[ 11 : ¿Papá? ]

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Dean estaba en su casa, hacía ya dos días desde que su grupo de amigos se separó.
Lo único que podía recordar con claridad eran las palabras de la madre de Eddie.

[...]

— Ustedes hicieron esto. — Apuntó con el dedo aquella señora, mientras que agarraba a Eddie. — Saben que es muy delicado. — Con furia subió a Eddie a la parte trasera del auto.

— Nos atacaron s-señora K. — Bill siquiera pudo terminar de hablar cuando escuchó un "no" por parte de la mujer.

— No culpes a nadie. — Cerró la puerta del auto, y en cuanto iba a subirse ella las llaves se cayeron.

— Déjeme que la... — Beverly iba a recoger las llaves, pero la mayor de negó.

— No. Deja. — Levantó las llaves. — He oído a hablar de ti, Marsh, no quiero que una chica tan sucia como tú toque a mi hijo. — Le dijo, mientras que abría el coche.

— Señora K, l-le j- —

— ¡No! Todos ustedes son unos monstruos. Y Eddie no saldrá. — Miró a los chicos, mientras que posaba su mirada en Dean. — Oí hablar de ti también, Bowers.

Dean tragó duro en cuanto escuchó eso.

— ¿Hoy tenemos el premio doble, eh? No dejaré que un delincuente como tú y tu hermano se acerquen a mi familia. Conozco todo lo que ustedes se meten, y no quiero que vuelvas a aparecer por aquí. Ninguno de ustedes. — Finalizó, mientras que subía al auto y empezaba a manejar hacia el hospital.

[...]

Aquella última frase resonaba una y otra vez en su cabeza, mientras que sus ojos cristalinos amenazaban con llorar, le ardían demasiado los ojos. Odiaba esa sensación,

— Oye, Dean, quería saber si tú tenias mi- — El mayor de ambos hermanos de quedó el silencio al ver cómo el chico estaba a nada de llorar. — Ou-... ¿Estas bien?

Dean solo rompió en llanto, mientras que se sentaba en su cama, lloraba sin consuelo alguno, solo pudo notar como las lágrimas hacían su vista más nubosa, ni siquiera podía ver a su hermano con claridad. No podía.

Sintió como el colchón se hundía un poco más y como la mano de Henry pasaba por su hombro.

— ¿Qué te pasa? ¿Quieres hablar? — el mayor se estaba maldiciendo mentalmente por parecer un jodido sensible.

— Yo... E-es... — El chico ni siquiera podía hablar, lo único que hizo fue seguir su impulso y abrazar a su hermano con fuerza, al principio este se quedó quieto, pero luego correspondió el abrazo.

Se quedaron en silencio unos segundos.

— ¿Dime, qué te pasa? — Preguntó, mientras que le acariciaba levemente la espalda.

— Es... D-Dios, estoy m-muy mal... — Hizo una pausa. — D-desde que llegué aquí s-sentí como si todo se f-fuera a la mierda... — Sollozó. — Y-y... Ahora c-con la muerte de mamá t-todo es peor y-y... M-me peleé con Eddie y-y los chicos... Y-yo... — ni siquiera pudo terminar cuando escuchó como su hermano tragó el seco.

— ¿Mamá murió...? — Preguntó, mientras que recibía una respuesta positiva por parte del menor, suspiro. — Mira, si te sientes triste o no sé que, quédate con Patrick, mis amigos y yo. — Dijo, recordando aquel plan que había hecho con Patrick. Le sentaba un poco mal, pero tampoco es como si le importara mucho.

Le dio un pequeño golpe al pequeño, mientras que trataba de animarlo un poco. Dean solo le dio una pequeña sonrisa, muy fingida. Henry solo lo miró y le revolvió el pelo, después se levantó de la cama y se fue, dejándolo solo.

[...]

Habían pasado aproximadamente un mes y medio. Ahora mismo ambos Bowers y amigos del mayor estaban en la patio, mientras que Henry daba tiros hacia unas botellas que había posicionado. Todos celebraban cada vez que Henry daba justo en el blanco y tiraba todas las latas, a pesar de que a Dean no le gustaba del todo aquello solo sonreía y fingía reírse, tampoco es como si tuviera más personas con las que pasar el rato.

— Dean, ven aquí.—  Su hermano lo llamó, este solo asintió mientras que se acercaba. Grande fue su sorpresa cuando el de mullet le dio el arma y le dió indicaciones para disparar a un punto fijo.— Pon el gato ahí.— Le indicó a Belch, el cual intentó negarse pero Henry le dió una mala mirada por lo que solo pudo hacer lo que él quería.

Posicionó el gato mientras que lo agarraba con temor, mientras que a Dean le empezaron a temblar las manos al ver que su "objetivo" era un gato. Miró a Henry con una mirada de miedo y nervios, el chico movió su cabeza, indicándole que lo haga. Suspiró con nervios mientras que sus manos no dejaban de temblar.

— Trae aquí.—  Henry le arrebató el arma al ver como temblaba.—  Ya te enseñaré yo, aprende del profesional. — Dijo con egocentrismo, mientras que apuntaba al gato, pero al sentir la voz de su padre bajó el arma de inmediato, con temor.

— ¿Qué mierda crees que haces?— Le peguntó a su hijo mayor, mientras que veía como este bajaba la cabeza.

—  Yo... Limpiaba tu arma... Como querías.— Dijo con miedo, mientras que volteaba para quedar cara a cara con el hombre mayor.

— ¿Asi que limpiabas mi arma, eh? —  Dijo con sarcasmo, mientras que le arrebataba el arma.

—  Papá...—  Le llamó su hijo menor.

— ¡¿QUÉ?! —  Gritó con fuerza, frente a su hijo mayor, haciendo temblar a los presentes.

Todos se callaron, mientras que el adulto parecía apuntar con el arma a Henry, Dean ante esto se pusó tenso, si él hubiera aceptado disparar al gato su hermano no estaría pasando por eso, se maldecía internamente.

—  ¡Pá, espe-! — Se escuchó el sonido de los disparos y leves risas de cierto pelinego, el menor cerró los ojos con fuerza, mientras que a los pocos segundos los abría, esperando ver a su hermano muerto o herido, pero vió que su padre había apuntado a los lados de él, al suelo, suspiró con alivio.

— Véanlo ahora, muchachos. Un poco de miedo hace temblar al hombre de papel.— Finalizó y se fue, dejando a su hijo mayor asustado y temblando y a los amigos de este con temor, a excepción de Patrick, que solo miraba con felicidad,

Dean en cuanto su padre se fue, corrió hasta Henry, algo preocupado.

— ¿Estas bien...? —  Le preguntó. Mientras que su hermano solo lo empujaba levemente.

— Ve a tu cuarto.—  Le ordenó, mientras que su hermano solo accedía a regañadientes.  

[...]

— ¿Estas bien, Henry? —  Preguntó Victor, mientras que estaba recostado en la puerta del auto de Belch.

El nombrado no respondió, estaba en posición fetal frente al auto. Mientras que cambiaba la posición y ahora veía hacia delante, notando que había un globo rojo en el buzón. Lentamente y aún con temor se acercó, con curiosidad abrió el buzón, donde había una caja con papel regalo, la abrió y notó como dentro había una navaja, navaja que había perdido el primer día de verano, sus ojos se abrieron de golpe y su cuerpo tembló con temor.

Entró a su casa, donde dentro encontró al bastardo de su padre dormido frente a la tele, algo dentro de él le dijo que lo matase y por instinto obedeció, poniendo la navaja en el cuello del hombre, solo debía subir aquel botón y su padre moriría... A un paso.

Escuchó como por alguna razón aquel estúpido programa de televisión le daba ánimos a hacerlo. Estaba apunto de hacerlo, finalmente, lo hizo. Pero de inmediato su padre abrió los ojos e intentó que aquella navaja saliera de su cuello, como si eso evitase su muerte, pero Henry resistió. En cuando menos se enteró, la tele le dió sus felicitaciones y su padre estaba muerto.

Iba a sonreír, pero unos pasos que venían de las escaleras llamaron su atención, y su atención fue directamente hacia su hermano, quien se quedó en shock al ver la sangre en cara de su hermano. 

𝙏𝙃𝙀 𝙎𝙄𝙉𝙂𝙇𝙀𝙎 𝘽𝙊𝙒𝙀𝙍𝙎 - [𝙈𝘼𝙇𝙀 𝙍𝙀𝘼𝘿𝙀𝙍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora