La universidad nuevamente estaba a la vuelta de la esquina y tanto Max como sus amigos estaban felices de volver luego de haber ganado los Juegos Extremos, aunque Max estaba más feliz por haberle ganado a Bradley. Y aunque aún tenía que ver a su padre en la universidad, al menos no lo haría pasar vergüenza en clases.
Su reputación se había lanzado al cielo, por lo que tenían más de una chica detrás suyo y obviamente no perderían la oportunidad de tener la mayor cantidad de citas posibles.
La universidad nuevamente estaba a la vuelta de la esquina y tanto Max como sus amigos estaban felices de volver luego de haber ganado los Juegos Extremos, aunque Max estaba más feliz por haberle ganado a Bradley. Y aunque aún tenía que ver a su padre en la universidad, al menos no lo haría pasar vergüenza en clases.
Max caminaba con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Sus amigos lo halagaban como si ya no lo hubieran hecho lo suficiente durante todo el verano.
—Todavía no puedo creer que hayamos derrotado a los Gammas —decía PJ, mientras descansaba su brazo en los hombros de Max.
—Deberíamos ir a por nuestra segunda victoria —agrega Bobby.
—¿Y ganarle a Bradley otra vez? Claramente que acepto —Max sonríe de tan solo imaginar la cara de Bradley al verlo ganar otra vez.
—¿Bradley continúa con los Gammas? Pensé que lo habían botado del equipo.
Max frunce el ceño un poco confundido. ¿De verdad habían botado a Bradley de su propio equipo?
—Sin Bradley en los Gammas, ¿de verdad vale la pena que participen? No son más que idiotas con tan poca habilidad que únicamente ganan haciendo trampa.
—Entonces tendremos la victoria asegurada.
—Y eso le quita lo divertido. Tal vez deberías relajarnos un poco de los Juegos Extremos y hacer algo diferente.
Como si fuera obra del destino, una chica se les acerca, especialmente a Max y le entrega un sobre.
—Hola, Max. Haremos una fiesta por el regreso a clases este fin de semana y están los tres invitados. Por favor, no faltes.
Max acepta el sobre con una sonrisa.
—Ahí estaremos.
La chica se va corriendo con su grupo de amigas mientras da pequeños brincos de felicidad por tener a Max en su fiesta.
—¡Qué galán! —lo molesta Bobby, dándole pequeños golpes en sus costillas con su codo.
A medida que se acercaban al edificio de aulas, Max notó que un grupo de chicas los observaba con interés desde una distancia cercana. Sonrió, consciente de la atención que su victoria en los Juegos Extremos había generado entre ellas.
—Parece que hemos atraído a algunas admiradoras, chicos. No me sorprendería si terminamos con un par de citas antes de que termine el día —murmura Max, a la vez que les guiña el ojo a su grupito de admiradoras.
—Lastimosamente no puedo aceptar citas que no sean de mi novia —agrega PJ.
—No creo que haya problema con eso, porque todas las chicas están solo enamoradas del pequeño Max —se burla Bobby.
Al ingresar al aula, Max y sus amigos se encontraron con un bullicio de estudiantes que llenaban los asientos, intercambiando saludos y compartiendo sus experiencias durante las vacaciones.
El sonido de la puerta del aula al abrirse atrajo la atención de Max, y su corazón dio un vuelco cuando vio entrar a Bradley, con su característica actitud arrogante y confiada. Bradley se detuvo por un momento al ver a Max, sus ojos chispeando con un destello de furia mientras cruzaban miradas por un instante antes de que Bradley se dirigiera a tomar asiento en la parte delantera del aula.
—¿Viste eso? Bradley te está mirando como si quisiera matarte —le susurra PJ.
—No me importa lo que piense Bradley. Demostré que soy mejor que él en los Juegos Extremos, y eso es todo lo que importa. Además, ¿qué va a hacerme el solo? No puede ni participar en los Juegos sin un equipo.
El profesor entró al aula, poniendo fin a la conversación mientras comenzaba la clase. Max trató de concentrarse en la lección, pero no pudo evitar sentir la mirada penetrante de Bradley sobre él durante toda la clase, imaginando lo mucho que lo debería estar odiando ahora mismo.
Después de la clase, Max salió del aula con sus amigos, discutiendo los planes para el resto del día. Mientras caminaban por el campus, Max se dio cuenta de que Bradley los seguía de cerca, mirando hacia un lado o hacia otro como si intentara disimular.
Decidido a no dejarse intimidar, Max decidió abordar la situación directamente. Se detuvo en seco y se giró hacia Bradley, quien se encontraba a pocos metros de distancia.
—¿Qué ocurre, Brad? —preguntó con un tono altanero y burlesco.
Bradley levantó una ceja, mostrando una sonrisa burlona en su rostro.
—Oh, solo estaba pensando en lo afortunado que fuiste en los Juegos Extremos. Pero no te preocupes, Max, tu suerte no durará para siempre.
Max apretó los puños, sintiendo la rabia burbujeando dentro de él, pero se obligó a mantener la compostura.
—Creo que demostré más que suerte en los Juegos Extremos. Y estoy dispuesto a demostrarlo de nuevo si es necesario.
Bradley soltó una risita, pero Max pudo ver la chispa de desafío en sus ojos.
—Estoy deseando que llegue ese día. Hasta entonces, no bajes la guardia.
—¿Y cómo piensas competir ahora? Un pajarito me ha contado que te han echado de tu propio equipo —Max sonríe satisfecho al ver el rostro de Bradley enrojecerse de la furia—. Oh, ya veo. Nos estabas siguiendo porque te querías unir a los Alfas.
—¿Los Alfas?
—Le hemos puesto un nombre a nuestro equipo. Ya que tu anterior equipo eran los Gammas, ahora somos los Alfas... y supongo que te irás a los Omegas.
—Muy gracioso, Max. No tenía idea de que leías esa clase de historias.
—No tengo idea de qué historias hablas, Brad. Yo solo hablaba de matemáticas.
—Hu-mi-lla-do —se burla Bobby
Con esas palabras, el trío de amigos se da la vuelta, dejando a Bradley con las palabras en la boca. Claramente eso no acabaría ahí.
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Inertia [Maxley]
FanfictionDespués de derrotar a los Gammas, Max vuelve a la universidad para cursar su segundo año, aún sumergido en el mundo del skateboarding, aunque también más interesado por la vida universitaria, los amigos, las fiestas y los amores. Por otro lado, Bra...