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No quiero estar aquí, esto es un error. Yo tendría que estar en  mi casa, con ellos... Pero ya no están. Ni mi casa, ni mis padres. No tenía más familia allí y ahora estoy camino a Londres para vivir con la mejor amiga de mi madre. No sé nada de ella ni de su familia. Solo sé que es viuda y tiene 8 hijos. Me voy a volver loca en esa casa. A mí me encanta el silencio y la soledad, y duda que haya de eso allí.

Miraba por la ventana del carruaje las vistas. Respiré hondo. No debía de quedar mucho para llegar, ya llevo días viajando. Necesito llegar ya pero a la vez desearía no hacerlo. Me dolía la cabeza de tanto pensar y me tumbé en el carruaje. No tardé mucho en dormirme. Cuando llegamos a Londres me despertaron. Bajé y me quedé en blanco. ¿Esa es la casa donde voy a vivir? Sabía que son de buena familia, pero no me imaginaba esto. Salió una señora de la casa. El vestido que lleva es precioso, y el peinado, y las joyas... Vengo de una familia humilde, vivíamos en le campo y teníamos una pequeña granja. No sé si seré capaz de acostumbrarme a esto.

—Debes de ser Blair Pennington—sonreí como pude en señal de afirmación—Claro que eres tú... Eres igual a tu madre de su edad—se la pusieron los ojos cristalinos y, sin poder evitarlo, a mí también—Cuando me enteré de lo ocurrido no me lo podía creer. Sé que tu madre hubiese querido que estuviese aquí. Espero que todo esté de tu agrado—tenía un pañuelo blanco de la mano. Sin esperarlo me abrazó.

Me sentí a salvo. Puede que después de todo no esté todo tan mal como pensaba. Nos separamos.

—Muchas gracias señora Bridgerton—dije con sinceridad y ella me limpió una lágrima que caía por mi mejilla.

—Oh, no es nada querida. Y no me llames señora, me hace sentir mayor. Me llamo Violet. Ven, entremos. Mis hijos están impacientes de conocerte—me agarró el brazo.

—Pero las maletas...

—No te preocupes, el servicio ya te las ha llevado dentro—me di la vuelta y era verdad. Hasta el carruaje se había ido.

Subimos las escaleras de la entrada y entramos a la casa. Si lo de fueras me había dejado din palabras al ver lo de dentro me quedé sin respiración.  Nunca había visto una casa tan preciosa.

—Me alegro de que esté a tú gusto—Violet me sonrió y yo me morí de vergüenza. Me llevó al piso de arriba y entramos a un salón—Niños—dijo y todos se levantaron—Estos son Anthony y Benedict, los hombres de la casa—agacharon la cabeza en forma de saluda. Nunca lo habían echo ante mí—Ellas son Eloise y Francesca.

—Espero que podamos llevarnos bien—me dijo Francesca, creo.

—Y ellos dos son los pequeños de la casa, Gregory y Hyacinth.

—¿Vienes de muy lejos? Mamá dice que vienes de muy lejos.

—Hyacinth, déjala. Estará cansada después del viaje y no querrá contestar preguntas tontas. Ya tendrá tiempo de contarte su aventura—dijo Eloise. La sonreí agradeciéndoselo.

—Ella es Blair Pennington y quiero que la tratéis como a una más de la familia.

—Eso es lo que es ahora—dijo Benedict.

—Faltan Daphne y Colin. Daphne está muy ocupada siendo duquesa y no la veremos mucho. Pero Colin llega mañana para la presentación en sociedad de Francesca—la miré y no la vi muy entusiasmada—Ella y Eloise te acompañarán a tu cuarto. Cuando termines de instalarte ve a mi estudio.

—Síguenos—dijo Eloise y eso hice—Ocuparás el cuarto de Daphne. Desde que se fue está vacío.

—¿Tengo un cuarto para mí sola?

—Claro—me contestó Francesca.

—Al ser tantos pensaba que iba a tener que compartir habitación.

Lady Bridgerton||Colin BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora