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La ansiedad de SaNa por saber el sexo de sus bebés iba en aumento a medida que iban pasando los meses, y eso era algo que JiHyo también sentía, pero intentaba hacer que la mayor se calmara

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La ansiedad de SaNa por saber el sexo de sus bebés iba en aumento a medida que iban pasando los meses, y eso era algo que JiHyo también sentía, pero intentaba hacer que la mayor se calmara. SaNa suspiró y se acomodó en el sofá, cubriéndose mejor con la manta que su alfa le había llevado. La menor se sentó junto a la mayor extendiéndole una taza de chocolate caliente, el invierno había llegado y el omega usualmente tenía mucho antojo de chocolate caliente o simplemente de chocolate. A JiHyo se le hacía muy tierno ver el hermoso brillo que tenían los ojos de la mayor luego de que le cumpliera alguno de sus antojos, le emocionaba verla feliz. La alfa frunció el ceño y se acercó más a SaNa, para luego acercarse con cuidado al abdomen de la mayor, SaNa rió por ello.

— Ji, ¿Qué sucede? —JiHyo negó y sonrió, haciendo que SaNa acercara una de sus manos al rostro de la menor y apretara una de sus mejillas —¿Qué sucede? —JiHyo rió

— Al parecer nuestros pequeños están demostrando que ya tienen aroma —Rió, SaNa sonrió— Y que definitivamente son dos —Sonrió, para luego acercar sus manos al abdomen de la mayor

— Últimamente se mueven mucho —Tomó la mano de la mayor y la movió donde sentía que sus bebés se movían. JiHyo sonrió al igual que SaNa— No es justo que sólo tú puedas sentir sus aromas —Hizo un pequeño puchero, haciendo que la alfa lo mirase y sonriera

— Su aroma se mezcla con el tuyo, y últimamente tu aroma es más fuerte, quizás por eso no puedes sentirlos —Se sentó mejor junto a la mayor. SaNa sonrió y dejó su taza en la mesa de centro, para luego apoyar su cabeza en el hombro de la menor.

— Realmente quiero saber que son —Murmuró, haciendo que la alfa riera

— En la próxima ecografia podemos preguntar —SaNa sonrió y asintió repetidas veces

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