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Después de unos días Jihoon oficialmente ya se había mudado a su nuevo departamento, con ayuda de sus amigos logró transportar todas sus cosas e incluso compró otras. El departamento era un poco más grande que el anterior, tenía techos altos y ventanas grandes dando una fabulosa vista a la ciudad y el parque frente al edificio.

Jihoon estaba realmente feliz con esa nueva etapa en su vida.

Tenía dos habitaciones, y al entrar a la que estaba junto a la habitación principal se imagino mil y un formas para decorarla, esa sería la habitación de su bebé.

Su bebé. Instintivamente llevó su mano a su vientre aún plano; comenzaba a desesperarse con eso, él ya quería tener su pancita de embarazado.

El día de su primer chequeo médico de embarazo había llegado. Jihoon estaba sumamente feliz esa mañana, se había levantado temprano, desayunado y salió de su departamento con una hora de anticipación para ir caminando a su consulta, no le quedaba lejos el consultorio ahora, esa era otra ventaja.

Esta vez iría solo a la consulta, ninguno de sus amigos podía acompañarlo debido a sus propias vidas ocupadas, pero eso no minimizó la felicidad de Jihoon. Él sabía que no siempre podría contar con sus amigos a pesar de todo, él había elegido hacer todo esto solo y lo haría, lo lograría.

Al llegar una enfermera lo guió directamente al consultorio del Doctor Choi, al parecer era a él único paciente que vería ese día. No se sorprendió mucho por ello, en la actualidad la tasa  de natalidad en el país estaba muy por debajo de lo que debería, las personas ya no querían tener bebés.

Poco tiempo después entró el Doctor Choi, quien sonrió inmediatamente al percibir el dulce olor del menor, podía notar también el leve olor del bebé, pero eso es algo que no diría en voz alta.

Le indicó a Jihoon que se recostara en la camilla y mostrara su vientre, mientras él configuraba la máquina de ultrasonidos, y hacía las preguntas de rutina, a la vez de tratar de mantenerse lo más profesional posible.

—¿Cómo te va estos días? ¿Algún malestar?

—Mmmh no. Solo me he sentido más cansado, pero creo que fue porque me mudé recientemente y fue agotador todo.

—Esta bien. De cualquier forma cada embarazo es diferente y puedes tener o no los comunes síntomas de embarazo —Choi puso el gel en el vientre de Jihoon y luego comenzó el ultrasonido—. Ahora tienes seis semanas de embarazo. ¿Estas tomando las vitaminas que te recete?

—Si, también comencé a comer más saludable y quería preguntarle si podría comenzar a hacer ejercicio, ¿no le afectaría al bebé? —Jihoon preguntó mientras veía la pantalla que mostraba el ultrasonido, no podía ver nada con claridad pero se sentía demasiado feliz y emocionado por todo.

—No, al contrario, muchas personas creen que ayuda en el parto.

El Doctor Choi siguió moviendo el aparatito por el vientre de Jihoon, asegurándose de que todo estuviese en orden, tomando las fotos.

Jihoon comenzaba a impacientarse, Choi se había quedado callado ya por mucho tiempo. Su aroma notaba su angustia, y el Alfa pudo sentirlo, por lo que le sonrió y habló sobre su bebé.

—Ves este puntito negro en la pantalla —Jihoon asintió—. Ese es tu bebé. Parece un frijolito.

—Arroz.

—¿Perdón?

—Parece un pequeño grano de arroz.

Ambos sonrieron tras eso. Jihoon mirando a su bebé en la pantalla y Seungcheol mirándolo a él.

[...]

Más tarde por la noche, Jihoon se reunió con sus amigos en su departamento, todos querían saber que tal iba todo.

—¡Aquí esta mi arrocito! —tendió en la barra las fotos de las ecográficas.

Wonwoo y Seungkwan las acapararon mientras sus parejas intentaban mirar por encima de sus hombros.

—¡Es tan pequeño! —exclamó Seungkwan, a la vez que lloriqueaba.

—¿Cómo te sientes ahora? —preguntó Wonwoo.

—Feliz. Esto es real, seré padre.

—Estamos muy felices todos por ti, Ji.

El resto de la noche siguieron conversando sobre bebés. Seungkwan contando sus anécdotas de padre primerizo con Haru y como Hansol pensó que todo sería más fácil con Sora pero su pequeña bebé los sorprendió al ser muy diferente a su hermano mayor.

Más tarde cuando todos se despidieron en la entrada del edificio para irse a sus casas y Jihoon se sintió realmente cálido en su corazón al contar con sus amigos. Caminó al elevador para subir finalmente a dormir después de su gran día, pero una voz pidiéndole que detuviera el elevador lo saco de sus pensamientos.

El extraño finalmente corrió hasta entrar al elevador, este cerrándose y subiendo al piso de Jihoon.

—Gracias —agradeció y Jihoon le reconoció.

—¿Doctor Choi?

—¿Jihoon? ¡Que sorpresa encontrarnos! —por más que trató de contener su alegría por la presencia del menor, no pudo.

—¿Vive en este edificio? —Jihoon sonrió notando el aroma de felicidad Seungcheol.

—Sí, me mudé hace unos meses. No sabía que también vivías aquí —respondió Seungcheol, aún sin poder disimular su alegría.

—Sí, desde hace unos días. Qué coincidencia, no lo había visto antes.

—Estuve fuera dos semanas visitando a mi familia en Daegu. Volví hoy por la mañana para tu cita.

El elevador se detuvo en el piso de Jihoon y las puertas se abrieron.

—Bueno, esta es mi parada —dijo Jihoon, girándose para salir—. Fue un gusto verle, doctor. Espero que se haya divertido con su familia, supongo que nos veremos más seguido.

Seungcheol salió del elevador junto a él. —Este también es mi piso, así que sin duda nos veremos constantemente.

Jihoon rió un poco. —Vaya coincidencia.

—Quizás sea el destino —Seungcheol se arrepintió casi al instante de las palabras que salieron de su boca.

Jihoon no reaccionó mal, sonrió en respuesta. —Quizás. Bueno, que pase buena noche, Doctor Choi.

—Llámame Seungcheol —corrigió él con una sonrisa cálida.

—Nos vemos, Seungcheol —dijo Jihoon, dándose media vuelta y comenzando a caminar por el pasillo.

Seungcheol observó cómo Jihoon se alejaba hacia su departamento, notando que ambos departamentos estaban casualmente uno frente a el otro.

Tal vez sí había sido cosa del destino.

IWTHF (Jicheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora