cap 11

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– Lo sentimos mucho, se que era un trato pero no podemos esperar más.

– Porfavor solo un poco más...

Los padres de Bill, debatían con Tom sobre el dinero acordado que Tom se suponía pagar para la operación del menor. Hasta el momento, no llegaba a completar ni la mitad.

– Lo siento, pero no.– los padres se levantaron de las sillas, y sin decir nada, salieron del lugar.

Tom quería morirse en ese mismo momento. No era capaz ni de pagar la operación de su hermano y eso le están matando. Era lo menos que quería hacer para poder ayudar a Bill.

Dejo caer su cuerpo en la mesa que tenía al frente. Había invitado a los padres de Bill a su bar, para teniar una platica cordinada, pero todo había escapado de su manos. Tan solo quería meditar un segundo y poder pensar, pero se le fue imposible cuando los clientes empezaron a entrar. Con pesadez y vagüeza, camino dentro del lugar de barra del barman. Ya dentro, se cambió listo para hacer sus labores. Mientras ponía su pantalón, sintió algo caer. Su corazón se le hizo pedazos cuando cogio con sus manos aquella cosa había caído.

Era esa foto que le había tomado a Bill. Aquella que siempre llevaba con él.

Acaricio el rostro del menor con sus dedos, conteniendo las lágrimas para no pasar ridículo ahí mismo

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Acaricio el rostro del menor con sus dedos, conteniendo las lágrimas para no pasar ridículo ahí mismo.

Volvió a ocultar la foto en el bolsillo trasero de su pantalón y volvió a su trabajo. Cuando cogio las copas que tocaba repartir, noto la presencia de un hombro que traía consigo un maletín negro. Tom tenía la duda de saber que era, pero debía hacer su trabajo si quería ayudar lo poco que podía a su pequeño.

***

– Solo quiero ver a Tom...

Angelina y Thomas. Los nuevos padres de Bill estaban en la habitación de su pequeño, intentando convivir con el menor. Para Bill era difícil formar un lazo entre ellos, no podía, por más que intentaba no podía.

– Tom no vendrá, él está trabajando.

– No va a dar en el dinero ¿verdad?

Bill sabía sobre la petición de Tom, y era claro que el pequeño también quería que su hermano ayudara en su operación, después de tanto esfuerzo debía ayudar...

Sus padres negaron con la cabeza. Bill giro su cabeza hacia la ventana que tenía lado, notando a las personas camidr en las calles. Limpio con el dorso de su mano la lagrima que salía de su mejilla.

– Solo quiero verlo...– rompió en llanto.

Hasta el momento, Bill no tuvo el valor de pedirle disculpas a Tom. Siempre llegaba por las noches y él lo sabía. Siempre le esperaba despierto pero era incapaz de soltar un "disculpas"

Tan solo quería decirle un hola...

***

El trabajo de Tom habia acabado. Sólo quedaban algunas personas. Unas tres para ser exactos, entre esos tres, seguía el señor que Tom había visto llegar desde un comienzo. Desde la barra de entrega de tragos, Tom percibió al señor con los hombres intimidantes que lo rodeaban contar el dinero que llevaba esa misteriosa maleta.
Los ojos del mayor casi se les saltaban al ver la cantidad de dinero que podía a llegar a caver en esa maleta. Tenía aquella necesidad de hacer lo que su mente le pedía. En otros casos nunca lo hubiese hecho, pero en ese momento era más la necesidad que otra cosa.

Con algo miedo y curiosidad, ae acercó a aquellos hombres. Los cuatros hombres, excepto el señor, levantaron la cabeza, quedando a la vista del mayor. Tom tembló.

– Buenas noches, soy Tom, el nuevo ayudante del local. Señor.– llamo. Sus manos  temblaron y sudaron a pesar del frío.– Mi hermano... esta mal, necesita de una operación.

Sus ojos viajaron al maletín con el dinero dentro.– Se que estoy siendo muy igualado, pero realmente nesecito ese dinero. Prometo pagarle, si es posible con intereses.

Tom suspiro, con la manos cruzadas, esperando un respuesta, y si era posible, un si. El señor siguió bebiendo, sin soltar ni una sola palabra. Sus hombre solo seguían mirando a Tom, sin despegar la mirada de su cuerpo.

– Sabes.– Tom tuvo algo de esperanza cuando escucho al hombre hablar.– Búscate a un hermano nuevo, eso saldrá más barato.

Los cinco se rieron a carcajada limpia, mientras Tom solo se alejaba fuera del local. El viento resoplo su cara. Se sentía humillado, volvió la mirada detrás suya, mirando el maletín.

Sabía lo que debía hacer. Pero Bill debía saber que Tom si pudo aportar en su operación y así... quererlo.

— Todo esto es por ti, bebé, no me debes nada...

Sin voltear, siguió su camino, en busca de una máscara.

El dinero pronto llegaría.

@Anatwinces

Solo los dos [Toll] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora