que tengas que pasar por eso, es tu hijo, pero también es de Sungchan— suspiró revolviendo su cabello. —Si mamá te echa de la casa, puedes irte a Estados Unidos conmigo, con lo que gano puedo mantenernos a ambos pero, no a los tres— observó mi barriga. —Debes seguir estudiando, eres muy inteligente y sé que te ganarás un lugar en una buena escuela. -Se quedó en silencio como si pensara en algo, tronó sus dedos y me observó fijamente.

—Shotaro, de una vez te digo que si Sungchan no te marca antes de nacer tu cachorro, te irás a Estados Unidos conmigo y el cachorro se quedará con mamá, así te enfocas en estudiar y te prometo que vendremos a verlo a veces, ¿bien? No existirá Sungchan en esto, sólo tú y tu cachorrito— sonrió desanimado.

Se levantó acercándose a mí, despeinando mi cabello mientras yo mordía mi labio inferior, aguantando el nudo en mi garganta.

—¿Yuta? ¡Hijo!— El llamado de mi madre hizo que Yuta dejara de tocar mi cabello para correr a abrazarla.

¿Por qué no quiere marcarme? No quería separarme de él ni de mi cachorro.

¿Por qué no quiere marcarme? No quería separarme de él ni de mi cachorro

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Shohei

El timbre de mi casa sonó, inhalé y exhalé antes de abrir la puerta. Eunseok tenía ambas manos dentro de los bolsillos de su chaqueta de cuero, observándome con una leve sonrisa.

A PUPPY? WontonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora