Capítulo XI: ¿Assassin?

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DOS DÍAS DESPUÉS.

-¡Cámbialo!, no seas injusto.

-tú no puedes interferir en mi decisión.

-sabes muy bien que él no se merece esto!-yo caminaba por el pasillo tranquilamente mientras en la esquina escuché la voz de Alpha que graduablemente subía de tono, así fue como presté atención-nos demostró a todos lo que vale.

-como te dije, no me interesa tu opinión, no por que seas de alto rango te da autorización para mandar sobre las decisiones que tomo.

-escúchame Omega, tú lo cambiarás.

-no me interesa! Ese chico no significa nada para mí.

-te derrotó en combate! Yo lo vi, no puedes negar eso-

-fue suerte de principiante-se ofuscó

-¿principiante dices? ...Qué raro, lo que vi afuera fue una paliza, además sabes muy bien que no seguiste nuestras reglas, tal vez podías atacarlo, pero no haciendo uso de esa técnica de bloqueo nervioso-hablaban de mí, era sensacional la manera en que Alpha me defendía, aquello me daba valor para seguir escalando aún mas-así que te lo ordeno, ¡cámbialo!

-no sé por qué tanto entusiasmo con ese chico, ¿acaso te gusta?

-no, solo estoy siendo justo.

-¿justo?, no me hagas reír, ¿fuiste justo cuando estabas junto a Delta y por las noches te ibas con otros, incluso conmigo?-¿Alpha le era infiel a Delta?...oh, no lo puedo creer...-AHH!-Omega aulló de dolor-suéltame!...suéltame!-yo no los podía ver, pero por el sonido, Alpha le estaba dando un apretón.

-que te quede claro que eso no es un tema tuyo...sabes, me voy...-lo soltó y rápidamente me escondí en una habitación cerca-para la próxima vez que me digas algo así, no te perdonaré nunca.

Mire el descriptor, la ceremonia iba a comenzar, así que espere un par de minutos y me fui a la sala. A Los siete nuevos reclutas de los 63... ahora oficialmente llamados miembros de Assassins, nos hicieron sentarnos en unos sitiales totalmente hermoso frente a todos los demás entre ellos, había muchos agentes observándonos, casi el mismo número de los que habían asistido a mi examen.

-daremos inicio a la ceremonia de iniciación, silencio-dijo una voz masculina, bastante grave y pronunciada-hoy, quiero que se guarden en sus memoria, el día en que ya no son estudiantes, sino hombres...y miembros oficialmente de Assassins. Siéntanse orgullosos, muy pocos han aprobado este año, y eso demuestra que han sido los mejores de su promoción. Los felicito-dijo mientras daba vuelta la página para salir leyendo.- Ahora deben pronunciar el juramento.-el día anterior, nos enviaron al descriptor el famoso "juramento". Debo reconocer que estaba muy nervioso, ya que al decirlo: primero, debía de hacerlo delante de todos los observadores, y segundo, frente a una gran vasija con fuego, al más puro estilo de "los juegos olímpicos". Había escuchado que varios se habían quemado cuando lo pronunciaban, y yo no quería que me sucediera eso, al menos no delante de Alpha. Paso el 1°...el 2°...y así hasta llegar a mi número. Ningún afectado por quemadura,...eso me tranquilizó...algo.

-prometo...-tratando de que mi voz tomara potencia mientras me acomodaba mi puño en el pecho - cada día obedecer las normas y reglas que se me han impuesto-el fuego tocaba mi cara, o al menos lo sentía así-respetaré a mis superiores, y a mis hermanos como respeto a la vida. Si he de revelar algún secreto, o exponer información relacionado con esta institución incluyendo mi vida, doy toda la autorización para que tomen mis extremidades... y se las den como presente a las pirañas y / o a otro animal que sienta placer de comerme.-no me cansaba de decir que esto me estaba dando miedo...de verdad, ¿quién habrá sido la mente retorcida que invento esto?-si en algún momento llego a ser capturado por el enemigo, no debo tener piedad en matarlos a todos, pero, si no tengo escapatoria, me morderé la lengua cortándomela para así no hablar-se me había dicho que antes eso era común, pero últimamente con nuevas máquinas para ver el cerebro, recuerdos o inducir pensamientos, Assassin nos da un fármaco para esas situaciones. Actúa como una bomba dentro del cerebro, tal cual. Los receptores neuronales se excitan tanto que vibran chocando con otras y en unos segundos, no aguantaban la presión y ¡BOOM!, ese método me daba más terror que morderme la lengua...-dicho sea esto, juro lealtad ante Assassins por sobre todas las cosas. -termine sin ninguna quemadura. Volví a mi puesto, esperando paciente por saber a cual

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