JEIK.
Sentado en una esquina con uno de mis cuchillos jugueteando en la mesa ví salir de los baños al maldito de SeeJoon. Era el segundo al mando del padre de Irina, era más fácil que su padre le consignara un matrimonio a Irina con él. Sin embargo yo sabía que en cualquier momento yo podía tener a Irina con las piernas abiertas.
Jeik, Irina se volverá un maldito grano en el culo.
—Jeik, tu mujer no se fue en un taxi, se fue con tu hermano. Ya los están siguiendo.
Saque unos billetes y los dejé en la mesa, tome lo que quedaba del líquido ámbar como si eso calmara el demonio que habían despertado. Solo saber que mi mujer estaba con otro hijo de puta me ponía los pelos de puntas y no era cualquier hijo de puta, era mi medio hermano .
Subí al todo terreno y en menos de diez minutos ya estábamos en el lugar.
—¡Que mierda! —espete al bajar, saque mi arma que llevaba debajo de mi saco y comencé a correr dentro de los árboles.
Mi sangre se congeló, sentía que el aire no llegaba a mis pulmones. ¿Por qué demonios estaría Taehyung con mi mujer en medio de la nada? ¿La mataría? Ó... Mierda no, el jamás se atrevería hacerle algo así. El solo pensamiento de que él la tocara me volvía loco. Juro que si eso pasa, lo mataré con mis propias manos, lo haría sufrir.
—Por favor dame la mano Julieta.
Detuve mis pasos al escuchar la voz calmada de Taehyung. La luz de la luna era lo único que alumbraba, el maldito frío hacía que la nariz de mi mujer estuviera roja y las lágrimas no ayudaban. Estaba en la punta de un risco, el vacío era todo lo que esperaba si ella daba un paso en falso.
—Julieta...
—No se acerquen— grito Julieta con el miedo encendido en sus ojos.
— ¡Jesús bebé!
Baje mi arma a la tierra mojada, seguro me veía aterrador ante sus ojos con ella en manos. Comencé a dar pasos muy cortos.
—Taehyung déjanos solos.
—No la voy a dejar— gruñó.
—Es mi mujer, está asustada y tiene a mi hijo en su vientre. ¡Por favor!
Por supuesto que no era un hombre que diera las gracias o pidiera las cosas por favor. En mi mundo solo las personas obedecían las órdenes o de lo contrario una bala en medio de su cráneo se dispararía.
—Julieta, estaré en mi auto. Piensa en tu bebé.
Taehyung se dió la vuelta, no sin antes lanzarme una mirada amenazante.
—Cariño mírame.
—No me digas cariño Jeik.
—Esta bien —junte mis manos en forma suplicante— Julieta, podemos hablar. Te puedo dar lo que quieras pero dame la mano, dejame ponerte a tí y a nuestro hijo a salvó.
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"LA MUJER DE UN TRAFICANTE" *+18*
Fiksi IlmiahJulieta es una joven con una vida muy común, su vida en la universidad y su mejor amiga Judi la ayuda a sentirse menos sola ante la situación tan insuficiente con su familia. Una noche en una fiesta ella iba con toda la confianza de acercarse al hom...