Wooyoung era un joven amable y atractivo que vivía en una ciudad grande. Durante toda su vida, había estado enamorado de su amigo más cercano, San, pero jamás había tenido el valor de decirle cómo se sentía. San era uno de los pocos que habían estad...
—Ok, ya te lo digo. Anoche, en el club, estábamos muy ebrios y nos besamos. Solo fue un beso, no pasó nada más, pero me enfurece, después de lo que hizo hace años
Wooyoung lo miró con sorpresa.
—¿En serio? ¿Tú y Yeosang os besasteis?
Jongho frunció el ceño molesto
—Desearía no haberlo echo, me siento tan sucio ahora mismo, no puedo creer que él piense que lo besé porque quise, la verdad me da asco solo verlo
Jongho se quedó callado durante unos segundos, tratando de procesar lo que había dicho.
—No sé qué hacer —confesó finalmente.
Wooyoung lo miró con simpatía y le dijo:
—Bueno, si te sientes así, quizás sea mejor evitar a Yeosang por un tiempo. ¿Qué piensas de darle un tiempo a la situación?
Jongho asintió con la cabeza.
—Sí, creo que sería lo mejor, no quiero verlo por un tiempo, necesito tiempo para procesar todo esto.
Wooyoung lo miró con comprensión.
—Toma todo el tiempo que necesites, si necesitas hablar o si hay algo en lo que pueda ayudarte, solo dímelo.
Jongho se levantó de la mesa y se dirigió hacia la puerta.
—Gracias, Wooyoung, te lo agradezco mucho.
Wooyoung le sonrió
—No hay de qué, estoy aquí para ayudarte en lo que necesites.
Jongho le devolvió la sonrisa y se marchó. Mientras se iba, pensó en lo que le había dicho Wooyoung. Quizás sea mejor evitar a Yeosang por un tiempo. Necesitaba tiempo para procesar todo lo que había pasado y decidir cómo seguir adelante. Pero a pesar de todo, aún sentía una extraña sensación en el estómago cada vez que pensaba en Yeosang. ¿Qué era eso? ¿Era el enojo o algo más?
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Wooyoung se sentó en su habitación, pensando en lo que había pasado con Jongho. Se preocupaba por su amigo, pero al mismo tiempo, no podía evitar sentir un poco de curiosidad por lo que había pasado entre él y Yeosang. De repente, escuchó un ruido en la puerta de su habitación. Abrió y vio a San mirándolo con una expresión impenetrable., la verdad no le apetecía verle pero no podía hacer algo al respecto
—¿Qué quieres?
San se mordió el labio, sabiendo que esta no sería una conversación fácil.
—Wooyoung, necesitamos hablar sobre lo que pasó anoche.
Wooyoung frunció el ceño y se alejó de la puerta.
—No tengo nada que hablar contigo.
San lo siguió hasta la sala, donde Wooyoung se había sentado en el sofá.