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SaNa miraba a JiHyo, esperando que le dijera algo

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SaNa miraba a JiHyo, esperando que le dijera algo. Pero la menor no le decía nada y sólo había comenzado a guardar las cosas en su lugar. Mientras que en la cabeza de JiHyo la alfa buscaba la manera de poder decirle a SaNa lo que había pasado sin que se moleste, no estaba acostumbrada a estos reclamos por parte de la mayor, por lo que pensó que pasaría el aroma de la omega en su ropa por alto o la ignoraría. La alfa se volteo, SaNa continuaba parada en el mismo lugar, mirándola. JiHyo soltó un poco de aíre.

— Hoy... no tuve un muy buen día Nana —La omega rió

— Eso no explica el aroma —Al parecer la "antigua" SaNa estaba de regreso. JiHyo negó

— Sé que no —Fue todo lo que dijo para luego voltearse y continuo acomodando las cosas— Tuve un problema en el trabajo —SaNa se acercó a la alfa y se paró junto a ella, aun mirándola.

— No explica el aroma —Repitió y luego tragó saliva— Explícalo —JiHyl suspiro lentamente, y miró a la omega

— Iré a quitarme esto —JiHyo dejó las cosas que tenía sobre la mesa y camino hacia la puerta de la cocina

— ¡No me evadas! —Gritó— ¡Dime... —Bajó su cabeza— Dime porque —Apretó sus ojos. JiHyo se volteó y miró a la omega, la cual respiraba algo irregularmente, dándole a entender a la alfa que sentía que lloraría. Ma alfa se acercó a la omega, pero esta alzo sus manos y lo detuvo antes de que pudiera acercarse completamente— No... —La alfa quitó su camisa y se aceró a la omega, para abrazarla.

JiHyo esa mañana había salido un poco más temprano, llegando junto con un par de omegas, las cuales sabía llegaban más temprano para evadir a los alfas a la hora de la entrada. JiHyo llevaba trabajando allí sólo dos días, pero había tratado bien a los omegas y betas, haciendo que se llevara bien con algunos. A lo largo de la mañana todo había marchado normal, un par de omegas se habían acercado a ella por ser seguidos por algún alfa y JiHyo sólo conversaba con ellos un poco, claramente sin descuidar su trabajo. Ese no fue su problema.

Eran alrededor de las 14:30 y la habían enviado a buscar un par de papeles a una de las salas donde habían estantes y muchas cajas con cosas de oficina o hojas, inclusive un par de papeles importantes.

— Ji —JiHyo se volteó y le sonrió a la omega— ¿Puedo pedirte un favor?

— Claro, dime —Acomodo las hojas que tenía en sus manos

— ¿Me pasas eso? —Señalo hacia la parte superior del estante, JuHyo asintió— Estuve esperando que alguien llegara y me ayudara, pero nadie entró aquí —JiHyo rió y le entrego lo que le había pedido— Gracias Ji —Sonrió

— No hay de qué Jen —Jennie se sobresaltó y miró hacia la puerta, JiHyo se acercó e intento abrirla, pero esta no abría. Estuvieron allí unos minutos, pensando en cómo abrir la puerta, pero esta parecía tener seguro.

— Ji —Llamó Jennie luego de unos minutos en silencio, JiHyo la miró— Yo... yo necesito mis supresores —Murmuró avergonzada, la alfa apretó sus ojos y asintió.

— Entonces intentaré abrir la puerta —Para el momento en el que ambas pudieron salir de allí, el aroma de Jennie llamaría la atención de cualquiera. JiHyo miró la hora y agradecía que ya fuera hora de irse. Acompaño a la omega hasta su departamento, ignorando que el aroma de la omega pudiese quedar sobre ella.

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