Capítulo II: La verdad

211 7 14
                                    

Eran las seis y media de la tarde, quedaba bastante para nuestra junta con los chicos, yo estaba ahí, en mi pieza mirando hacia el techo estirado en mi cama, pensando en él, en cómo mas rato le diría que lo amo... Los dos bailando, lo llevo a una esquina y le digo "Dereck, me gustas" el me respondería "Nath...mi querido Nath, también te quiero mucho" en eso se acerca, me besa y nos quedamos ahí, compartiendo de nuestros alientos por unos cuantos segundos...minutos...horas...

-Nathy! Levántate! Ven a cenar-dijo mi mamá golpeando la puerta como ella lo solía hacer, (dos golpes suaves y otros tres fuertes).

-¡que no me digas Nathy! ¡Ya no soy un niño!-grité exacerbado. Me levanté apurado y algo mareado, tomé mi Iphone y vi la hora, eran las 21:56 de la ¡noche! Me había quedado dormido, pero aun podía llegar, estaba a tiempo.

-está bien, lo que tu digas. Sólo ven a comer.

-no puedo-dije abriendo la puerta para verla-mamá querida del alma, ¿puedo salir?

-¿dónde?-me miró enojada.

-con los chicos, a la casa de Dereck...-ella se quedó meditando unos segundos-por favor... y me podrías dar unos veinte dólares.

-está bien...cuídate. Solo cuídate. Y pídele plata a tu padre- Me fui al baño, y me duché en unos segundos, me quite la transpiración, puse algo cómodo, una polera, una chaqueta de cuero y unos jeans rojos y salí de mi casa. Tomé taxi obligado ya ¡como los odiaba!, cobraban un dineral, y los viejos creían que era deber moral de ellos hablarte de su vida...como si me importara escuchar que le fueron infiel y esas cosas...

Llegué media hora atrasado, por suerte me esperaron, sino hubiese tenido que entrar a ese antro de la perdición solo, y no me atrevía a hacerlo. Llegamos al famosos NightDancing, un club donde la juventud convergía en esos lugares, homosexuales iban y salían, había unos tan evidentes que me daban hasta rabia! Quizás sea bisexual, y hay momentos en que sea más gay que otras veces, pero no por eso tengo que vestirme con una falda, y pintarme la cara, no los entiendo, soy hombre, me gustan los hombres también y punto1...

Robert, estaba bien vestido, era raro verlo sin ese gorro y su celular-tablet-computador o algo tecnológico en sus manos, se le podía ver su rojo color en el pelo, era increíble, pero para que hablar de Violetta, siempre tan distinguida y mi amiga Peace, que fue con su novia Charlie, ambas hacían una adorable pareja y bueno... estaba él, Dereck, con su camisa y jeans ajustadamente hermosos, me excitaba, me gustaba, me producían millones de sensaciones a la vez.

Empezamos a bailar, y debo reconocer que no lo hacía nada de mal, todos me decían que bailaba bien, y bueno, aquí estoy, contento, alegre a pesar de no tener el cuerpo de los estúpidos bailarines que se preocupan de su figura, simplemente, una persona normal, que le gusta hacer lo que hace. Lo hacíamos en grupo, pero luego, Peace y su chica se fueron alejando quedando nosotros cuatro. En una, toque la cadera de Dereck, él me miró, pero no dijo nada ya que estaba algo borracho de tanto tomar, el único mas o menos decente era Robert, que solo ingirió una botella de cerveza. Fui donde el barman y pedí un vodka puro, luego diluido y ya, cuando estaba más o menos ido, me di valor para ir a contarle a mi amigo lo que sentía, le tome el brazo y lo alejé.

-Nath! Que te su-sucede-me dijo algo borracho.

-escucha Dereck... no sé cómo decírtelo, pero quiero que sepas... que desde hace un tiempo... no. Mal comienzo, a ver,¿ te acuerdas cuando me pediste un consejo y no te lo alcance a dar?

-si...-me dijo tomando otro sorbo.

-pues bien, a como dé lugar díselo a la persona que te gusta, sino lo haces, es posible que nunca ocurra nada, no pierdes nada, solo inténtalo!

Assassin's Diary Donde viven las historias. Descúbrelo ahora