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Llega el fin de semana y con ello el nuevo desafío propuesto por Max. Ya habían tenido la prueba de velocidad y ahora tocaba la prueba de habilidad, teniendo como jueces a los Gammas.

No podía hacer trampa porque sería como firmar su derrota, pero no confiaba en que los Gammas fueran justos y muchos menos Tanque.

Bradley se ajusta el casco y se acerca a Max para darse la mano antes de empezar con el desafío.

Cada uno tendría su turno para estar en la pista y mostrar lo mejor que podía hacer. Al ser el desafío propuesto por Max, él empezaría.

—Suerte, novato.

—No creo que la necesite.

Max pasa primero a la pista haciendo una entrada simple, pero segura hasta que agarra impulso para hacer sus maniobras. No es sorpresa para nadie su increíble habilidad en la pista. A comparación del año anterior, ahora si podría mostrar sus mejores trucos sin ser saboteado por Bradley.

Max baja de la pista golpeando a Bradley con su hombro.

—Supera eso.

Este solo rueda los ojos y va directamente a la pista. A comparación de Max, Bradley no hace una entrada sencilla, sino que busca llamar la atención desde el primer segundo. Lleva más años que Max en eso y obviamente tiene mucha mejor habilidad, sus trucos son impecables y han sido perfeccionados por años.

Max se le queda mirando con la boca abierta. Sabía que Bradley había sido el mejor de los Gammas, pero nunca se había percatado que fuera tan bueno, mucho menos sin trampa.

Bradley sale de la pista con una sonrisa en su rostro sabiendo que ha ganado por mucho. Se quita el casco y su cabello está mojado por el sudor, incluso está un poco desordenado.

—Parecías muy confiado, Max. Es una lástima que no siempre puedas ganar.

—Aún no han dado los resultados.

—Es más que obvio quien va a ganar.

—No cantes victoria aún.

Tanque se levanta de su asiento después de haber discutido con el resto de los Gammas el resultado.

—Gana Bradley.

El nombrado ensancha su sonrisa al ver el desconcierto de Max.

—¿Y bien, novato?

—¡Aún faltan más desafíos, esto no determina nada!

—Bien, entonces prepararé el próximo desafío.

Bradley toma su skate con intención de marcharse, pero Tanque se interpone en su camino.

—¿Y ahora qué quieres? —Bradley se cruza de brazos.

—Queremos que regreses a los Gammas. Te necesitamos.

—¡Ja! Primero me echan y ahora que los Juegos Extremos están a la vuelta de la esquina quieren que vuelvan. Están locos si creen que voy a volver ahora. Además, ya tengo un equipo.

—¿Ahora estás con la competencia?

—Al menos no tienen el cerebro de maní que tienen ustedes.

—Y al menos ellos no te dejarán morir con tal de ganar la competencia.

—Ya súperalo. Me tengo que ir.

Tanque lo toma del hombro con fuerza evitando que se vaya, justo cuando está por darle una paliza Max se pone en medio de ambos.

—Oye —Max empuja a Tanque, aunque ni con toda su fuerza logra moverlo—, deja en paz a mi equipo, grandulón. ¿Por qué no te vas con tus amiguitos a practicar en vez de estar comportándote como un orangután?

—¿Y tú quien te crees? No eres más que un novato con suerte.

—Di lo que quieras. No ganamos por suerte, ganamos porque somos mejores y te darás cuenta cuando ganemos otra vez. Sin Bradley en tu equipo no son más que monos en skate. Vámonos, Bradley.

Bradley se suelta del agarre de Tanque y rompe en risas, mientras camina en dirección a su dormitorio junto a Max.

—¿Y tú qué? ¿Te crees el héroe de esta historia? No necesito que me defiendas, lo tenía todo controlado.

—No puedo dejar que te lesiones antes de los Juegos y con lo frágil y delgado que eres, no me sorprendería que Tanque te rompiera en dos de una paliza.

—No soy tan frágil como aparento. Sé defenderme.

—¿Ustedes dos terminaron mal su relación?

—¿Y eso a ti qué carajos te importa? No somos amigos para que tengas que saber toda mi vida. Solo te ayudo con los exámenes y tú me dejas estar en tu equipo. No me defiendas, no me protegas, no te preocupes por mí, ni hagas preguntas raras, solo mantén tu distancia y no me molestes con tus cosas.

—¿Por qué no regresaste con los Gammas? ¿No era eso lo que querías?

—Sí, eso quería antes, pero ahora que veo su última opción prefiero mantenerme lejos de esos subnormales. Así que adiós, ahora mismo quiero mi espacio y me está molestando tu presencia.

—Bien, bien. Me voy —Max mete sus manos a sus bolsillos y se da media vuelta para regresar con sus amigos—. No olvides pensar en el siguiente desafío.

...

Bradley regresa a su dormitorio y cierra con llave la puerta tras de sí. Sus mejillas están completamente rojas y siente que arden. No sabe lo que le pasa.

¿Se había puesto nervioso por tener a Max tan cerca? No, claro que no, estaba nervioso porque Tanque estaba por golpearle.

¿Por qué tenía que salir a defenderlo como si él no pudiera solo? ¿¡No podía simplemente tratarlo mal!?

¿Por qué tenía que ser tan bueno? ¿Por qué lo tenía que confundir todo el tiempo? ¿Por qué su corazón latía de rápido? Quiere arrancar su corazón, porque no quiere aceptarlo.

No quiere aceptar que está empezando a sentir algo por Max y no es exactamente odio.

Inertia [Maxley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora