Había pasado gran parte de la noche en el gimnasio, a pesar de que su cuerpo desde el inicio lo estaba haciendo trizas. Quería llegar a límite del dolor físico para que su dolor sentimental fuera nada en comparación.
Al amanecer se encuentra con sus excompañeros de equipo y entre ellos Tanque, a quien ignora en cuanto lo ve entrar. Al parecer no basta con ignorarle, ya que este se le acerca por detrás.
—No pensábamos verte tan temprano aquí, Bradley. ¿Mente ajetreada?
—No te importa.
—Te conozco. Te conozco más de lo que crees. Tómate un respiro. Los Gammas haremos una fiesta hoy en la noche, estás invitado.
—No me van a comprar con su estúpida fiesta.
—Igual estás invitado.
Tanque por fin lo deja en paz. Tal vez no era mala idea. Desestresarse un momento sumergido en el alcohol no le hacía mal a nadie. El único problema eran sus piernas que no dejaban de temblar y mucho menos ahora.
...
—Parece que alguien se divirtió anoche —bromea Bobby, cuando se encuentran con Max con la ropa más desaliñada de lo normal y el cabello aún húmedo y despeinado.
—Experiencias te da la vida y uno no debe desaprovechar —responde Max.
—¿Es correcto jugar con los sentimientos de Bradley de esa forma? —interrumpe PJ.
—¿De qué hablas? Es solo sexo y ya. Ninguno tiene sentimientos por el otro.
—¿Estás seguro?
—Eso dijo él. Además, se nota que lo ha disfrutado. Para eso es la vida, para probar y disfrutar.
—¿Se cuidaron?
—¡PJ, ya te pareces a mi papá! Somos dos hombres, no lo voy a embarazar. Él que debería cuidarse de no embarazar a su novia eres tú.
Tanto Max como Bobby se ríen hasta que ven pasar a Roxanne con su grupo de amigas.
—¡Hey, Roxanne! —grita Max para llamar su atención, mas esta ni se digna a voltearse— ¿Qué le pasa?
—Parece que el gato pierde fama —bromea Bobby.
—Cállate.
Los tres se callan casualmente y escuchan la conversación de las chicas. Una fiesta esa misma noche en la fraternidad de los Gammas y Roxanne iba a ir. Era perfecto. Podría arreglar las cosas con Roxanne y nuevamente estar en buenos términos.
—Ya tenemos planes para hoy, muchachos.
—No nos han invitado.
—¿Y desde cuándo vamos con invitación, PJ?
—Esto no va a salir nada bien...
Durante las clases no vieron a Bradley, pero tampoco le tomaron mucha importancia. Este debía estar muy cansado para asistir, a pesar de que nunca se perdía una clase.
No fue hasta más tarde en la noche cuando lo vieron. Llegaron a la fraternidad de los Gammas y estaba todo repleto aunque fuera un poco temprano aún. Habían algunos chicos con sus juegos para beber. Algunas chicas tomaban y bailaban. Las parejas actuaban demasiado coquetas y cercanas.
Max rápidamente se perdió entre la multitud para buscar a Roxanne. Podría reconocer su cabello rojizo en cualquier parte.
La ve con sus mismas amigas de la mañana, charlando tranquilamente.
—Roxanne, aquí estabas.
La pelirroja le da la espalda y continúa charlando con una de sus amigas.
—Roxanne, perdón, solo quiero arreglar las cosas.
—No quiere hablar contigo, Max —le dice una de sus amigas.
—Déjenme hablar con ella. Sé que no estuvo correcto lo que hizo, por eso déjame arreglarlo.
—Max, ya basta —PJ lo jala del cuello de su camiseta—. Si no quiere hablar contigo, no la puedes obligar. Ya se que hemos venido para que hables con ella, pero por una noche, ¿podemos volver a ser solo nosotros tres y pasarla bien?
Max suspira y asiente con la cabeza.
—Está bien. Hay que divertirnos.
Rápidamente se integran a la fiesta. Acabando un vaso tras otro. Riéndose de las cosas más tontas como siempre hacían. Sin preocuparse de ninguna chica ni de nadie. Nuevamente solo eran ese trío de amigos que lo único que querían eran divertirse.
Max está que se tambalea de un lado a otro y apenas se logra mantener de pie.
—Ya vengo, chicos. Voy al baño —dice Max, mientras se choca con todos para poder llegar hasta el baño.
Pide perdón todo el tiempo hasta que frente a él ve a Tanque junto a Bradley besándose escondidos bajo la escalera. Se les queda viendo un par de segundos hasta que los ojos de Bradley se abren y se encuentran con los suyos, pero no deja de besar en ningún momento a Tanque. Este lo tiene agarrado de la cintura y la sangre le hierve por alguna razón.
—¿Vas a irte o piensas vernos toda la noche? —escupe Bradley, cuando se separa del beso.
Ahora también tiene la mirada fulminante de Tanque sobre él.
—¿De verdad vas a besarte con tu ex?
—¿Te afecta? Además, lo dices como si no jugaras con la pelirroja. Aléjate, novato.
—¿Lo de ayer no significó nada?
—"Solo sexo y ya" —repite las palabras que Max le dijo anoche—. Si quiero acostarme o besar a alguien más, lo haré y no debe importarte.
Y sabe que es verdad, ¿pero entonces por qué le molesta ver a Bradley con alguien más?
—Das asco —suelta Max, antes de darse la vuelta.
Tanque está por agarrarlo por el cuello de la camiseta, pero Bradley se interpone. Si alguien iba a golpearlo, quería ser él mismo quien lo hiciera.
—¡Tú das un puto asco! —Bradley lo empuja contra la baranda de la escalera— ¡Crees que todos mueren por ti, pero no es cierto! Esta "fama" te ha cambiado. Te ha subido los humos a la cabeza, pero solo eres un niño comportándose como tal. Si sigues con la actitud de mierda que tienes vas a perder a los que más amas... y te lo digo por experiencia propia.
—Ayer no decías lo mismo. Parecías feliz estando conmigo.
Bradley no duda en darle una cachetada con toda su fuerza.
—Te iba a dar una oportunidad para que cambies, pero ya no. Me salgo de tu equipo y de los Juegos Extremos. Ya verás cómo se las arreglan para aprobar.
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Inertia [Maxley]
FanfictionDespués de derrotar a los Gammas, Max vuelve a la universidad para cursar su segundo año, aún sumergido en el mundo del skateboarding, aunque también más interesado por la vida universitaria, los amigos, las fiestas y los amores. Por otro lado, Bra...