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Jihoon se sentía inquieto desde que despertó esa mañana. La salida con Seungcheol la noche anterior había sido agradable, pero le había dejado una sensación de desasosiego. Se levantó de la cama y caminó por su departamento, tratando de distraerse con pequeñas tareas, pero su mente seguía volviendo a la cena.

Se detuvo frente al espejo del baño, observándose. "¿Qué estoy haciendo?", se preguntó en voz baja. La idea de comenzar a sentir algo por Seungcheol le preocupaba. No solo porque era su doctor, sino porque estaba embarazado. Era una situación complicada y no quería hacer nada que pudiera complicarla aún más.

El tenue olor de leche que acompañaba el aroma a fresas de su propio cuerpo le recordaba constantemente su embarazo, y cada vez que pensaba en Seungcheol, una mezcla de emociones lo invadía. Seungcheol no podía gustarle.

Caminó hasta la cocina y se preparó un té, esperando que la bebida caliente calmara sus nervios. Se sentó en la barra, mirando la ecografía de su bebé pegada al refrigerador.

"Esto es lo que importa", pensó, llevando una mano a su vientre aun plano. Su prioridad era su bebé, y cualquier cosa que pudiera poner eso en riesgo debía ser manejada con cuidado.

A pesar de sus intentos de relajarse, Jihoon no podía dejar de pensar en Seungcheol. Recordaba cómo se había sentido al verlo sonreír, cómo su corazón había latido más rápido cuando sus miradas se cruzaron.

Su omega se sentía ansioso, mientras aullaba anhelando algo. Alguien.

Decidió que necesitaba salir, aunque solo fuera para despejar su mente. Tomó su abrigo y salió del departamento, esperando que una caminata al aire libre le ayudara a pensar con más claridad. Al llegar al elevador, se encontró con Seungcheol, lo que solo aumentó su ansiedad, pero a la vez su aroma le hizo suspirar de satisfacción. Olía a chocolate.

—Jihoon, ¿saldrás tan tarde? —preguntó Seungcheol, mientras le sonreía de una forma que Jihoon comenzaba a odiar por ponerlo tan nervioso—. Creo que lloverá.

—Sí, iré a comprar unas cosas que necesito —respondió Jihoon, sintiendo un nudo en el estómago por el interés del alfa.

—Puedo acompañarte si quieres.

—No —respondió rápidamente, lo que menos quería en ese momento era estar cerca de Seungcheol—. No, estoy bien. Gracias de todos modos.

—Seguro, entonces nos vemos después.

Seungcheol se despidió y Jihoon solo asintió, casi corriendo a la salida del edificio. Necesitaba estar solo, necesitaba pensar sin la influencia de Seungcheol. Caminó hasta la tienda de conveniencia más cercana, tratando de calmarse con el frío aire de la noche.

Dentro de la tienda, recorrió los pasillos sin un rumbo claro, tomando algunos productos al azar. Se detuvo frente a la sección de tés y eligió uno que prometía ser relajante. Mientras pagaba, la cajera le sonrió.

—¿Está teniendo una buena noche? —preguntó ella mientras escaneaba los artículos.

Jihoon asintió, devolviendo la sonrisa. Al salir de la tienda respiró profundamente, llenando sus pulmones del aire frío, sintiéndose menos ansioso.

De vuelta en el edificio, se encontró nuevamente con Seungcheol en el vestíbulo, quien parecía estar esperándolo. Jihoon suspiró internamente, pero mantuvo una expresión neutral.

—¿Todo bien? —preguntó Seungcheol con una sonrisa amistosa.

—Sí, solo necesitaba despejarme un poco —respondió Jihoon, tratando de sonar casual.

El olor a chocolate de Seungcheol lo cubrió por completo, haciéndolo dar respiraciones profundas e incluso quiso cerrar los ojos para disfrutarlo, pero se contuvo.

—Entiendo. Bueno, si alguna vez necesitas algo, no dudes en pedírmelo —dijo Seungcheol, sin querer sonar intrusivo pero con un toque de sinceridad.

—Lo haré, gracias —respondió Jihoon, sintiendo una mezcla de gratitud y molestia.

Ambos subieron al elevador y cuando las puertas se cerraron, Jihoon se encontró respirando profundamente, disfrutando del calmante aroma a chocolate de Seungcheol. Se sintió un poco más tranquilo, aunque todavía le costaba comprender por qué ese aroma tenía un efecto tan poderoso en él.

Supuso que era porque Seungcheol era un alfa y él un omega gestando. Biológicamente, tenía sentido. Siempre se espera que el omega sea dependiente de su alfa durante el embarazo. Jihoon creyó que al no tener alfas cerca, además de sus amigos, no le afectaría demasiado, pero tal parece que la presencia de Seungcheol sacaba su lado más primitivo de omega. Querer sentirse seguro al lado de un alfa.

El viaje en el elevador fue silencioso, pero no incómodo. Cuando llegaron a su piso, Jihoon, sintiéndose algo impulsivo y más relajado por la presencia de Seungcheol, lo miró con una pequeña sonrisa.

—¿Te gustaría entrar un rato? —preguntó Jihoon antes de poder detenerse, casi inmediatamente lamentando su invitación.

Seungcheol, sin embargo, sonrió ampliamente, contento de ser aceptado no solo como su médico, sino también como un posible amigo.

—Claro, me encantaría —respondió.

Entraron juntos al departamento de Jihoon, y aunque al principio la situación era un poco incómoda para Jihoon, Seungcheol se mostró relajado y amistoso.

Ambos se sentaron en el sofá, intercambiando algunas palabras. Así Jihoon descubrió que Seungcheol tenía una mascota llamada Kkuma, pero vivía con sus padres en Daegu porque no permitían animales en el edificio.

La conversación fluyó con el tiempo, compartiendo más datos él uno del otro y demás cosas triviales. Jihoon comenzó a sentirse más cómodo. Decidió aprovechar el ambiente y sugirió ver una película. Seungcheol aceptó con entusiasmo, feliz de pasar más tiempo con Jihoon.

A medida que la película avanzaba y se hacia más tarde, Jihoon se encontró acurrucándose contra Seungcheol, sintiéndose extrañamente atraído por su aroma. Seungcheol no dijo nada, pero rodeó suavemente a Jihoon con su brazo, queriendo asegurarse de que el menor se sintiera seguro y cómodo.

El aroma de chocolate de Seungcheol llenó el espacio, calmando a Jihoon más de lo que él mismo esperaba. Se rindió a la comodidad del momento, dejándose llevar por el cansancio acumulado de la semana y por la sensación de seguridad que emanaba de Seungcheol.

Antes de darse cuenta, Jihoon se quedó dormido, acurrucado contra el pecho de Seungcheol. El alfa miró al omega dormido con ternura, sorprendido por la vulnerabilidad y la confianza que Jihoon le estaba mostrando.

Seungcheol decidió no moverse para no despertarlo. Ajustó ligeramente su posición para que Jihoon estuviera más cómodo y se quedó ahí, viendo el final de la película en silencio, con una suave sonrisa en su rostro.

El momento era perfecto, y aunque Seungcheol sabía que la situación era complicada, no podía evitar sentirse esperanzado. Quizás, con el tiempo, Jihoon podría llegar a confiar en él lo suficiente como para superar las barreras que ahora los separaban.

Confiar.

Seungcheol sintió un nudo en su estómago, haciendo que su aroma amargara un poco asiendo a Jihoon removerse, al notarlo soltó más feromonas en su aroma para no compartirle su ansiedad a Jihoon. 

Cuando la película terminó, Seungcheol miró a Jihoon, todavía profundamente dormido. No quería irse, pero sabía que debía respetar el espacio de Jihoon. Con cuidado, levantó a Jihoon y lo llevó a su habitación, asegurándose de que estuviera cómodo en su cama antes de salir.

Al salir del apartamento, Seungcheol no pudo evitar sentirse lleno de esperanza. La noche había sido un pequeño paso hacia algo más grande, y él estaba dispuesto a esperar y trabajar por ello. Con una última mirada a la puerta de Jihoon, Seungcheol se dirigió a su propio apartamento, recostandose en su propia cama sintiendo que había hecho algo mal. 

Pero bueno, llevaba haciendo todo mal desde que conoció a Jihoon. 

IWTHF (Jicheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora