CAPITULO CINCO

17 5 0
                                    

—¡Jade! —exclamó con preocupación y al fin habla.

—Jess... perdón... estoy semidormida —suelto un amplio suspiro y me dejo caer sobre la cama. —Te noto agitada... ¿Te estabas ejercitando?

—No. Me estaba masturvando —ríe.

—Pesada —como siempre, piensa que es broma. Río también.

—¿Para que me llamas?

—Recordarte que debes cambiarte el vendaje, y tomate la pastilla. —aclaro mi garganta y me dirijo a la cocina.

—No tengo advil en casa.

—¿Y aspirinas? —hace una pausa —Esa tiene el mismo funcionamiento que el ibuprofeno.

—Esa si Doc. —bufa.

—Odio que me llames "doc", sabes que no me gusta—pongo el alta voz y dejo el celular en la insinera para buscar con más facilidad las pastillas.

—Deberias estar en una universidad de medicina. Sabes que no me tragué el cuento de veterinaria ¿no?

—No me alcanza para la universidad. —Tomó dos aspirinas y bebo agua —Recuerda que son dos pastillas.

—Lo sé —las tomo y respondo a lo anterior —Yo te la puedo pagar.

—Ni de coña, jamás te lo lograría pagar —río.

—Claro que si, chequeo médico gratis por 6 años. —se carcajea. —no bromeo —afirmo acercándome a mi laptop, —acabo de escribirle a mi abuelo —Tomó un sorbo de agua.

—¡¿Que?! ¡Estas loca! ¡Que vergüenza!

—Solo pedí permiso para usar la tarjeta ilimitada que me regaló el año pasado por mi cumpleaños.

—¡Estas loca Jessie! —sonrío para mi misma.

—Un buen psiquiatra debe serlo ¿O como pueden atender a tantos? —ríe.

—¡Loca!

—Ya me respondió. Dice que use todo lo que quiera, como si quiero comprarme una manción ¿Lo puedes creer?

—¡¿Lo juras Tía?! —

—Sip ¿Generoso no cres? Yo convencí a mi abuela que le diera una oportunidad.

—Con razón te ama tanto —dice burlándose, contagiandome la risa. —Pero no puedo permitirte que pagues todo.

—Claro que si —se niega, rotundamente otra vez.

—Lo pagaremos juntas. —ruedo los ojos.

—Se que debes meses de la universidad de veterinaria, no tienes dinero para ello. Déjame ayudarte. Tómalo como un préstamo ¿Ok?

*Suspira dudosa*

—Doc, llevo dos semanas con un fuerte dolor en el hígado ¿Que puede ser? Mi marido dice que puede diverce al whisky...

—¡Bueno esta bien! —sonrío victoriosa —chantajista emocional.

—Descanza, ya presente tu solicitud de ingreso. Te harán un examen de medicina general y actitud.

—¡O cielos! ¿Dormir? ¡Me pondré a estudiar! Descanza —chilla agitada y corta la llamada.

Sonrío y apago la laptop. Me al baño a por la caja de primeros auxilios. Lavo mis manos y las seco. Comienzo a retirar el vendaje anterior despegando con cuidado, despegando las cintas suavemente y limpio con delicadeza el alrededor de la herida con agua oxigenada. Después, seco la zona y aplico una capa fina de pomada antibiótica. Tomo una nueva venda y con cuidado utilizando una venda elástica, asegurándome de no aplicar demasiada presión.

"Danzando Entre Las Sombras; El Baile Entre La Luz Y La Oscuridad". Donde viven las historias. Descúbrelo ahora