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Bradley se separa con brusquedad al caer en cuenta lo que estaba haciendo. Mira su reloj de muñeca y maldice por lo bajo.

—Mierda. Se me hace tarde —intenta disimular para regresarse a su habitación.

—¿Qué fue eso? —pregunta Roxanne exaltada.

—No sé. Ese tipo es raro.

—No, Max. De verdad, ¿qué fue eso? ¿Por qué lo seguiste besando?

—¿Qué se supone que haga? Si lo empujaba quedaba como homofóbico y si lo beso quedo como gay. No sé qué esperabas de mí.

—¿Te gusta Bradley?

—¡No! Es solo que... —Max intenta pensar sus palabras, pero su cabeza se ha quedado en aquel beso. ¿Cómo es que Bradley besaba tan bien?— Me gusta ver a Bradley nervioso. Eso es todo. Ni siquiera él tiene sus pensamientos claros. Se tira encima mío para besarme y luego corre como un cobarde.

—Me voy, no quiero escucharte.

—¡Que no me gustan los hombres!

—¡Ese no es el problema, Max! ¡Bradley tiene razón, solo juegas con los sentimientos de las personas!

—¡¡Roxanne!!

La pelirroja se marcha con lágrimas en los ojos y Max queda expuesto a vista de todos en medio del campus como un idiota, aunque no estuviera muy lejos de la verdad.

...

El chófer de la familia pasa a buscarlo, por suerte no es un hombre que hable mucho además de lo justo.

—Su padre ha estado muy orgulloso por los resultados de sus calificaciones este semestre —es lo único que dice en todo el viaje después de saludarlo.

Llegan a su gran casa, un excesivo lujo de sus padres tomando en cuenta que solo ellos vivían allí. Y es que aquella casa pertenece a un extenso y poderoso linaje del que su abuelo y padre estaban orgullosos de liderar.

—Ya era hora de que llegara el menor de los Bradley —dice su abuelo, tomándolo de los hombros mientras lo guía a la sala—. ¿No te has olvidado a una señorita por allí? —pregunta, buscando con su mirada detrás suyo.

—Vengo solo.

—¡Ya te estás quedando atrás! A tu edad tu padre ya estaba comprometido con tu madre. Te estás tardando demasiado.

Su padre solo lo examina de lejos. Nunca se mostraba expresivo como su abuelo, aunque ambos lo aterraban demasiado. Sentía la presión de ambos sobre sus hombros.

—Bradley —pronuncia su padre con un tono autoritario.

—Padre.

—Me ha sorprendido tu desempeño estos meses, a pesar de haberte retirado de tu fraternidad.

—Es mejor así. Tengo menos distracciones.

—Mencionaste que hoy traías a tu novia.

—No ha podido asistir, aunque se le veía muy emocionada de conocerlos. Está participando en un debate que organiza la facultad de derecho y se le han cruzado los horarios.

—Con qué sí había una chica —su abuelo se alegra y le da unas palmadas en la espalda—. Tenías que mencionar eso antes que tu padre ya empieza a pensar barbaridades.

—Tendremos que ir algún día a la universidad para conocerla.

—Es una chica ocupada. No creo que puedan...

—Para un saludo tienen tiempo todos.

—Supongo que sí...

El resto de la noche es tensa como todas las que pasa con su familia. Su abuelo no deja de hacer chistes de mal gusto y su padre conserva esa expresión tan seria y juzgadora todo el tiempo. Era obvio que no creía en sus mentiras. No podía seguir con esa mentira tanto tiempo. Debía encontrar una chica antes de que acabe el año.

...

—Andas muy callado, Max. ¿Te pasa algo? —pregunta PJ preocupado.

—No es nada, solo estoy pensando.

—Piensas —se burla Bobby.

—¡Mucho más que tú!

Los tres ríen hasta que Max se da cuenta que Bradley intenta coquetear con una chica. ¿Primero se lanzaba diciendo que él era quien jugaba con los sentimientos de Roxanne, pero ahora se atrevía a jugar con los sentimientos de una chica? Era un completo hipócrita.

—Adelántense, debo hablar con alguien.

—Hablar —canturrea Bobby—. Solo di que te quieres besar con Brad y lo entendemos.

PJ y Bobby se ríen, mientras que Max les saca el dedo medio.

Antes de que Max esté frente a él, Bradley lo mira de reojo y le susurra algo a la chica con la que estaba hablando, quien se va tan pronto como llega Max.

—¿Ahora qué quieres, novato?

—No actúes como si no hubiera pasado nada.

Bradley mira hacia otro lado para evitar el contacto visual, ya que hasta tenerlo tan cerca lo ponía nervioso.

—Déjame en paz.

—¿Por qué me besaste? ¿Te gusto?

—¿Por qué me seguiste el beso? ¿Acaso te gusto yo?

—No me gustas.

—¿Y qué haces aquí? ¿Te molestó que estuviera coqueteando con alguien más?

—Me criticas por ilusionar a Roxanne y tú haces lo mismo.

—Es diferente. Tú... tú la tienes más fácil. Puedes estar con una chica porque quieres, a mí no me queda de otra.

—Ve con un chico y no te compliques la vida.

—Tal vez para ti sea así de fácil, pero para mí no. No puedo andar por la vida besando al primer chico que se me presente. No tengo un padre que me apoye como el tuyo. No puedo ser tan imprudente como tú lo eres. No puedes juzgarme por tener la vida que tengo.

—No te puedo juzgar por la vida que tienes, pero sí por la vida que quieres vivir. ¿Piensas vivir toda tu vida engañando no solo ha una persona sino que también a ti mismo?

—No lo entiendes. No es fácil para mí. Todos me miran con odio, especialmente ahora.

—Brad...

—No me llames así.

—Bradley... yo no te odio.

Los ojos de Bradley conectan con los de Max. Por favor, que no sea un sueño. Es lo único que pide.

—¿Podemos ir a tu habitación? No me siento cómodo con todas aquí viéndonos —le susurra Max al oído.

Inertia [Maxley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora