Wooyoung era un joven amable y atractivo que vivía en una ciudad grande. Durante toda su vida, había estado enamorado de su amigo más cercano, San, pero jamás había tenido el valor de decirle cómo se sentía. San era uno de los pocos que habían estad...
Fue lo último que dijo Wooyoung para lanzarse contra Yeosang golpeado su rostro haciéndolo caer al suelo del impacto, Wooyoung y Yeosang se enfrentaron en una brutal pelea, intercambiando golpes y empujones. La ira y la frustración se desbordaron, y ambos se lanzaron uno contra otro con una fuerza impresionante, nadie se atrevía a separarlos y Jongho trataba pero no podía incluso recibió un golpe de parte de Wooyoung que estaba cegado de la ira que sentía Wooyoung, más fuerte y más rápido, logró conectar varios golpes en la cara de Yeosang, dejándolo con la nariz rota y el ojo derecho cerrado por la hinchazón. Yeosang, por su parte, trató de defenderse lo mejor que pudo, pero su oponente era más hábil y efectivo. Wooyoung le dio una patada en el estómago, haciéndolo doblarse por el dolor
Yunho, que trabajaba en la cafetería, vio la pelea entre Wooyoung y Yeosang y se apresuró a separarlos. Los tres hombres, Yunho, San y Jongho, trabajaron juntos para separarlos, usando sus brazos para mantenerlos alejados uno del otro.
—¡Basta! —gritó Yunho separándolos de inmediato con ayuda —¡Ya es suficiente!
Los demás clientes de la cafetería se quedaron mirando horrorizados, mientras los empleados y los demás trataban de separar a los dos hombres.
Wooyoung y Yeosang, exhaustos y sangrando, cayeron al suelo y se quedaron allí, respirando con dificultad, mirándose con odio y resentimiento. San sostenía a Yeosang mientras Yunho y Jongho sostenían a Wooyoung
Wooyoung se levantó lentamente con ayuda de su amigo y el camarero, mirando a Yeosang y a San con odio en sus ojos.
—¡Eres un idiota, Yeosang! ¡Un imbécil! —gritó, mientras Jongho lo sostenía para evitar que volviera a atacarlo.
Jongho le gritó a Wooyoung en ese momento un poco enfadado y con el labio sangrando un poco
Wooyoung se alejo y salió de la cafetería con Jongho, mientras que San se quedó allí, mirando a Yeosang con preocupación. Yeosang se quedó en silencio, sin decir nada, mientras limpiaba la sangre de su cara con una servilleta que le había dado San
Poco después Yunho se acercó a Yeosang y le dijo en voz baja:
—El jefe te quiere ver en la oficina, Yeosang, no tardes, sabes que se desespera, suerte amigo
Yeosang asintió con la cabeza y se dirigió lentamente hacia la oficina, sabiendo lo que se avecinaba. Unos minutos más tarde, Yeosang salió de la oficina con una expresión de furia en su rostro. Se dirigió hacia San y lo miró fijamente.
—¡Genial! ¡Me han echado del trabajo gracias al imbécil de tu amigo!
Yeosang recogió sus cosas y se marchó de la cafetería sin decir nada más. San se quedó allí, sin saber qué decir o qué hacer. Nervioso y salió corriendo tras Yeosang. Cuando lo alcanzó, le dijo con voz temblorosa:
—Lo siento mucho, Yeosang. No quería que esto pasara.
Yeosang le miró con furia y le dijo:
—¡Cállate y vete! ¡No quiero ver tu cara!
San se negó y siguió a Yeosang hasta su casa, tratando de disculparse y ofrecerle su ayuda. Cuando llegaron a la casa de Yeosang, éste se dio la vuelta y le gritó a San:
—¡¿Qué quieres?! ¡¿No me escuchaste?! ¡¿No te dije que me dejaras en paz?!
—Solo quiero ayudarte, déjame hacerlo
San tragó saliva y se acercó a Yeosang, plantando un beso en sus labios ahogando las palabras que estaban por salir de nuevo, Yeosang se quedó con la boca abierta de sorpresa cuando San le besó. El beso fue suave y apasionado, y duró varios segundos. Cuando San se retiró, Yeosang le miró a los ojos.
—¿En qué me vas a ayudar, San? ¿En encontrar otro trabajo? ¿En pagar las facturas? ¡Gracias a ti y a tus amigos, perdí mi trabajo!
San se quedó callado por un momento, pensando en lo que decir.
—Yo te ayudaré en lo que sea, mientras consigas trabajo yo pagaré tus facturas, lo que te haga falta, te lo prometo
Yeosang suspiró y se calmo un poco.
—Ahora mismo no quiero hablar contigo, vete San, porfavor
San asintió con la cabeza y se alejó de la casa de Yeosang. Se sentía confundido y triste por la situación. Se dirigió a la casa de Wooyoung para pasar la tarde como algunas veces hacia, así que tomo las llaves de la casa de su amigo y se puso en marcha
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Wooyoung, no está bien lo que has hecho! ¡Tienes que controlar tu ira!
Wooyoung se rió solo a carcajadas, todavía enojado pero satisfecho
—No podía quedárme con ese odio por dentro, ¡Ese tipo se lo merecía! ¡¿Cómo se atreve a besar en mis narices a la persona que me gusta y luego hacerte lo que te hizo desbordó la copa
Jongho se quedó callado por un momento, pensando.
—Entiendo que estés enojado, Wooyoung, pero eso no justifica la violencia. ¿Qué crees que va a pasar ahora? ¿Crees que San no está molesto? Además Wooyoung no puedes hacer nada, lo siento por lo que te diré pero ríndete ya, San no está enamorado de ti
Wooyoung y Jongho no notaron a San entrar en la casa porque estaban en la sala, encima se estaban casi gritando, San pudo escuchar toda su conversación, se quedó a unos pasos de distancia de la puerta, petrificado con la noticia, sin apenas ser capaz de moverse