Ya había pasado un tiempo desde que entre al hospital. Había huído sin avisarle a nadie, mis padres se enteraron esa misma noche gracias al doctor pero a parte de ellos nadie sabía dónde estaba
Mi teléfono recibía mensajes y llamadas demasiadas veces por lo que lo apagué. No tenía nada que hacer antes de que el día de la operación llegara por lo que paseaba por el hospital
Cuando fui a la sala de rehabilitación conocí a Kiyoshi Teppei, un chico muy agradable de segundo año de la escuela de Seirin. Me dijo que sufrió una fuerte lesión en su rodilla durante su primer año pero aún así no hizo caso y siguió jugando al baloncesto
Le hizo la promesa a sus amigos de que iba a recibir el tratamiento necesario para volver a jugar. Por eso es que no lo vi el día de la piscina
Hubo un momento en que las llamadas y los mensajes dejaron de llegar por lo que pude ver el teléfono con tranquilidad. Con curiosidad miré los mensajes, la mayoría eran de Momoi los cuales desbordaban preocupación, los otros pocos de Imoyashi, Wakamatsu, Sakurai entre los otros chicos. Y, tal vez no sean muchos pero Aomine también me mandaba mensajes los primeros parecían que estaba completamente furioso pero después pasaban a ser de preocupación y tristeza me detuve sorprendida en uno
—Te extraño
Miré triste el teléfono, mis manos temblaban queriendo escribirle pero no tenía ese derecho. Además tenía mis dudas desde cuando Aomine deja su orgullo de lado para escribir algo así o ¿Por qué me iba a extrañar? Debería de sentirse aliviado
—Ah es cierto, no he dado por terminado la apuesta—dije y la puerta fue abierta mostrando a Teppei quien portaba una gran sonrisa y dulces—Debería de escribirle y después bloquearlo
—¿Es tu novio?—preguntó y me sobresalté mientras mi cara ardía—¿Por qué quieres terminar con él? ¿Te hizo daño?—preguntó cambiando su semblante
—No. No es mi novio y más bien yo he sido quien lo ha estado lastimando—respondí recordando todos lo momentos donde lo golpeaba o me volvía agresiva pero no era mi culpa él no de quejaba, mucho. Me reí—Es un idiota que recapacita a base de violencia
—Veo que el te hace feliz—otra vez me volví a sonrojar—¿Entonces por qué quieres alejarte?
—Por qué soy la única que lo siente—respondí dejando el teléfono a un lado—Además ya te conté el riesgo de que algo salga mal en la cirugía es muy alto, incluso si él llegara a sentir algo por mí, no quiero amarrarlo más de lo que he hecho
—Todo estará bien. Saldrás sana de esa operación, yo te lo aseguro—me extendió unos dulces—Pero pienso que deberías contarle a alguien sobre tu situación. Al menos a alguien de confianza—asentí y él siguió hablando de diferentes cosas aunque más de baloncesto
Cuando Teppei se fue miré dubitativa el teléfono, suspiré para cogerlo y marcar el número de Momoi, ella era la única con quién podía contar. Después de tres timbre cogieron la llamada
—Yukine-chan ¿estás bien? ¿donde estás? Nos tienes a todos preocupados—tuve que alejar el teléfono de mi oído por los gritos de Momoi
—Lo siento, Momoi. Necesitaba estar sola por unos momentos—quise golpearme la frente ante la estupidez que dice, hubiera sido mejor mentir
—Idiota—escuché los hipeos de llanto—Todos nos preocupamos. No contestabas ningún mensaje o llamada y tus padre no nos decían nada
—Lo siento, les pedí que no dijeran nada
—¿Por qué? ¿Por qué desapareciste? Dai-chan ha estado—de un momento a otro la voz de Momoi fue reemplazada
—Oye, plana ¿Donde carajos estás?—dijo Aomine con molestia haciéndome sobresaltar—¿Como se te ocurre irte y dejar que Imoyashi me diera un calendario exclusivo de Mai-chan?
—Era tu recompensa—él iba a seguir hablando pero le colgué, el teléfono sonó y el nombre de Momoi estaba en la pantalla. Era obvio que no contestaría sabiendo que era el moreno
Llevé mi mano a mi pecho, me dolía, pero no era el dolor que sentía a causa de mi enfermedad. Me dolía porque volví a escuchar la voz de Aomine y sabía que si seguía escuchándola iba a soltar todo lo que estoy ocultando
Decidida fui a la aplicación de mensajes y busqué el contacto de Aomine, sonreí al ver el apodo
Pantera pervertida:
A partir de este momento eres libre. La apuesta ya concluyó puedes volver a tu vida normal
No sé qué sientes exactamente pero yo estoy feliz de haber ganado esta apuesta y poder convivir contigo
Quizás seas un pervertido, egocéntrico y maleducado pero eres divertido, directo y para mí una buena persona
Aomine... Me gustas
PD: Tenías razón hice trampa. Usé lejía para poder hacer el tercer tiro
Con una sonrisa envié el mensaje, ahora me sentía mucho más ligera y el miedo a que la cirugía se acercara disminuyó
Al día siguiente recibí una llamada de Momoi desconfiada la cogí sintiendo el alivio recorrer mi cuerpo al saber que era ella y no Aomine
—Yukine-chan ¿donde estás?—su voz sonaba suave y entrecortada
—Momoi ¿estás ocupada?—ella hizo un sonido de negación—¿Podrías venir al hospital?—después de algunos minutos esperando la puerta sonó y después se abrió mostrando a la pelirrosa, ella tenía una mirada triste y las lágrimas rodaron de sus ojos y corrió a abrazarme—Lo siento, Momoi pero creí que sería lo mejor
—Idiota, todos estábamos preocupados por ti—le acaricié el cabello—Dai-chan es el más afectado. Te ha estado buscando desde que acabó el juego ha estado muy alterado y más cuando le mandaste ese mensaje ¿En que estabas pensando? Parecía que te estabas despidiendo para siempre—dijo entre sollozos
—Bueno es una de las posibilidades—ella me miró sin entender—¿Recuerdas que lo que pasó en tu casa?—ella asintió—Mi corazón empeoró y tengo que hacerme una cirugía...pero el riego de que muera durante esta es alto por eso no quería que el siguiera atado. Al fin y al cabo esta relación dueño-esclavo tiene que terminar como él dijo
—¿Nos escuchaste?—preguntó, supongo que estaba recordando la conversación
—Me fui en el momento en el que él dijo que esto iba a terminar
—Idiota. ¿Por qué no te quedaste a escuchar toda la conversación?—me sacudió por los hombros
—Digamos que el shock fue algo duro
—Tienes que hablar con Dai-chan
—Imposible—dije tanjante y ella se detuvo—Yo no le diré nada y tú tampoco se lo dirás—la miré—Por favor Momoi, no quiero que él me vea en este estado—ella con tristeza asintió
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Domando a la pantera
Fiksi PenggemarAomine Daiki x Oc Quién diría que por una apuesta podría encontrar el amor y de una enfermedad el soporte que nunca tuve Pero nunca esperé que sea Aomine Daiki, aunque no me arrepiento