Nino e Ivan estaban enardecidos; el director había pronunciado la sentencia de un castigo prolongado, y Alya sentía que su indignación crecía con cada palabra. La idea de una semana de castigo la dejó pálida, imaginando qué dirían sus padres al enterarse de su involucramiento en un conflicto con un compañero.
Con sinceridad, no podía evitar sentir un profundo desprecio hacia Félix, percibido como un individuo hipócrita, y hacia Adrien, aunque no le tenía simpatía. Sus sentimientos hacia Marinette eran una amalgama de decepción y lástima; la veía como una torpe despistada, siempre llegando tarde y contando mentiras. Sentía compasión por Adrien, atrapado en la red de las acciones de Marinette, pero no podía evitar notar la indiferencia de esta última hacia Lila.
La transformación de Marinette durante ese año era desconcertante; parecía querer reiniciar su vida, alejándose de su círculo anterior para buscar nuevos amigos. Para Alya, Nino y los demás eran ahora su prioridad, con el amor de su vida, Nino, y su nueva amiga, Lila, ocupando un lugar destacado en su corazón.
Al entrar a clase, no pudo evitar notar los ojos hinchados y cristalinos de Marinette, una sombra de la vivacidad que solían tener. Sus ojos azules, antes tan vibrantes, ahora parecían opacados por el peso de sus preocupaciones.
Después de las clases, una llamada de su madre la sumergió en un torrente de emociones. Durante dos largas horas, la voz de su madre resonó a través del teléfono, inundando su mente con sus palabras.
Cuando finalmente colgó, un ataque de akuma sacudió el suelo, desatando el caos en el internado. Sin dudarlo, Alya se lanzó a los pasillos, buscando seguridad fuera del edificio. Una vez afuera, encendió su móvil y comenzó a grabar, informando en directo a su audiencia sobre la amenaza que acechaba a la ciudad.
La figura del akuma, envuelta en una capa azul noche con destellos de azul y rojo en sus extremos, emanaba una aura de terror. Su piel oscura contrastaba con unos ojos blancos que parecían reflejar su siniestra temática. Con un traje de látex negro y morado, revelaba unas piernas bien definidas, completando su imagen intimidante.
Ladybug, Chat Noir, MultiSour y Abeille aparecieron en las calles de París, sumergidas en una oscuridad impenetrable. Los gritos de los ciudadanos resonaban por doquier, mientras DarkWing se movía con sigilo, dejando una estela de caos y muerte a su paso.
"Tenemos que encontrarlo antes de que haya más víctimas," dijo Ladybug, su voz firme y decidida. Su yoyo emitía un tenue resplandor, la única fuente de luz en la negrura que les envolvía.
Chat Noir asintió, sus ojos verdes brillando con determinación. "Usaré mi Cataclysm si es necesario. No podemos permitir que siga con esta masacre."
MultiSour, con su capacidad de multiplicarse, desplegó sus clones por las calles, esperando rodear a DarkWing. Abeille, con su aguijón listo, voló en círculos, intentando detectar cualquier movimiento.
De repente, un chillido aterrador resonó a pocos metros de ellos. DarkWing había encontrado otra víctima: una niña pequeña que se chocaba con las farolas, cubos de basura y paredes de edificios, incapaz de ver debido a la oscuridad. Sus gritos desesperados llamaban a su madre, a quien no podía encontrar.
DarkWing se acercó a la niña con una sonrisa macabra en su rostro. Sacó un cuchillo afilado, dispuesto a acabar con la vida de la pequeña. "No tendrás a nadie que te salve," murmuró con una voz escalofriante. Con un movimiento rápido, clavó el cuchillo en el pequeño pecho de la niña. La niña chilló de dolor mientras la hoja atravesaba su cuerpo, y cayó rendida al suelo, mientras un charco de sangre se formaba a su alrededor.
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¿Quienes son las nuevas guardianas? #2 Miraculous
FanfictionEl segundo libro de la trilogía Los secretos de nuestras familias Advertencia contenido sensible, hay escenas de asesinatos, temas de depresió.. Bridgette y Marinette son las nuevas guardias el Maestro Fu sentía que ya era la hora de darles a nuest...