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Después de volver de la fiesta con sus amigos y recordar que había dejado a Bradley dormido en su cama, no tuvo más opción que dormirse en el suelo abrigo de su propia ropa regada por ahí. Terminó levantándose excesivamente temprano, aunque durmió poco. Sabía que no podía dejar a Bradley prácticamente solo en su habitación —ya que ni PJ ni Bobby harían algo por él—, especialmente con la resaca que debía tener.

Max miró a Bradley, que aún dormía profundamente en su cama. Decidió dejarle una nota rápida antes de irse.

"Bradley, te llevé a mi habitación anoche porque estabas muy mal. Si necesitas algo, estaré en el skatepark.

—Max."

Con eso, Max salió de la habitación, dejando a Bradley seguir durmiendo.

Bradley despertó horas después, desorientado y con la cabeza martilleándole. Le tomó un momento recordar lo que había pasado la noche anterior. Encontró la nota de Max y la leyó con una mezcla de molestia y una pizca de gratitud que rápidamente desechó. No quería sentirse agradecido con Max.

Rápidamente se sintió nauseabundo al sentir el horrible olor que tenía toda la habitación. ¿Es que acaso esos chicos no conocían el significado de limpieza?

Tendió la cama de Max y recogió incluso su ropa sucia como la de los otros dos chicos. Puede que sus padres no fueran las mejores personas, pero al menos le habían enseñado a mantener su entorno limpio.

—Veo que ya conseguimos un nuevo sirviente —escucha la voz de Bobby aún un poco adormilada.

Bradley instantáneamente se mantiene completamente firme y voltea a verlo con una sonrisa cínica.

—Cállate. No sé cómo pueden vivir aquí como si fueran ratas.

Bradley dejó la habitación a medio limpiar y salió de allí ofendido.

Más tarde ese día, Max se encontraba en el skatepark, practicando trucos y tratando de olvidar los eventos de la fiesta. Justo cuando estaba comenzando a concentrarse, escuchó una voz familiar detrás de él.

—Max. —Bradley lo llamó, su tono más firme que agradecido.

Max se dio la vuelta, deteniéndose sobre su skate.

—¿Qué quieres ahora?

—No me necesitas cuidar, ¿sabes? —dijo Bradley, cruzando los brazos con un aire de autosuficiencia.

—No lo hice por ti. Lo hice porque alguien tenía que hacerlo. —Max replicó, metiendo sus manos en sus bolsillos.

—Claro. Lo que digas. —Bradley dio un paso más cerca—. Pero no te hagas ilusiones de que vamos a ser amigos ahora.

—Ni lo pensaba. —Max se encogió de hombros—. Solo intenta no beber tanto la próxima vez.

Bradley bufó, girándose para marcharse, pero se detuvo a medio camino.

—¿Y si no quiero?

Max lo miró fijamente, evaluando su tono y su postura.

—Entonces sigue por tu camino y no te metas en el mío.

—Oh, no te preocupes, Max. No tengo intención de hacerlo.

Bradley se alejó finalmente, dejándolo a Max en sus pensamientos nuevamente.

Más tarde, en la cafetería, Max se reunió con PJ y Bobby para almorzar. La charla era casual hasta que PJ trajo el tema de la fiesta.

—Oye, Max, ¿todo bien con Bradley? —preguntó PJ, preocupado.

—Sí, solo necesitaba alguien que lo ayudara a no caerse por ahí. —Max dijo, tratando de restarle importancia.

—Debiste ver tu cara cuando lo llevaste a tu habitación. Pensé que te desmayarías tú también. —bromeó Bobby.

—No fue nada. —respondió Max—. Pero hablando de otra cosa, ¿viste a Roxanne?

—Sí, parecía bastante interesada en ti. —dijo PJ con una sonrisa.

—No lo sé. Solo estamos hablando como amigos. —dijo Max, aunque una parte de él no estaba tan seguro.

Mientras tanto, Bradley se encontraba solo en su habitación, aún enfadado por la noche anterior. Decidió salir a dar un paseo para despejar su mente. En su caminata, vio a Tanque y algunos miembros de los Gammas. Se acercó con la esperanza de hablar con Tanque una vez más.

—Tanque. —lo llamó, tratando de sonar seguro.

Tanque se giró, su expresión endurecida.

—¿Qué quieres ahora, Bradley?

—Solo... quería hablar. Sin peleas esta vez.

Tanque suspiró y se apartó de los demás.

—De acuerdo. Tienes cinco minutos.

—Mira, sé que lo arruiné. Pero necesito recuperar mi respeto, necesito recuperar mi posición —dijo Bradley, con sinceridad en su voz.

Tanque lo miró fijamente.

—Bradley, esto no es solo sobre nosotros. Es sobre lo que representamos. No puedo solo dejarte volver sin más.

—Entonces dime qué hacer. —pidió Bradley, sintiendo la frustración crecer.

Tanque lo observó por un momento antes de hablar.

—Cambia esa actitud tuya, no solo para volver con los Gammas, sino porque a nadie le vas a agradar así.

Bradley asintió lentamente no del todo de acuerdo. ¿Qué se supone que tenía que hacer, fingir ser el chico bueno con todos solo para agradar? Eso era una puta mierda.

...

De vuelta en la cafetería, Max y sus amigos terminaron su almuerzo y se despidieron. Max decidió ir al skatepark una vez más, necesitaba liberar tensiones. Mientras practicaba, vio a Bradley llegar, con una expresión más determinada que nunca. ¿Es que acaso ese tipo no tenía nada más que hacer que molestarlo?

—Max, tengo que hablar contigo —Bradley dijo, acercándose.

—¿Sobre qué? —Max preguntó, curioso.

—Negocios —Bradley respondió, su tono firme y seguro.

Max levantó una ceja, intrigado por el nuevo enfoque de Bradley.

—¿Negocios? Te escucho.

—Te propongo un reto, Max. —Bradley dijo finalmente—. Una competencia justa, tú y yo. Sin trampas, sin excusas.

Max levantó una ceja, evaluando la propuesta.

—¿Qué tipo de competencia? —preguntó, sin dejarse intimidar.

—Algo que demuestre de lo que realmente somos capaces. Una serie de desafíos a lo largo del semestre. El que gane más, se lleva la victoria final. —Bradley explicó, su tono serio.

Max consideró la idea por un momento. Le gustaba la idea de una competencia que los mantuviera en tensión durante todo el semestre. Además, podría ser la oportunidad perfecta para demostrar, una vez más, que era mejor que Bradley.

—De acuerdo, acepto tu reto. —dijo Max finalmente—. ¿Cuáles son las reglas?

—Lo mantenemos simple. Cada desafío lo propone uno de nosotros, y el otro debe aceptarlo. Se alternan semana a semana. —respondió Bradley.

—Trato hecho. —Max extendió su mano para sellar el acuerdo.

Bradley no dudó ni un momento antes de estrechar la mano de Max, sellando así su pacto.

Inertia [Maxley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora