[ 13: Alcantarillado ]

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"Desearía volver a aquellos años, solo éramos niños pequeños, sin otra preocupación que no era jugar a la pelota, o que a la hora del almuerzo no tocara brócoli" 

"No recuerdo mucho de mi infancia, solo recuerdos borrosos de aquel horrible día, día en el que mi familia se rompió. NUESTRA familia se rompió."

"Cada vez que lo recuerdo siento miedo, miedo de lo que puede pasar ahora contigo, miedo de que ese idiota no haya cambiado, miedo de que aquel hombre que solía llamar 'papá', o 'papi' siga siendo el mismo, el mismo idiota que golpeaba a nuestra madre cuando jugábamos a las atrapadas. Siento miedo de que sigas sus pasos."

"Tengo miedo, miedo de ti, pero sobre todo, miedo de Butch."

Fueron las palabras que el chico pensó hace un mes y algo, mientras que su miedo lo camuflaba con odio, molestia y asco... Joder, que tonto fue.

Ahora estaba en una situación delicada, donde tanto él como su hermano estaban con temor, escuchaba los gritos de todos, los de sus amigos al decirle que lo suelte. Los gritos que resonaban en su cabeza, diciéndole que tome una decisión, y por ultimo, los de su corazón, diciéndole que lo salve.

Odiaba eso, odiaba no tomar una decisión. Sus ojos se cristalizaban más, mientras que sus manos temblaban al intentar no dejarle caer, sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando su hermano habló.

— Suéltame.— Algo dentro del menor se rompió. Mientras que el silencio reinaba el lugar. — Sé que no he sido el mejor hermano que has tenido, y mierda... He sido una basura contigo. No merezco tu perdón, Dean, no pido que me perdones. Pido que sigas tu vida. —

Las lágrimas empezaron a caer por las mejillas del menor, mientras que sus ojos empezaron a temblar, mientras que su brazo dolía por sentir el peso de Henry. Su pecho dolía, dolía mucho, sentía como si algo dentro de él se rompía.

Su voz tembló, mientras que sentía un gran nudo se formaba en su garganta. Iba a decir algo, pero sintió como su brazo descansaba con alivio.

Henry se había soltado.

Un gran silencio se formó.

— Wow, no sabia que los Bowers eran tan emocionales. — Dijo el bocazas del grupo, con asombro y alivio, pero a la vez con un sentimiento de miedo y tristeza por su amigo.

— Callate Richie... — Murmuró Bowers, mientras que ponía la cadena del pozo, acomodándola. Con algo de miedo bajó, pero cuando estaba a la mitad, vio como las balas de aquel arma de Mike caían al suelo.

— ¡Coge-! Las... — Mike miró al chico, el cual no lo vio directamente, simplemente bajó la mirada y llegó con el resto de los chicos.

[...]

— ¿Donde está Stan? — Kaspbrak volteó a todos lados en busca de su amigo, llamando atención de sus acompañantes.

— Mierda... — Bill caminó un poco, siendo seguido por sus amigos, y no pasó más de unos segundos para llegar a una curva, donde encontraron una puerta, con desesperación intentaron abrirla.

— ¡Stan! — Gritaron por octava vez seguida, mientras que escuchaban el grito de Stan. — ¡Stan, abre la puerta!

Con fuerza, Bill pudo abrirla, hasta que al fin encontraron al chico, pero un monstruo que parecía ser una mujer deformada estaba clavando sus filudos dientes en su rostro.

— ¡¿Qué es eso?! — Un alterado Bowers gritó, llamando la atención de aquella cosa.

Aquello corrió, evitándolos, mientras que todos los chicos iban hacia Stan con temor. Mientras que este solo lloraba y gritaba.

— ¡Me abandonaron, y me trajeron aquí. Me dejaron solo! —Gritó alterado, mientras que todos intentaban calmarlo. Pero el tartaja fue por un pasillo, por donde se había ido aquella cosa, ignorando los gritos de sus amigos. 

Llegó hacia una parte donde habían diferentes objetos, una montaña, miró atentamente.

— ¡Beverly!— El chico corrió hacia ella, pero al ver que estaba flotando se alejó.— Volveré por tí, Bev.

[...]

Corrían por aquellos túneles, mientras que buscaban a su amigo.

— ¡Bill! —Llamó Dean, mientras que sentía como el agua chocaba en su cara en cuanto su amigo más bajo cayó.

— Mierda... Vamos, levántate de las aguas grises.— Richie dijo eso, mientras que le tendía la mano al chico.

— Sí, sí... Solo... Debo ver mi linterna.— Rebuscó un poco en el agua, pero al ver como un cráneo se asomaba soltó un grito, haciendo que los otros chicos también gritaran mientras que veían como dos más salían del agua.

Con miedo y asco salieron corriendo pero hacía delante, y por cosas del destino terminaron llegando al mismo lugar donde estaba Bill, pero en la otra punto, viendo a su amiga.

— ¿Beverly? —Dijeron todos al mismo tiempo. Dean estaba con una batalla de entre ver y no ver.

— Chicos... ¿Esos no son los chicos perdidos...? — Preguntó con temor Eddie, mientras que Ben, con ayuda de Mike y Richie, bajaba a Beverly.

Dean no estaba prestando atención a lo que pasaba, estaba demasiado sorprendido al ver la cantidad de niños que estaban flotando alrededor de aquella montaña de basura y objetos rotos que tuvo que volver a la realidad cuando escuchó la voz de su amiga.

— En enero brasas..— Dijo

— Mi cerrazón también arde por tí...— Continuó, mientras que Richie les daba un abrazo a ambos. Mike sonrió, mientras que se unía al igual que Stan y Eddie. Dean suspiró, solo abrazó levemente.

— ¿Y Bill...? — Preguntó la de vestido, mientras que volteaba a todos lados. Escucharon una voz y como si fuera su señal, llegaron corriendo, donde vieron a Bill hablando con un niño, un niño pequeño con un brazo faltante y un bote de papel en mano.

— Te extrañe mucho... Quiero que volvamos a casa juntos.—Dijo el niño, mientras que sus ojos se volvían llorosos

— Yo también... Quiero que volvamos juntos...— Dijo, mientras que se acercaba a él. Sacó el arma de Mike y  la puso en su cabeza, mientras que el más pequeño lloraba.— Pero tú no eres Geogie.

Disparó. 

Un silencio matador, acompañado por las respiraciones  agitadas y el temblor de Stan y Eddie fue lo único que se oía. Hasta que aquel niño soltó un gran grito, mientras que convulsionaba y su ropa se formaba en la de un payaso.

𝙏𝙃𝙀 𝙎𝙄𝙉𝙂𝙇𝙀𝙎 𝘽𝙊𝙒𝙀𝙍𝙎 - [𝙈𝘼𝙇𝙀 𝙍𝙀𝘼𝘿𝙀𝙍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora