16. Correr

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...

La mañana en el claro anunciando un nuevo inició, aquella sensación de buscar se apoderaba de ciertos chicos que anhelaban correr, salir de esos sofocantes muros.

En esa batalla solo peleaban pocos, sin apoyo de ningún otro, solo con aquella esperanza de libertad subiendoles por las venas como el primer día, aquel click presente de supervivencia, jamás se iba.

La luz tenue de la mañana acompañada de la brisa que susurraba a lo lejos por entre las maderas viejas y las plantas de los huertos.

Minho se dirigía a paso firme hacía donde Thomas había pasado su noche con la intención de despertarle antes de que las puertas se abrieran.

-Nos espera un gran día, ¿Seguro no quieres quedarte?-El asiático se burló del chico.

-Ya Minho, sácame de aquí.-El pelinegro no contaba la hora en la que tocará aquel piso de piedra.

-Muy bien, vamos.

El chico ayudó a que el pelinegro saliera por completo de aquel lugar y ambos comenzaron a caminar hacía las puertas con esa energía que solo buscaban gastar en aquel laberinto, pero Thomas se dio cuenta de una notable ausencia.

-¿Y Emmy?¿No nos acompañará? -Pregunto acomodándose el arnés que Minho le había proporcionado.

-Si, pero se esta despidiendo.

-¿Despidiendo?-Pregunto aún más confundido.

-Newt, tienen un tipo de rutina.-Respondio Minho con una sonrisa mirando a Thomas.

La castaña venía trotando a unos cuantos metros de ellos, la chica con una sonrisa los saludaba desde antes de llegar a donde se encontraban.

-Hablando dé.-Hablo una vez más el asiático mirando a la pecosa.-¿Lograste despegarte por completo de Newt o también te seguirá al laberinto?

-Prometió esperar aquí, no te preocupes por eso Minho.-Emmy le respondió con la misma sintonía siguiendo aquel juego.

-Claro, ¿no les falto algo de esto?-Minho comenzó a imitar el movimiento de alguien besando a otra persona.

-Que infantil eres.

Thomas les miraba con una sonrisa, la pequeña charla fue interrumpida por los sonidos anunciando la apertura del laberinto. Los chicos se prepararon uno al lado del otro, esperando.

-¡Ahora!

Empezaron a correr como tanto esperaron,  Pasando aquella barrera que todavía tardaba en abrirse sintiendose libres, el viento les abrazaba el cuerpo alborotando su cabello, sus pechos subían y bajaban manteniendo ese ritmo constante.

Los sentidos agudizados de cada uno llevandolos a prestar atención de cada detalle, Minho que iba al mando como siempre lo había hecho dirigía cada paso de los chicos atrás de él, aunque Emmy sabía el camino, no dejaba de seguirle, jamás dejaría de seguirle como el primer día que piso aquel lugar en su primer recorrido.

«𝑯𝒐𝒔𝒕𝒂𝒈𝒆» 𝑵𝒆𝒘𝒕 𝑻𝑴𝑹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora