when we we're young

Conversación de batido de leche

Resumen: Celia desarrolla un flechazo por Evelyn y propone el trato más extraño que Evelyn jamás haya recibido: ayuda mutua y una amistad genuina.

Notas: Advertencia: ¡este capítulo contiene citas del libro original!

Una semana después de comenzar los ensayos de Mujercitas, estaba tocando el volante de mi Chevy rosa bebé en un semáforo de camino a los estudios.

Mi primera semana había sido la montaña rusa que esperaba y aún más: fotos promocionales, sesiones de carteles de películas y filmaciones. Lo di todo y valió la pena: ahora sabía que no tenía nada de qué preocuparme en cuanto a la actuación. Mi Beth encajaría perfectamente entre las estrellas, e incluso recibí elogios incrédulos y entusiastas de la veterana del grupo, Marmee. Eso me dio confianza.

Por supuesto, también me di cuenta de otras cosas menos reconfortantes. No tenía idea de cómo encajar en el estrellato de Hollywood y quería ser parte de él, al menos en algún momento. Pero claramente lo estaba haciendo todo mal: mi nombre siempre era solo una nota al pie en las revistas, si es que se mencionaba; y no había fans adoradores esperándome afuera del estudio al final del día, deseando ver a su ídolo. Si acaso, tenía que abrirme paso entre ellos al llegar o salir de los estudios mientras esperaban a alguien más. Nunca me habían pedido un autógrafo o una foto.

Era dolorosamente obvio que carecía por completo del factor estrella que Ruby, Joy y especialmente la única e inigualable Evelyn Hugo dominaban como profesionales. Ella estaba en todas las revistas, ya sea por sí misma en algún lugar de moda en la ciudad o en los brazos de su esposo, el Capitán Hollywood Don Adler. Era el tema de conversación en la ciudad y la favorita del estudio, y ninguna fiesta podía considerarse un éxito si ella no estaba entre los invitados. Tenía el mundo a sus pies y lo sabía muy bien.

La cálida voz de Elvis sonaba en la radio.

You look like an angel (pareces un ángel)

Walk like an angel (caminas como un ángel)

Talk like an angel (hablas como un ángel)

But I got wise (pero me di cuenta)

You're the devil in disguise (eres el diablo disfrazado)

Oh, yes, you are, devil in disguise (oh, sí, lo eres, diablo disfrazado)

El diablo disfrazado... Sonreí para mí misma: el título del éxito de Elvis parecía adecuado para Evelyn Hugo. Era tan hermosa como una diosa, pero vaya, ¡la dama tenía garras!

Contrariamente a mis expectativas más salvajes, la había sorprendido observándome mientras filmábamos y durante los descansos. Podía sentir sus ojos en mí aunque no la mirara, y eso me emocionaba. Por supuesto, en ese momento no me atrevería a esperar que hubiera algo más que curiosidad o, en el peor de los casos, hostilidad reforzada en su mirada, pero prefería pensar en la primera opción. Porque sabía que ella no me miraría de la misma manera en que yo me sorprendía haciéndolo a veces cuando ella no me veía. Intentaba ocultarlo, pero no podía ignorar que mi corazón latía más rápido cuando ella estaba cerca de mí: martilleaba como un tambor cuando me abrazaba en el escenario durante las tomas, y era tan fuerte que temía que ella también pudiera oírlo, presionado contra mi pecho. Afortunadamente, si lo hacía, lo atribuía a los nervios y ni siquiera me miraba cuando terminaba la toma Debo decir que la idea de que Evelyn Hugo hubiera mostrado algún interés en mí me halagó más de lo que debería, y me tomó cada gramo de disciplina que me quedaba para no dejar que se me subiera a la cabeza. Porque, de nuevo, sabía que ella no era como yo y me lo repetía a mí misma como un mantra. Sin embargo, pensé que tal vez podría caerle bien.

Luego, un día, estaba fumando afuera durante un descanso cuando Ruby se unió a mí y me pidió que le encendiera su cigarrillo. Se disolvió en una nube de humo por un momento, echando la cabeza hacia atrás. Todavía estábamos en nuestros disfraces y el contraste de nuestras vestimentas de antaño con nuestro vicio muy moderno me divertía.