"Danzando Entre Las Sombras; El Baile Entre La Luz Y La Oscuridad".

CAPITULO CATORCE

El aire es espeso, como si el tiempo mismo se hubiera detenido en este rincón de mi mente. Todo a mi alrededor es una nebulosa de sombras y luces difusas, donde los colores se mezclan en un vaivén hipnótico, rodeando una figura oscura que se dibuja entre la bruma.

Pero no cualquier figura... su figura.

Un beso suave, casi etéreo, me atraviesa. Sus labios son un susurro en la penumbra, un roce que despierta algo profundo en mí. Mi alma despoja mu cuerpo... me vuelvo humo o niebla solo veo y siento lo que veo, la figura y otro yo siendo besada. Es como si cada célula de mi ser respondiera a su llamado, como si el universo conspirara para unirnos en este instante suspendido.

Me acerco, atraída por un magnetismo que no puedo explicar. La figura se mueve con gracia, como una sombra danzante que juega con la luz. Se aleja de ¿mi? Y me deja suspendida en el tiempo. Me acerco a mi misma toco mi mejilla... la cual se empieza a empapar en lagrimas. ¿Me estoy lastimando?

Noto que mi cuerpo empieza a cubrirse de lesiones mi cabello se empieza a caer como si volvieran a ejecutar los mismos cortes más hechos que me propicie. Todo esto mientras las lágrimas en sus mejillas se vuelven más torrenciales..
Dejo de tocarme, pero eso se hace peor ya que.. ¿me desvanezco? Me vuelvo cenizas y a pesar de que trato de alcanzarme estas son llevadas por una  brisa gélida...

Pero no me permito darme tiempo a llorar me volteo dispuesta a atacar a esa sombra el lo hizo fue su...

La oscuridad que rodea su sombra parece cobrar vida, envolviéndome en un abrazo cálido y seductor.

Su rostro permanece oculto, pero hay algo en su postura, en la forma en que se vuelve hacia mí, que me hace sentir expuesta y protegido al mismo tiempo. Hay un misterio envolvente en su ser, un abismo que me invita a caer sin miedo. Me hipnotiza... y me hacerco... cada paso que doy hacia ella es un acto de entrega, como si hubiera estado esperando este momento desde siempre. La conexión es palpable; sin embargo trato de resistirme... aparto la mirada de el y retrocedo. Pero algo me empuja, algo que no puedo explicar. Con cada intento de alejarme, el mundo a mi alrededor se desvanecía un poco más, y una extraña mezcla de miedo y fascinación me envolvió.

Su rostro, enigmático y sombrío, se oculta en las sombras, revelando solo una sonrisa macabra que parece desafiar la lógica y la razón. El mentón, fuerte y bien definido, contrasta con la oscuridad que la envuelve, acentuando la extraña atracción que ejerce sobre ti. La incertidumbre te consume mientras su mirada parece atravesar la oscuridad misma y me acerco más, La incertidumbre me consume mientras su mirada parece atravesar la oscuridad misma.

Paso a paso el espacio entre nosotros se reduce y sus ojos, aunque ocultos, brillan con una intensidad que me atraviesa. Pareciera que lee todos mis pensamientos. Me posiciono frente a él y el espacio se llena de electricidad. Un latido acompaña cada movimiento; el mío y el suyo se entrelazan en una sinfonía de deseo y misterio...

***
Desperté de un sueño vívido, la adrenalina aún corriendo por mis venas, mi corazón latiendo con fuerza en mi pecho. La exaltación me envolvía, pero al abrir los ojos y darme cuenta de que estaba en la cama, la confusión se apoderó de mí. ¿Cómo había llegado aquí? Anoche me dormí en el sofá.

Me levanto aún aturdida, y freno en seco al ver mi reflejo en el espejo. La imagen que se me devolvía era un recordatorio brutal de mi estado. ¿Yo estoy acabando conmigo? La pregunta resonó en mi mente mientras observaba las bolsas rojas bajo mis ojos, como si el cansancio y la tristeza se hubieran instalado en mi rostro. Mis labios estaban resecos, agrietados, y mi piel lucía pálida, casi fantasmal. El cabello, aún húmedo por la lluvia de la noche anterior, caía en ondas desordenadas acariciaban mis mejillas, como si intentaran consolarme.