El segundo libro de la trilogía Los secretos de nuestras familias
Advertencia contenido sensible, hay escenas de asesinatos, temas de depresió..
Bridgette y Marinette son las nuevas guardias el Maestro Fu sentía que ya era la hora de darles a nuest...
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-Bridgette-
Una vez que terminé de hablar con Multisour, cada uno se fue a su respectiva habitación. Entré por la ventana que había dejado abierta antes de salir a patrullar con Félix. Mi prima se fue por el norte de la ciudad, mientras que yo cubría el sur.
Me apoyé en el borde de la ventana y salté hacia el interior del salón-cocina. Deshice mi transformación, y una luz amarilla iluminó la habitación. Mi traje de abeja desapareció, dejando en su lugar el pijama que tenía puesto antes de haberme transformado. Ya era una rutina salir a patrullar la ciudad.
Me acordé de que Marinette debía hacer algo importante hoy. Me demoré más tiempo en la patrulla porque un chico rubio me había contado que su hermano, sin querer, descubrió la identidad de mi prima. Todo ocurrió cuando, al recibir buenas noticias, mencionó al azar que si mi prima era Ladybug.
Al principio pensé que se trataba de una broma, pero cuando lo escuché hablar en serio, supe que no estaba mintiendo. En realidad, creí que había revelado el secreto sin querer, pero cuando me lo explicó, me di cuenta de que Adrien jamás sospechó que su compañera de clase era Ladybug. Siempre encontraba excusas tontas para escabullirse y transformarse.
Mientras reflexionaba, me dirigí a la habitación de Marinette. Abrí la puerta con cuidado, intentando no hacer ruido, para no despertarla y asegurarme de que estaba bien. Sin embargo, al entrar, observé que la cama estaba vacía y perfectamente hecha.
Grité sin querer: "¡¿Dónde está Marinette?!" Estaba preocupada. Corrí a mi dormitorio, donde tenía mi móvil cargando en una mesilla. Quité el cargador, encendí el teléfono y llamé a Félix. Tardó un rato en contestar.
—¿Qué pasa, Brid? —dijo al otro lado de la llamada, con voz cansada, mientras se escuchaba que alguien bostezaba.
—¿Puedes preguntarle a Adrien si estuvo patrullando hoy con Marinette?
—De acuerdo —respondió, algo dudoso del por qué le preguntaba eso.
—Adrien, Bridgette te llama —dijo Félix, mientras se escuchaba a Adrien acercarse al dormitorio de su hermano.
—¿Qué pasa? —preguntó Adrien, con tono molesto y agotado, ya que llevaba un rato durmiendo y lo habían despertado.
—Toma —dijo Félix, pasándole el teléfono—. Bridgette quiere preguntarte algo sobre si estuviste patrullando con Marinette.
Adrien tomó el teléfono y bostezó.
—Hoy Ladybug no patrulló —respondió, pero al pensarlo mejor, de repente abrió los ojos como platos, despertándose completamente por lo que su hermano mencionó acerca de Marinette.
—¿Y cuándo fue la última vez que la viste? —pregunté, mientras caminaba de un lado a otro en la habitación.
—¿Cómo sabe esa información? —se preguntó a sí mismo Adrien—. Bridgette, ¿cómo sabes que Marinette es Ladybug? —preguntó, tratando de atar cabos.
