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SaNa estiró su brazo al otro lado de la cama, en un intento de aferrarse a su alfa y así poder dormir un poco más antes de tener que alimentar a esos dos pequeños hermosos que llevaba en su interior

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SaNa estiró su brazo al otro lado de la cama, en un intento de aferrarse a su alfa y así poder dormir un poco más antes de tener que alimentar a esos dos pequeños hermosos que llevaba en su interior. Frunció el ceño, aún manteniendo los ojos cerrados y luego hizo un puchero, JiHyo ya se había ido. Tomó la almohada de la menor y la abrazó, para luego abrir sus ojos y volver a fruncir el ceño, JiHyo ya no iba a la oficina, JiHyo ya no se iba temprano, ¿Qué hora era? Se levantó un poco y tomó su celular, eran las once y media de la mañana, ¿Desde cuando dormía tanto? Rió levemente y se levanto con cuidado.

Se dirigió al baño en un intento de no hacer ruido, luego buscó algo de ropa para finalmente dirigirse a la sala y ver a la menor sentado en la mesa junto con su laptop mientras tecleaba con rapidez, sonrió.

JiHyo alzó su vista y sonrió al ver a SaNa, para cerrar su laptop al ya haber enviado el último archivo y se acercó a la mayor, quien estiró sus brazos hacia ella. La alfa abrazó a la omega, haciendo que la más baja se sintiera muy feliz en ese momento.

— ¿Cómo te sientes? —JiHyo depositó un beso en la cabeza de la mayor, quien rió

— Me siento bien, estoy bien —Sonrió, JiHyo acarició las mejillas de SaNa— Dormí mucho —JiHyo rió y negó

— No lo creo, pero supongo que dormiste un poco más de lo habitual —SaNa rió y asintió, moviendo una de sus mejillas en una de las manos de la menor, Jihyo la acarició con su pulgar. La mayor cerró sus ojos y suspiró, le gustaba como se sentía eso— Debes comer algo —SaNa asintió, pero continuó con sus ojos cerrados. JiHyo sonrió, recordando la primera vez que había sucedido eso, sobre todo porque recordaba que la mayor no quería beber sus supresores. Rió y se acercó a la mayor para depositar un beso en sus labios— Debes comer algo —Repitió la menor, alejando sus manos del rostro de la mayor, SaNa asintió

— Luego —JiHyo frunció el ceño— Ahora quiero otro beso —La menor sonrió y se acercó nuevamente a la mayor para depositar un beso sobre sus labios.

JiHyo adoraba cuando SaNa se comportaba de ese modo, adoraba que le pidiera besos o que la acariciara, le gustaba sentir que la mayor se sentía seguro con ella al punto de ya no temer pedirle un beso.

— Ahora si debes comer algo —Bromeó luego de alejarse de la mayor, SaNa rió y asintió

— Ahora sí.

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