¿Quienes son las nuevas guardianas? #2 Miraculous

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Un aura roja envolvía a la diseñadora, transformándola en su alter ego. Extendió su yoyo y se dispuso a deslizarse entre los tejados con agilidad.

En otro edificio, el modelo se transformó en un felino negro con un traje ajustado. Desplegó su bastón y comenzó a saltar por los tejados, dirigiéndose hacia Ladybug.

—Hola de nuevo, m'Lady —saludó Chat Noir, con una mezcla de nostalgia y alegría en su voz.

Ladybug se sorprendió. Hacía mucho que Chat no la llamaba "m'Lady". Sintió un vacío en su corazón, pero también se dio cuenta de que estaba cada vez menos enamorada de su compañero felino.

—Hola, gatito —respondió Ladybug suavemente, mientras una sonrisa se dibujaba en el rostro de Chat Noir.

El akumatizado comenzó a destruir la ciudad. Una ficha blanca en forma de torre arrasaba con todo a su paso, destruyendo parte de la biblioteca y provocando que escombros cayeran sobre Bridgette y Félix.

Los escombros los habían herido, pero no de gravedad. A pesar de sus esfuerzos, no podían salir. Estaban muy cerca uno del otro, visiblemente incómodos. Bridgette comenzaba a agobiarse por el espacio reducido.

—¿Estás bien, Bridgette? —preguntó Félix, sintiendo el rápido latir del corazón de su compañera.

—Sí, pero... me siento un poco atrapada —respondió Bridgette con ansiedad en su voz.

Félix la abrazó instintivamente. Bridgette se sorprendió, pero no dudó en corresponderle el abrazo. Aunque amaba a Félix con locura, sabía que primero debían derrotar a Le Papillon y ayudar a Ladybug y Chat Noir.

Félix llevaba tiempo sintiendo algo por Bridgette, aunque no quería admitirlo. No se decepcionaba de ella, sino de sí mismo. Bridgette era amable, inteligente y divertida, y siempre ponía su vida en peligro por los demás. No era de extrañar que Adrien estuviera enamorado de Marinette también.

Bridgette se separó del abrazo, quedando a centímetros de la cara de Félix. Ambos podían sentir las respiraciones agitadas y los corazones latiendo con fuerza. Perdidos en la mirada del otro, sus corazones pedían a gritos un beso.

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Clara, devastada por su reciente derrota en el torneo nacional de ajedrez, estaba sentada en un banco del parque, con lágrimas en los ojos. Su corazón se sentía pesado, y cada latido resonaba con la amargura del fracaso.

De repente, un susurro oscuro llenó el aire: —Clara, has sido injustamente derrotada. Te ofrezco la oportunidad de mostrarle al mundo tu verdadera fuerza. Era Hawk Moth. Su mariposa negra se posó en el broche del club de ajedrez que Clara llevaba orgullosamente en su chaqueta.

—¡Chessmaster, soy Hawk Moth! Acepta mis poderes y demuestra tu verdadero potencial. A cambio, me traerás los Miraculous de Ladybug y Cat Noir.

Los ojos de Clara se oscurecieron y una energía siniestra la envolvió. Su uniforme escolar se transformó en una armadura dorada y negra con detalles de ajedrez, su casco en forma de torre de ajedrez. Chessmaster había nacido.

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Las alarmas resonaron por toda la ciudad. Ladybug y Cat Noir se encontraban en lo alto de la Torre Eiffel, observando el caos que Chessmaster estaba desatando. Piezas de ajedrez gigantes, blancas y negras, arrasaban las calles, derribando edificios y atrapando a los ciudadanos en intrincadas trampas.