Capítulo L: Family...

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Aquel domingo, el día que mi madre había decidido invitarme a cenar a la me desperté temprano y era tanto el nerviosismo que no tuve más remedio que practicar con mi espada para tratar de relajarme. El ruido era tanto que probablemente desperté a Robert quien yacía en su habitación.

Quedamos de juntarnos a las 2 de la tarde y aun era medio día y la espera era eterna. Di acceso libre a mi gula y empecé a devorar todo lo existente en la despensa con el fin de quitar los nervios que no hacían mas que molestar mi pobre estómago.

Ya a esa hora Robert estaba despierto pero estaba en su pieza con los computadores quizás haciendo que cosa que mejor no molestarlo porque el sí que se cabreaba y ya lo había hecho molestarse un par de veces.

Tomé una ducha luego del entrenamiento, me vestí más o menos según mi estilo de salida. Un pantalón jeans oscuro, una camisa y un abrigo grueso y largo debido al invierno característico de mi ciudad. Tomé el auto y en unos minutos considerables llegué fuera de mi casa donde había dos autos tipo sportage negros y además en él había un par de hombres con lentes oscuros que me observaban al bajarme. Toqué el timbre y mamá salió a recibirme.

-Nathy! Tanto tiempo mi bebé-corrió a abrazarme.-¿cómo has estado? Hace tiempo que no contestas el celular, ¿qué pasa?

-Mom, suéltame primero-dije sonriendo-No he tenido tiempo, la semana pasada estuve en Boston.

-ah, entiendo, ven vamos, hace frío acá-

-gracias- conforme iba caminando sentía cada vez mis pies más y más pesados. Había algo dentro de mi que me decía que era mejor no entrar-mamá, seguro esta es una buena idea?

-Nathy-se dio vuelta en el marco de la puerta-has estado más de un año sin venir a nuestra casa, ya es tiempo de que las cosas terminen-

-está bien...-tomé sus palabras con gallardía y entré. Todo estaba igual, los mismos cuadros, los mismos retratos, los mismos muebles, los mismos aromas. Apenas Entré mi hermano menor me recibió.

-Nathaniel-sonrió-te echaba de menos-me abrazó-

-Cómo has crecido Aarón.

-ya te alcancé de altura-gritó contento-

-y serás más grande que yo lamentablemente- reí

-vamos a comer, estoy muriendo-dijo.

Fuimos al comedor y vi a mi padre, Alexander y su novia sentados en la mesa. El primero que se puso de pie fue mi hermano, y atinó a saludarme algo fingido.

-hola Nathaniel, bastante tiempo eh?

-...-traté de tirarle una broma pesada pero no quise-Hola Alexander.

-hace tiempo que no te veo Nathaniel-dijo la novia de mi hermano, hija de la dinastía Grush.

-si bastante- ¿desde el matrimonio? Ah disculpa, no me invitaron. Le iba a decir pero mejor no provocar-padre...-le miré su rostro y evidentemente mostraba signo de desinterés.

-Nathaniel, estas más delgado, ¿estás enfermo?-claramente esa pregunta apuntaba a una broma cruel y de mal gusto para la comunidad.

-te equivocas, peso 5 kilos más que antes, pero gracias estoy bien y tu?

-aquí, comiendo-se sentó y mi mamá rápidamente trajo un plato para mi-

-Hijo, mucho trabajo?-Mamá trató de que la conversación fuera más amena y cálida debido a que nadie hablaba.

-he estado muy ocupado.

-haciendo qué?

-ya sabes, estudiar y hacer consultorías para NASA.

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