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Kaely

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Kaely.

Ya los rayos del sol se cuelan por la ventana, hace dos días que no dormía en mi cama. Todo por la culpa del mugroso demonio que me encerró en el infierno (su departamento). Me levanto a darme una ducha bien fría, mi cabeza me duele por el golpe que me di ayer.

Cuando termino, salgo a alistarme poniéndome un poco de maquillaje en los golpes solo para disimular, así evitando que la profesora Ashley vuelva a interrogarme.

Tendré más tarea acumulada debido a mis faltas, así que no pierdo más el tiempo y salgo directo a mi rutina de siempre. Tomar un taxi, llegar y pagar supongo que eso ya se lo saben de memoria.

<<Si, lo sé. Soy patética>>.

Subo a la 3era planta topandome con la profesora Ashley que de pronto me ve y me pide en momento para charlar <<Vaya, mi idea de pasar desapercibida no me resultó>>.Sin más remedio la sigo hasta su oficina adentrandome en ella como si fuera mio.

—Me comento Eros que estarías ausente un tiempo indefinido — rompe el silencio.

— Claro, la que ve enfrente de usted es mi gemela — no disimulo el sarcasmo en mi tono de voz.

Ashley no parecía sorprendida, ni una pizca de preocupación había en su rostro, al contrario, esbozo una ancha sonrisa en donde mostró sus perfectos dientes blancos. Saca un par de papeles y me las extiende, explicándome que el justificante lo había echo desde ese mismo día y que los maestros estaban al tanto de mi ausencia.

Fruncí el ceño al leer que el motivo de mi ausencia fue que se murió un familiar mio y que no sabría cuando iba a regresar. El papel estaba firmado por todos mis profesores y también especificaba que yo había entregado con anterioridad las tareas de esos días que faltaba.

El justificante era alterado obviamente y ¿quién más pudo haber intervenido en eso?

<< Mugroso Demonio, esa no me la vi venir>>.

— Ashley no quiero ayuda de nadie. Yo me las arreglaré con los maestros para entregarles las tareas atrasadas. Yo puedo arreglarmelas sola. — le devuelvo la "justificación".

—No lo veas así, como si fuéramos extraños Kaely, es más, interactuaremos más de lo que tú crees— me guiña un ojo y me devuelve el "justificante".

<<Bien, lo tomo>>.

Volteo los ojos en modo de respuesta, con ella no es con quién debo tratar directamente. Eso me di cuenta en el momento que entre por primera vez aquí y llegó el mugroso demonio.

Una chica problemática Donde viven las historias. Descúbrelo ahora