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Un mes y medio después

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Un mes y medio después...

SaNa abrazaba a JiHyo, mientras la menor sonreía. Esa tarde les habían informado que podían llevarse a sus pequeñas a casa y esa era la mejor noticia que les habían dado en semanas, ambas estaban felices de poder estar en casa con sus bebés sin la necesidad de que tengan a alguna enfermera detrás y sin tener el tiempo controlado de las veces que podían sostenerlas en sus brazos. JiHyo se alejó de SaNa quien tenía sus ojos llenos de lágrimas, JiHyo sonrió y tomó el rostro de la mayor en sus manos, para luego depositar un beso sobre sus labios. JiHyo tomó el bolso de SaNy se lo entregó a la mayor, allí había ropa para las pequeñas, SaNa sonrió y comenzó a buscar algo para sus pequeñas.

En cuanto las cuatra estuvieron fuera del hospital y finalmente en su casa, las pequeñas miraban su habitación y a sus madres repetidas veces. SaNa sonreía tan feliz y orgullosa de sus pequeñas que no podía ocultarlo. Abrazó a JiHyo repetidas veces en cuanto las pequeñas se durmieron. JiHyo tomó a la mayor entre sus brazos y se sentó en el sofá, dejando a la mayor sobre sus piernas. SaNa sonrió y depositó un beso sobre los labios de JiHyo, haciendo que la menor sonriera.

— Te amor —Murmuró la mayor, haciendo que JiHyo sonriera y acariciara el rostro de la mayor

— Y yo a ti —SaNa sonrió y apoyó su mejilla en una de las manos de la menor, haciendo que JiHyo sonriera— Eres tan tierna —SaNa sonrió— Te amo.

— Yo a ti, y demasiado —JiHyo sonrió y volvió a acariciar la mejilla de la mayor— Ji... —Murmuró.

— ¿Qué sucede? —Apretó la cintura de la mayor con una de sus manos y con la otra acaricio su mejilla, la mayor cerró sus ojos tomando con una de sus manos la muñeca de la menor para llevarla a la marca de su cuello— Deberás esperar a que las pequeñas sean más grandes, hermosa —SaNa hizo un pequeño puchero— No volveré a discutir contigo sobre los supresores.

— No quiero —Murmuró. JiHyo sonrió y tomó la caja de supresores que había dejado sobre la mesa de centro, la cual había sacado del bolso de SaNa. La mayor hizo un puchero

— No quiero pelear contigo por esto —SaNa rió— Actúas como una pequeña cachorra que acaba de tener su celo.

— Soy una pequeña omega que por la ansiedad de tener a sus hijas en el hospital no tuvo su celo, quiero que hagas algo responsabilizándote por ello —JiHyo rió

— Lo único que recibirás serán supresores y un vaso de agua —SaNa volvió a hacer un puchero. JiHyo la hizo a un lado y fue en busca de un vaso con agua para la mayor. SaNa hizo un pequeño berrinche pero a pesar de eso bebió su supresor. JiHyo volvió a sentarse en el sofá luego de dejar el vaso en la cocina, y la omega se sentó nuevamente sobre sus piernas. La alfa rió ante eso y acaricio la cintura de la mayor.— Estaremos demasiado ocupadas con esas dos hermosas bebés como para concentrarnos en esto ahora, princesa.

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