Mafia | Chanmin | Adaptación

CAPÍTULO ONCE

En los últimos días no hubo tantos cambios como Seungmin esperaba luego de haber intentado escapar con su hija.

Tan solo se presentaron unos cuantos, pero demasiado significativos. Por ejemplo, lo que estaba viendo ahora mismo: frente a sus ojos se encontraban Chan jugando con su hija.

Sí. Con su Dallia, quien se veía bastante contenta mientras corría por todos lados en la enorme mansión siendo perseguida por el alfa, como si fuera su papá...

Seungmin sacudió rápidamente su cabeza para disipar esas ideas estúpidas. ¿Su padre? Por favor, Dallia tenía un papá alfa en casa que probablemente estaba con los nervios de punta por no saber absolutamente nada de ellos en días, semanas tal vez.

Esas eran las cosas significativas que habían cambiado en esos días. Dallia y él podían pasar el tiempo que quisieran en la sala, el patio o lo que quisieran, pero con la condición de ser supervisados por guardias armados (que secretamente tenían la orden de no disparar al omega y su hija por absolutamente nada en el mundo pero Seungmin y Lia no tenían que saberlo), y por supuesto, Chris jugando con su hija todas las tardes. De hecho, esta era la tercera y al omega le sorprendía su consistencia.

El espacio a su lado en el sofá se hundió, eso lo sacó de sus pensamientos. Sus ojos se encontraron con los bonitos del alfa.

Bonitos.

—Me voy de viaje en la noche, regreso en dos días. —Habló luego de unos segundos en los que pudo regularizar su respiración luego de haber perseguido a la pequeña Dallia, quien se encontraba tomando un juguito de durazno en la encimera de la cocina, observando atentamente al alfa y al omega en el sofá.

—¿Por qué me dices esto? ¿Acaso quieres que te acompañemos? —Habló Seungmin con sarcasmo y una sonrisa ladina nada divertida.

—No, pero tal vez en un futuro puedan hacerlo...—Murmuró Bang con diversión y una mirada cómplice que sólo causó molestia en Seungmin. No supo cuándo ni porqué, pero Bang empezó a actuar como si ellos no estuvieran secuestrados y fueran una especie de invitados ahí. Era casi imperceptible, pero Seungmin lo había notado por el cambio de palabras y actitud repentina que el alfa había presentado. ¿Era acaso una estrategia? Seungmin lo había analizado toda la noche, pero no encontró una opción razonable para que sea eso. Pensó que tal vez sólo quería hacer más agradable y menos incómodo el tiempo que pasarían ahí. Era gracioso hasta cierto punto, pero Seungmin sólo quería regresar a casa con su hija. —Es un viaje de negocios y tengo que irme a Francia; trataré de volver lo más pronto posible. Sólo te lo comento por si no me ves merodeando por aquí en estos días.

Suspiró, asintiendo y levantándose del sofá al mismo tiempo en el que Lia entraba por la puerta principal.

—Suerte, entonces. —Seungmin tomó la mano de Dallia y juntos caminaron hasta su cuarto en el sótano de la casa.

Bang se quedó en la misma posición, mirando el lugar en donde Seungmin había estado sentado antes. Escuchó una pequeña carcajada venir de Lia, pero Chan sabía que en el fondo la risa de su hermana no tenía ni una pizca de gracia.

—¿Se supone que ahora le dices a tu rehén lo que vas a hacer? —Habló ella con burla mientras ordenaba un par de documentos en el maletín que el mayor luego se llevaría.

Bang se mordió la lengua. Su hermana nunca había sido del tipo mandona que pide explicaciones de cada acción suya o lo cuestionaba, pero últimamente lo estaba haciendo mucho; había cambiado... "Al igual que yo" pensó Chan. Suspiró y aceptó que todos en esa casa habían cambiado.