Historia alternativa

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"En el amor siempre hay barreras."

Narrador Omnisente

-Vamos jefe porfavor, copereme porfavor- Súplica por décima vez Salomón a su jefe Alfonso.

-Ya te dije que no Salo, además aún me debes dinero desde la última vez que me lo pediste prestado.- Contesta Alfonso ya harto de la insistencia de Salomón.- En vez de pedirme más préstamos, mejor ponte a trabajar en él auto que llego está mañana. -Dice con firmeza metiéndose debajo del BMW color azul marino que había llegado ayer en la tarde.

-Jefe porfavor, hoy es él cumpleanos de mi chica y no tengo ni un centavo encima. -En su voz se siente la frustración que siente al no tener él dinero suficiente para comprarle algo "digno" a su novia según él de regalo de cumpleaños.

-Ya dije mi última palabra, vuelves a pedirme dinero Salomón Villada y te voy a despedir.-La voz de su jefe ya que escucha bastante enojada, así que en silencio se dirige hacia sus amigos que lo están esperando junto al Mercedes azulado que había llegado en la mañana.

-¿Y ahora por qué esa cara? -Pregunta Sebastián recargado en el auto.

-¿Él jefe no te dió más dinero?-Me pregunta Wain con una sonrisa burlona. Pongo los ojos en blanco y agarro una de las herramientas que se encuentra en una caja verde brillosa que siento que me penetra la vista.

-Porque no solo la llevas a comer arepas y ya, es más sencillo, a tu hermana le gusta.-Dice Sebastian, quien estaba dentro del auto verificado algunas cosas. Ante él comentario hecho por Sebastian todos los presentes se echaron a reír.

-Primero, no me restriegues que andas con mi hermana por favor.- Hablo Salomon poniendo los ojos en blanco nuevamente.- Y segundo, siempre la llevo al mismo lugar de arepas, porque es el único en el maldito barrio.

-Manuela es como nosotros, en cambio Carolina es pura cuna de oro.- Menciona Wain recostandose del Mercedes.

-Ja, si, eso es cierto.- Ríe Jowan pasándole un paño al auto.

-¿Saben que?, se supone que son mis amigos para ayudarme y eso es lo menos que hacen en este momento.- Dice Salomon sacándose los guantes que estaba utilizando y se los guarda en el bolsillo del pantalón de forma brusca.

-Oye, solo estamos molestando, ¿si?, mira podemos ir a la floreria de Molo cuando terminemos el turno.- Empieza a hablar devuelta Sebas.- Le compramos sus flores favoritas, le compras un regalo bonito y...

-Que parte de no tengo ni un centavo encima, no entiendes?- Salomón lo mira de forma seria y cansado.

-Si me dejaras terminar podrías entender mi punto huevón.-Dice Sebas dándole un golpe en la frente.

-Auch, eso dolió marica.

-Se me hace estupido que no tengas ni un solo centavo.- Le sigue Jowan con curiosidad.

-No me fue bien ayer cantando.-Contesta desanimado.- En donde hay más multitud es en la central de Medellín pero ahí se la pasan los amigos de Carolina y no me los quiero encontrar. No me queda de otra que seguir buscándole o irme todos los días a Bogotá.

-¿Y a tus viejos?

-Bastantes gastos tienen como para no pedirles dinero. Le debo al jefe y no me va a pagar hasta fin de mes.-Suspira poniéndose de brazos cruzados.- Deja de mirarme así, Seba.- Sebas suspira y se acerca un poco más a Salomón casi al odio.

-Le pediremos dinero a Franco.

Al escuchar ese nombre a Salomón se me pararon los pelos y sintió un poco de escalofríos. Si se pregunta el porque, es algo simple.

Otra oportunidad|Karol G y Feid|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora