IIIIIIIIIIIII

103 12 0
                                    

JiHyl había dejado de abrazar a la mayor, se había alejado de ella por completo, como si algo malo le hubiese dicho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JiHyl había dejado de abrazar a la mayor, se había alejado de ella por completo, como si algo malo le hubiese dicho. SaNa no quería que ma mirase de ese modo.

— NaNa —Tomó aire— Hace dos días que te sientes así, que tuviste este cambio tan repentino de querer que esté contigo... y créeme que siempre esperé al menos llevarme bien contigo pero no creo que tu realmente sientas algo —La mayor lo miraba confundida nuevamente. ¿Por qué todo se estaba volviendo tan confuso?— Nunca te pedí nada, pero ahora realmente necesito que me digas que se supone que yo deba hacer con todo esto, porque —Negó con su cabeza— No quiero despertar dentro de dos días y ver que la chica a la que antes le hablaba ahora siquiera quiere que le dirija la palabra y que cree que todo lo que puedo hacer por ella es porque me considero más fuerte porque soy una alfa.

— No, no —SaNa se acercó un poco a la menor— JiHyo yo me disculpé por eso, y sé que no significa nada que me haya disculpado por actitudes que he tenido por años. —Bajó su cabeza— Pero... tengo miedo, las personas que se supone tienen que amarte con su vida me dejaron en un lugar donde todo era un desastre, no crecí recibiendo cariño de nadie y nadie nunca quiso defenderme —La menor lo interrumpió

— ¿Y crees que yo no sé cómo se siente eso? Me dejaron en un orfanato cuando tenía siquiera dos semanas de vida, ellos no querían a nadie pero no por eso yo he demostrado tanta repulsión hacia las personas, no por eso trato mal a las personas que me ayudan. JiHyo venimos del mismo lugar, pero tú no puedes decirme lo que se siente estar abandonada cuando tus padres fueron por ti pero tú no quisiste irte con ellos, cuando las personas del orfanato siempre estaban intentando cuidarte. Tú no sabes lo que es que todo el mundo se vaya de ese lugar, o que sus padres vuelvan por ellos y tú sólo tener ganas de que alguien por una puerta entre y te diga que te adoptaron. —La omega mantuvo su cabeza baja— Tú llegaste allí cuando tenías diez, yo prácticamente nací allí. Mi vida se basó en recibir golpes de alfas más grandes, de recibir regaños de las personas de ese lugar, de castigos cuando intentaba ayudar a alguien. JiHyo, tú no tienes conocimiento de la cantidad de veces que me golpearon por ti —La mayor alzó la vista— No sabes la cantidad de semanas que prefería entregarte mi comida porque en ese lugar no alcanzaba para todos, no sabes nada de cómo fue mi vida, crecí intentando cuidar a una omega que lo único que deseaba era que nadie se acercara a ella. —Apretó su mandíbula— Y nunca esperé nada de ti, ¿Sabes? Sé que piensas que hayamos tener que venir a vivir juntas es un gran error, pero aun teniendo la posibilidad de alejarme de ti y de poder hacer mi vida lejos de todo el daño que viví preferí venir contigo, quedarme contigo y seguir cuidándote a pesar de que nunca hice eso para ti y sólo era alguien que molestaba.

— Ji —Murmuró— Lo siento, lamento todo —Intentó que la menor lo mirará.— Pero yo tampoco sé que se supone debo hacer, llegaste nuevamente y me quitaste a esa alfa de encima otra vez, me sentí una estúpida y tú eras la única persona que tenía en mi mente en ese momento, tú siempre me salvas y yo no sé qué hacer contra eso. Perdóname por no haber notado todo eso antes, pero estaba demasiado dolida y molesta con la vida, esa noche que pasó eso con esa alfa recordé la primera vez que sucedió y que tú también me sacaste de allí, igual que la segunda y la tercera vez. Yo siempre sabía que tú irías a salvarme, sabía que no me sucedería nada. —Bajó su cabeza nuevamente y cerró sus ojos— Esa noche que volvimos aquí y que me abrazaste sentí como si todo estuviese bien, a pesar de que lloraba y me culpaba por todo, sentía que todo mejoraría, me sentí bien, me sentí querido y protegido. Ji—Miró a la menor— Me sentí protegida a pesar de seguir teniendo miedo —Lágrimas comenzaron a bajar por las mejillas de la omega

JiHyo se acercó nuevamente a SaNa para sentarla sobre sus piernas y abrazarla, la mayor se aferraba a JiHyo nuevamente, volviendo a sentirse a salvo.

ERROR  SAHYO ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora