Saliendo hacia la luz.

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                      Arco #2
  Ayudando a mis "hermanas.

La noche es como dicen todos, una joven que tiene poco tiempo antes de irse, dándole paso a la luz del día siguiente. ¿Alguna vez has tenido uno de esos días? en que dices"este día se ha hecho largo",  si no te han pasado, quiere decir que tus dias son monótonos y tienes una rutina sin darte cuenta. Pero si experimentas el ver como un día se te hace largo, quiere decir que paso un suceso al cual no estabas acostumbrado.

En mi caso, en vez de ser el día, podía sentir como ésta noche estaba haciendo cada vez más y más larga.

El sudor que estaba recorriendo mi cuerpo en ese momento caía de manera constante al suelo, el estar quieto hacia que el viento nocturno de la madrugada le proporcionaba a mi cuerpo un frío intenso.

Mire a mi alrededor viendo como Lucy y su grupo nos alumbraba al chico en frente de mi y yo.

Al verlo detenidamente, pude ver la diferencia en tamaño.

Me trataba de mantener cerezo. Esperando cualquier ataque del emo, el cual aún mantenía la baraja en su mano con intenciones de golpear con el.

—Sin más trucos... solo puño limpio amigo mio.—

El emo arrugó la cara indicando que se irritó por mis palabras.

—¡con o sin trucos yo soy el que tiene la vara!.

—¿Y crees que eso me asusta? —respondí con un tono burlón —solo me haces más fácil la tarea de golpear tu cara.

Como si fuera una chispa, la ira del chico se desató haciendo que furioso atacara con la bara con intenciones de golpear mi rostro.

Automáticamente tome distancia tratando de mantener mi vista los ataques.

Se dirigió con rapidez a mi, dando otra arremetida la cual volví a esquivar.

Seguía esquivando y esquivando una y otra vez, tratando de no ser flajerlado por el chico emo.

Los golpes fueron aumentando de velocidad, dirigiéndose a los lugares en donde estaba, inclusive a donde no estaba. Era claro para mi saber que el chico estaba golpeando a lo loco sin saber lo que hacia.

Salte hacia atrás tomando aún más distancia, moviéndome con el fin de mantener mi ritmo, dándome cuenta el temblor de mis piernas.

Inmediatamente me di cuenta que ya estaba llegando al limite, me asuste con la idea de colapsar. Sin importar que, debía de encontrar la forma de terminar rápido con la pelea.

Vi como el chico jadeaba por el cansancio, cuando alzó sus brazos con el de atacar vi varias oportunidades de colo contraatacar, y rápidamente, use la que consideraba más eficaz.

Veía como Lincoln se movía, parecía uno de los juegos que Lynn había hecho hacia mucho tiempo, el cual consistía en no ser golpeado mientras se movía. Con mi experiencia actual, sabía que Lincoln no tendría oportunidad, y con un oponente con un arma era más probable. Pero, mis ojos fueron viendo los movimientos fluidos de Lincoln, al momento de sus pies tocar el suelo se movia rápidamente hacia otro lado evitando los golpes.

Cuando cesaron un poco el ataque, todos esperábamos el desenlace de la situación.

Mi hermano se veía cansado, jadeaba sin parar mientras su sudor mojaba la camiseta que tenía puesta.

—¿Que harás hermano?— .

Pregunte a mis adentros.

De un momento a otro, Lincoln, en su estado, parecía querer continuar.

The Loud House, sueño o realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora