CAPÍTULO DIECISIETE

1.7K 177 17
                                    



Seungmin suspiró cuando las manijas de su reloj dieron las cuatro de la tarde y él aún no se levantaba de la cama. En ese momento no tenía por qué hacerlo, ya que Dallia no se encontraba en casa para exigirle su atención. Minho había decidido llevar a la pequeña al campamento en la playa que le prometió antes de que fueran secuestrados. Ahora Seungmin estaba solo y así lo estaría por tres días más.

Tampoco tenía que ir a trabajar porque su equipo había entrado en unas pequeñas vacaciones para aliviar el estrés; cosa que no estaba funcionando para el omega, ya que al no tener absolutamente nada que hacer su mente no podía evitar divagar hacia los días en los que vivía con...

—¡Ya basta! —Se gritó a sí mismo, gruñendo para evitar las leves ganas de llorar.

No sabía si era su omega; si era su parte humana y racional, pero no podía negarse que extrañaba a cierto alfa. Y eso no estaba bien.

Odiaba no tener nada que hacer porque eso significaba pensar en Christopher y era excelente, realmente excelente (nótese el sarcasmo).

Decidió levantarse para cocinar algo o de lo contrario salir a comprar su almuerzo; cualquiera de las dos opciones eran mejor que quedarse tirado en cama pensando en alguien que no debería. El ruido de una notificación en su teléfono lo sacó de sus pensamientos, sonrió al ver una foto de Dallia jugando en el mar con la supervisión de Minho. Él se la había mandado y se lo agradeció internamente, ver a su pequeña lo animó un poco.

Luego de responderle a Lee, Seungmin se puso de pie y comenzó su día (sí, a las cuatro de la tarde, no lo juzguen). Rápidamente ordenó su cama y se metió al baño para darse la ducha más corta que se había dado en mucho tiempo.

Cuando salió, miró que el reloj daba las cuatro con treinta minutos. Suspiró y decidió cambiarse para ir a comprar comida. Teniendo en cuenta lo tarde que era, sólo compraría un bocadillo leve y luego algo para la cena. Se acercó a tomar su teléfono y llaves de la casa que estaban en el sofá pero entonces el sonido de su puerta siendo tocada lo interrumpió. Seungmin frunció el ceño porque Minho y Jisung no estaban en la ciudad y ellos eran las únicas personas que el portero tenía permitido dejar pasar a su departamento sin avisarle por el intercomunicador.

Pensó en Hyunjin o Jeongin, pero no lo creyó posible porque su hermano le hubiese avisado antes de visitarlo. Suspiró, pensando que tal vez era alguien que venía a visitar a algún vecino y sólo se había confundido de casa, por ende se acercó a abrir la puerta para disipar sus dudas.

No esperó encontrar a Seo Changbin frente a él.

—¿Qué haces aquí? —Susurró el omega, un poco paralizado aún. Era su primer encuentro desde que... Bueno, había sido informado del verdadero hombre que se encontraba bajo esas tiernas mejillas y expresión de "yo no fui".

—Pues, sólo vine a verte, corazón. —Changbin intentó acercarse a Seungmin para tomarle la mano, sin embargo, el omega se alejó por acto reflejo, dejando un poco confundido al alfa (y disgustado, pero intentó concentrarse en no demostrarlo). —¿Minnie? ¿Pasó algo?

—¿Pasó algo? ¿Aún tienes el descaro de preguntar? Ya lo sé todo, Changbin. —Seungmin notó un ligero, casi imperceptible cambio de expresión en el alfa, pero no dijo nada al respecto.

Tal vez esa debió ser su señal para callarse.

—¿Qué es, exactamente, lo que "sabes"? —Kim suspiró y miró al alfa con ojos juzgadores.

—Pues lo suficiente para entender que me mentiste. No eres quien siempre me hiciste creer que eras. —Seungmin resopló con disgusto. Era tan estúpido hasta decirlo en voz alta.—¡Eres un mafioso, Changbin! Estás metido en negocios sucios... Tú, Changbin...

Mafia | Chanmin | AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora